España perdió su hegemonía en la Nations League dos años y tres meses después de haberla conquistado. Fue Portugal quien le arrebató la corona (2-2 / 5-3), en una final decidida desde los once metros. La selección de Robert Martínez fue impecable en la tanda: cinco penaltis, cinco aciertos. Diogo Costa fue decisivo al detener el cuarto disparo español, lanzado por Morata.
Antes, la Roja se había adelantado en dos ocasiones. Zubimendi abrió el marcador tras una acción iniciada por Mingueza y prolongada por Oyarzabal y Lamine Yamal. Sin embargo, la respuesta lusa no se hizo esperar: Nuno Mendes, MVP del partido, igualó con un disparo seco tras una internada por la izquierda. España volvió a golpear antes del descanso con un tanto de Oyarzabal, que culminó una gran combinación con Le Normand y Pedri. Pero Cristiano Ronaldo, oportuno como siempre, devolvió la igualdad en el segundo tiempo tras aprovechar un centro desviado de Mendes y una pasividad defensiva de Cucurella.
La final fue intensa desde el pitido inicial. Luis de la Fuente introdujo dos cambios respecto a la semifinal: el regreso de Fabián en el medio y Mingueza en lugar de Porro. Robert Martínez, por su parte, insistió con Joao Neves como lateral derecho. El joven campeón de Champions con el PSG sufrió mucho ante Nico Williams, aunque aportó presencia ofensiva desde su rol mixto.
Nico fue uno de los jugadores más desequilibrantes del primer tiempo, generando ocasiones claras tanto para Pedri como para sí mismo, pero sin la puntería necesaria. Mientras tanto, el esperado duelo entre Lamine Yamal y Cristiano apenas dejó momentos memorables: el primero estuvo bien contenido por Nuno Mendes, y el segundo, aunque limitado físicamente, apareció cuando más lo necesitaba su equipo.
En la prórroga, Portugal apretó. Semedo falló una ocasión clara tras una nueva acción de Mendes, y los lusos reclamaron sin éxito un penalti. España, por su parte, intentó cerrar espacios con la entrada de Yeremy en lugar de Lamine. Aun así, el daño ya estaba hecho.
En la tanda de penales, España falló donde Portugal no perdonó. La Roja no tuvo a ningún jugador del Barça sobre el campo en el tramo decisivo, y la presión acabó pasando factura. Morata erró, Costa detuvo, y Portugal celebró.
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/José Pablo Verdugo