León XIV, el pontífice número 267 de la Iglesia Católica, no solo se armó de oración antes del cónclave que lo elevó al trono de San Pedro el 8 de mayo de 2025. Según reveló su hermano John Prevost a NBC Chicago, el entonces cardenal Robert Francis Prevost vio Cónclave, el thriller político-religioso estrenado en 2024, para entender el intrincado ritual de elección papal. “Le dije: ‘¿Viste la película para saber cómo comportarte?’. Y él acababa de terminar de verla”, confesó su hermano. Este detalle, anecdótico pero simbólico, une al nuevo Papa con una ficción que retrata el lado más terrenal del Vaticano.

De Chicago a Chiclayo: La trayectoria transnacional de un pontífice
Nacido en Chicago en 1955, hijo de un padre francoitaliano y una madre de ascendencia española, Prevost forjó su vocación en aulas matemáticas y monasterios. Tras estudiar en la Universidad de Villanova y especializarse en Derecho Canónico en Roma, su vida dio un giro en 1985 al ser enviado a la misión agustina de Chulucanas, Perú. Como reportó la BBC, su labor en Trujillo como formador de candidatos agustinos (1988) marcó su identidad pastoral.

En 2015, ya con nacionalidad peruana, fue nombrado obispo de Chiclayo por Francisco, quien luego lo promovió a prefecto del Dicasterio para los Obispos en 2023. Su primer mensaje como Papa reflejó ese vínculo: “Un saludo a mi querida Diócesis de Chiclayo, donde un pueblo fiel ha acompañado a su obispo”.

‘Cónclave’: ¿Manual de instrucciones o drama hollywoodense?
La película, basada en la novela de Robert Harris (2016), revive el hermetismo del proceso papal: cardenales enclaustrados, votaciones secretas y fumatas. Aunque su final —un giro sin precedentes históricos— es ficticio, expertos coinciden en su rigor técnico. Peter Straughan, guionista, aseguró a USA Today que el Vaticano los recibió con acceso privilegiado: “Nos dieron una visita privada. Fue un gran proyecto de investigación”.

Robert Harris, autor del libro, explicó a ABC News que el filme captura la política tras bambalinas: “Durante los descansos, los cardenales hablan de lo que pasa”. Ralph Fiennes, protagonista, añadió en el Los Angeles Times que consultó a líderes religiosos para entender el perfil buscado: “Hombres con fe, pero también habilidades ejecutivas”.

El auge post mortem: Cuando la realidad supera a la ficción
Tras la muerte de Francisco el 28 de abril de 2025, Cónclave experimentó un boom: según datos de Luminate, su audiencia en plataformas digitales creció un 283%. La coincidencia entre el filme y el cónclave real no es menor: ambos exponen tensiones entre tradición y modernidad, espiritualidad y poder.

Análisis: ¿Por qué importa esta intersección?

  1. La democratización del Vaticano: Que un Papa use una película para prepararse rompe con la imagen de un proceso inaccesible, humanizando una institución percibida como opaca.

  2. Ficción como espejo: El filme, pese a licencias dramáticas, refleja cómo el Vaticano equilibra rituales milenarios con lógicas contemporáneas (mediáticas, políticas).

  3. León XIV, un pontífice bifronte: Su historia —niño de Chicago, misionero en Perú, burócrata en Roma— encarna la globalización de la Iglesia, un tema central en el film.

Conclusión: Entre el celuloide y el incensario
León XIV llega al papado en un mundo donde el cine y la realidad se entrelazan. Su elección no solo reactivó un debate sobre transparencia en la Iglesia, sino que convirtió a Cónclave en un artefacto cultural profético. La pregunta queda flotando: ¿Fue la película una guía o solo un recordatorio de que, incluso en el Sistine, el poder se negocia entre humanos?

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