En medio de la conmoción nacional provocada por la muerte de un niño de 12 años y una joven de 18 durante los graves incidentes ocurridos el pasado jueves en el Estadio Monumental, el Fiscal Nacional, Ángel Valencia, se refirió con dureza al rol de las barras bravas en el país, afirmando que en su interior operan verdaderas bandas criminales.

“Se dedican al tráfico de drogas u otras actividades ilícitas”, señaló Valencia este lunes, en una declaración que marca un endurecimiento del discurso institucional frente a estos grupos.

Consultado respecto a los hechos de violencia vinculados a las hinchadas del fútbol chileno, el fiscal fue enfático al señalar: “Me parece que las barras de los equipos de fútbol son mucho más que simples organizaciones criminales”.

Valencia reconoció que, si bien existen aficionados genuinos que alientan a sus clubes de forma pacífica, también hay sectores infiltrados por el crimen organizado.

“A esta altura ya forma parte del sentido común. Dentro de las barras, tanto de quienes alientan desde sus casas como desde los estadios, se han enquistado grupos que son propiamente bandas criminales. Estas organizaciones lucran a través de actividades ilícitas, aprovechando su cercanía con los clubes y la pasión que despiertan”, afirmó en conversación con 24 horas.

El jefe del Ministerio Público recalcó que los hechos recientes deben ser interpretados como una señal de alerta.

“Quizá hoy hemos llegado a una situación extrema, como consecuencia de la trágica muerte de dos jóvenes. Pero esto evidencia que existen grupos que utilizan como pretexto la pasión futbolera para encubrir delitos como el narcotráfico o la extorsión”, añadió.

Asimismo, Valencia abordó la transformación estructural que han sufrido estas agrupaciones en los últimos años, indicando que actualmente existe una “atomización” de liderazgos al interior de las barras, lo que ha derivado en disputas internas por el control de espacios y mercados ilícitos.

“Antes observábamos liderazgos más visibles dentro de los sectores más violentos. Hoy, sin embargo, vemos una fragmentación, con múltiples actores disputándose zonas de poder criminal al interior de estas organizaciones”, concluyó.

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