El presidente electo de Venezuela, Edmundo González Urrutia, calificó como un “montaje” del chavismo las elecciones regionales y legislativas convocadas para este domingo 25 de mayo. Desde su exilio en España, González aseguró que el proceso electoral carece de legitimidad y forma parte de un intento del régimen de Nicolás Maduro por simular normalidad democrática.
“El 25 de mayo no es una elección. Es un evento organizado por el régimen para disimular su ilegitimidad”, afirmó a través de su cuenta en la red social X. “Necesitan tu participación para legitimar su mentira. Tu poder está en no prestarte a su juego”, añadió.
Su declaración fue respaldada por la líder opositora María Corina Machado, quien también llamó a la abstención mediante un video difundido en redes. “Este domingo, pa’ tu casa. No salgas, no los obedezcas. Vacía las calles, vacíalos, que se queden solos”, pidió Machado a los ciudadanos. Calificó las elecciones como “una trampa” y reiteró su desconocimiento del proceso, al que acusa de fraudulento y controlado por el chavismo.
La Plataforma Unitaria Democrática (PUD), coalición que agrupa a los principales partidos opositores, también rechazó la convocatoria electoral. En un comunicado oficial, la alianza aseguró: “No participaremos en el evento convocado para el 25 de mayo. No realizaremos activismo político, social ni electoral relacionado con dicho evento, ni tampoco impulsaremos ningún tipo de boicot”.
El rechazo ocurre en medio de una nueva ofensiva del oficialismo por el control del Esequibo, territorio en disputa con Guyana. Nicolás Maduro reafirmó este miércoles su intención de “recuperar completamente” esa región, al anunciar la elección de un gobernador, diputados y consejo legislativo para esa zona.
“Es inquebrantable nuestra voluntad de recuperar los derechos históricos sobre la Guayana Esequiba”, declaró el mandatario, en un discurso que también incluyó duras críticas al gobierno de Guyana y a la empresa petrolera ExxonMobil, a la que acusó de operar como parte de un plan neocolonial orquestado por Estados Unidos.
La disputa por el Esequibo se remonta al Laudo Arbitral de París de 1899, que otorgó el control del territorio a la entonces colonia británica, hoy Guyana. Venezuela nunca reconoció esa decisión y firmó en 1966 el Acuerdo de Ginebra con el Reino Unido para buscar una solución diplomática, que hasta hoy no ha tenido resolución definitiva.
Con estas tensiones políticas y territoriales en ascenso, la crisis de legitimidad en Venezuela se profundiza, mientras la comunidad internacional observa con cautela la evolución del proceso.
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