El actual arzobispo de Boloña Matteo Zuppi es uno de los nombres que suenan como candidato a suceder a Jorge Mario Bergoglio. Su cercanía con el fallecido Papa argentino, sin embargo, podría jugarle en contra. El secretario de Estado, Pietro Parolin, aparece como una eventual carta de consenso entre las distintas facciones del colegio cardenalicio. Sin embargo, hay otros candidatos también en carrera.
138 cardenales con derecho a voto. “El deber del cónclave era dar un obispo a Roma y parece que mis hermanos cardenales lo fueron a buscar al fin del mundo”, dijo Jorge Mario Bergoglio en su primera aparición en el balcón de la Basílica de San Pedro aquel 13 de marzo de 2013 cuando se convirtió en el Papa Francisco.
- Esta vez, sin embargo, si los 138 cardenales electores finalmente deben reunirse en la Capilla Sixtina para encontrar al sucesor de Francisco, el elegido podría venir de mucho más cerca, de una ciudad ubicada a poco menos de 400 kilómetros de Roma. Eso, al menos, si se cumple el deseo del propio Pontífice.
El favorito de Francisco. El fallecido Papa Francisco nunca ocultó su preferencia por el cardenal Matteo Zuppi, actual arzobispo de Boloña y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) como su sucesor. No por nada fue él mismo quien lo eligió titular de la CEI. Si hay alguien que aseguraría la continuidad del actual pontificado, reconocen en Roma, sería Zuppi.
- “El arzobispo de Boloña está absolutamente comprometido con la visión del pontificado de Francisco”, escribió Edward Pentin, vaticanista del National Catholic Register en su libro de The Next Pope, sobre las claves del futuro cónclave.
- Al contrario de Francisco, Zuppi, de 69 años, no viene del “fin del mundo”. No sólo es italiano, sino que nació en Roma y es hijo de un ex editor de L’Osservatore Romano y de la sobrina del ex secretario de Pío XI.
- Comenzó su carrera sacerdotal en la Iglesia de Santa María en Trastevere, uno de los barrios más tradicionales de la capital italiana. Miembro de la Comunidad Sant’Egidio, movimiento nacido tras el Concilio Vaticano II, tiene un fuerte compromiso social, por lo que es visto, además, como un claro ejemplo de esa “Iglesia de salida” que buscó impulsar Francisco.
- Para muchos vaticanistas, sin embargo, es precisamente su cercanía con Bergoglio y el hecho de ser visto como una suerte de Francisco II, lo que lo podría alejarlo del trono de San Pedro.
- Además, si bien de los actuales 138 cardenales que elegirán al nuevo Papa, 110 fueron nombrados por Francisco, como apunta en una reciente entrevista el teólogo estadounidense y biógrafo de Juan Pablo II, George Weigel no es cierto “que el Papa que crea una parte mayoritaria de los cardenales que elegirán a su sucesor determinará la elección”. El mejor ejemplo de ello es el caso del propio Bergoglio.
¿El candidato de consenso? Como reza el dicho, “quien entra Papa a un cónclave, sale cardenal”. El favoritismo no siempre es un buen predictor en el caso de las elecciones papales. Por ello, lo mismo que puede terminar alejando a Zuppi del papado, es lo que puede acercar al actual secretario de Estado Pietro Parolin.
- Varios vaticanistas, como el propio Edward Pentin y Christopher Altieri sugieren que su nombre podría terminar siendo la carta de consenso entre los sectores progresistas y los conservadores, ya que estos últimos buscan evitar que la Iglesia Católica siga por la senda de Francisco.
- Parolin -quien en enero cumplió 70 años y también es italiano- es visto como un hombre moderado, que es difícil encasillar entre los bandos que hoy atraviesa al colegio cardenalicio. Si bien fue secretario de Estado durante virtualmente todo el pontificado de Bergoglio, su poder fue relativo.
- Francisco priorizó a un grupo de figuras leales y cercanas para sus decisiones más importantes. Sin embargo, las capacidades de Parolin son reconocidas por sus pares y “sus partidarios destacan el hecho que sea un diplomático, por entrenamiento y disposición”, apunta la revista católica The Pillar.
Otros cardenales en la mira. Además de Zuppi y Parolin otros dos nombres han comenzado a escucharse en los últimos años entre los cardenales.
- El primero es el del actual arzobispo de Kinshasa, el congoleño Fridolin Ambongo, quien lideró el rechazo de los obispos africanos al documento Fiducias Suplicans, que abrió la puerta a la bendición de parejas homosexuales.
- Ese documento, como apunta el vaticanista John Allen, tuvo un efecto inesperado para Francisco, al reforzar la opción conservadora de cara al futuro cónclave, y ahí Ambongo, de 65 años, aparece con opciones al tener llegada también en sectores moderados.
- El otro nombre que hoy aparece en todas las listas de los eventuales candidatos a suceder a Francisco y que se escucha cada vez con más frecuencia en el diálogo entre los cardenales es el del patriarca de Jerusalén, el italiano Pierbattista Pizzaballa, de 59 años.
- Franciscano, ex custodio de Tierra Santa, fue creado cardenal en 2023 y ha buscado activamente en los últimos años crear espacios de diálogo en Medio Oriente. La crisis en Gaza realzó su figura, consolidando su “meteórico ascenso como papabile”, como apuntaba un artículo del National Catholic Register.
93 países representados e incertidumbre. El colegio cardenalicio que elegirá al sucesor de Francisco es el más cosmopolita de la historia de la iglesia católica, con prelados de 93 países, muchos de los cuales virtualmente no se conocen y donde el cardenal Fernando Chomali, representante de Chile, podrá votar.
- La mayoría se vio la cara por primera vez durante la presentación de la nueva Constitución vaticana en agosto de 2022. Ello convierte el futuro cónclave en uno de las más inciertos de los últimos años. A cargo estará un hombre experimentado y conocedor de la curia, Giovanni Battista Re, decano del colegio cardenalicio, aunque sus 88 años le impedirán votar en la Capilla Sixtina.
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