Bajo el título oficial de «Senior Advisor» y «Special Government Employee», Elon Musk operó como un poder paralelo en la Casa Blanca de Donald Trump entre enero y mayo de 2025. Con una carta blanca presidencial, dirigió el DOGE (Departamento de Eficiencia Gubernamental), despidiendo a decenas de miles de funcionarios, desmantelando agencias y desafiando protocolos, hasta que la realidad política fracturó su utopía tecnocrática.
El DOGE: Un tsunami burocrático
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Misión declarada: «Reducir el gasto superfluo» y combatir «el cuarto poder inconstitucional: la burocracia».
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Resultado tangible: Miles de despidos federales y cierre de departamentos bajo su lema de «eficiencia extrema».
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Influencia real: Musk despachaba directamente con Trump, sin intermediarios, actuando como «ministro sin cartera».
Nueve episodios que definieron su estilo (y su caída):
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El saludo polémico (20/ene):
En la investidura de Trump, Musk alzó el brazo rígido con palma hacia abajo. Críticos lo tildaron de «saludo nazi». Su respuesta en X: «El ataque de que ‘todos son Hitler’ está taaaan gastado».-
Consecuencia: Sus autos Tesla fueron rebautizados «swasticars» en redes.
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AfD: «Orgullo alemán» (25/ene):
En videollamada con el partido ultraderechista alemán AfD, declaró: «Ustedes son la mejor esperanza», instándoles a «sentirse orgullosos de la cultura alemana».-
Reacción: Cuatro Tesla incendiados en Berlín.
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El niño en el Salón Oval (12/feb):
Compareció con su hijo X Æ A-Xii (4 años) sobre los hombros durante una reunión oficial. El niño fue grabado «hurgándose la nariz junto al escritorio Resolute» mientras Musk hablaba de recortes. -
La motosierra de Milei (20/feb):
En una convención conservadora, blandeó una motosierra regalada por Javier Milei como «símbolo» de sus despidos masivos. «Así cortamos la grasa estatal», bromeó. -
«Tech Support» en el gabinete (26/feb):
Entró a la primera reunión ministerial con una camiseta que decía «Tech Support». Trump tuiteó: «Todos están extremadamente felices con Elon», pese a tensiones con Marco Rubio. -
El salvataje fallido a Tesla (11/mar):
Trump exhibió un Cybertruck en la Casa Blanca para frenar el derrumbe bursátil de Tesla (-71% en ganancias). Declaró «haber comprado uno», pero la acción siguió cayendo. -
Los $25M en Wisconsin (27/mar):
Inundó de dinero la elección judicial más cara de EE.UU.: ofreció $100 por firmas contra «jueces activistas» y donó $1M a votantes. Perdió: la demócrata ganó por amplio margen. -
Guerra con Navarro (15/abr):
Tras criticar aranceles de Trump, llamó «más tonto que un saco de ladrillos» al asesor Peter Navarro. La Casa Blanca restó importancia: «Los chicos serán chicos». -
La ruptura (27/may):
Renunció en CBS News: «Me decepcionó el proyecto de gasto inmenso que aumenta el déficit […] socava el trabajo de DOGE». En X agregó: «Es una batalla cuesta arriba mejorar cosas en Washington».
Balance de un experimento radical:
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Legado DOGE: Musk afirma que «se convertirá en un estilo de vida en todo el gobierno», pero su salida revela choque entre pragmatismo brutal y realpolitik.
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Costo reputacional: De «gurú tecnológico» a emblema polarizante, con gestos interpretados como alianzas con extremismos.
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Paradoja final: El defensor de «gobierno pequeño» usó influencia estatal para imponer su visión, mientras Tesla se desplomaba.