La delincuencia está generando un alto costo económico para Chile. Así lo reveló un estudio elaborado por el Centro Latinoamericano de Políticas Económicas y Sociales de la Universidad Católica (CLAPES UC), que estima que el impacto económico del crimen en el país equivale al 2,59% del PIB cada año, lo que representa un promedio anual de US$ 8.222 millones en pérdidas.

El análisis —que utiliza la tasa de homicidios como principal variable de medición— concluye que en 2025 la delincuencia costaría al país el equivalente al 9,83% del presupuesto del gobierno central. Esta cifra es comparable a financiar casi dos veces el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, ejemplifica el informe.

Aumento sostenido de homicidios

El estudio detalla que la tasa promedio de homicidios en Chile aumentó considerablemente, pasando de 3,20 por cada 100 mil habitantes en 2005-2015, a 4,85 entre 2016 y 2022. El punto más bajo se registró en 2015 (2,32), mientras que el más alto fue en 2022 con 6,76 homicidios por cada 100 mil habitantes, lo que representa un alza de 191% respecto del mínimo.

“Esto revela una tendencia al alza que podría agravar aún más los efectos económicos si no se toman medidas eficaces”, advierte el informe.

Inseguridad frena la inversión

Leonardo Hernández, director alterno de CLAPES UC y coautor del estudio, explicó que el principal canal económico por el que actúa la delincuencia es la reducción de la inversión.

“El inversionista dice ‘no, Chile está muy inseguro, me van a robar la producción’ o tiene que gastar mucho más en seguridad. Entonces invierte menos”, indicó Hernández. Además, señaló que ciertas actividades disminuyen su escala o directamente se abandonan: “Los restaurantes y pubs cierran más temprano, los colegios bajan su actividad cuando hay un narcofuneral”.

Chile y la región

El estudio también compara el caso chileno con otros países latinoamericanos. Costa Rica, Panamá y Uruguay —con tasas cercanas a 12 homicidios por cada 100 mil habitantes— podrían incrementar su PIB per cápita hasta en un 10% si redujeran la violencia a niveles promedio del resto del mundo (6,56 homicidios por cada 100 mil habitantes, excluyendo América Latina). Estas mejoras representarían ganancias de hasta US$ 7.000 millones anuales.

Una conclusión relevante del informe es que el impacto del crimen es mayor en países con violencia moderada, como Chile. En naciones con violencia crónicamente alta, las economías tienden a “adaptarse” y amortiguan el efecto de un homicidio adicional.

Respuesta del gobierno

Consultado por los resultados, el ministro de Seguridad, Luis Cordero, sostuvo que el estudio reafirma la necesidad de invertir en intervenciones focalizadas para reducir la tasa de homicidios.

“Eso tiene un impacto relevante en materia de crecimiento y bienestar económico”, afirmó. Agregó además que se debe considerar el índice de temor, una variable no siempre internalizada pero que también puede alterar las condiciones económicas.

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