Un clima de descontento se ha instalado en el Partido Comunista (PC) tras el distanciamiento público de la candidata presidencial Jeannette Jara de algunas propuestas clave de su programa de primarias, especialmente en materia económica. Las críticas no solo provienen de sectores externos, sino también de voces internas, evidenciando una pugna entre la autonomía de la candidatura y la línea partidaria.

El debate por el «ingreso vital» y las rectificaciones

Uno de los puntos más controvertidos ha sido el «salario vital» de $750 mil, propuesta que el jefe económico de Jara, Luis Eduardo Escobar, descartó abruptamente, generando malestar en sectores sindicales y militantes. A esto se sumó Osvaldo Rosales, otro integrante del comando, quien matizó la idea replanteándola como un «ingreso vital», que incluiría sueldo base más beneficios complementarios.

Jara, por su parte, intentó suavizar el conflicto durante un evento en Clapes UC«En nuestro país, cualquier persona que trabaje jornada completa todos los días de la semana, a lo menos le debe alcanzar para vivir». Sin embargo, su ambigüedad ha sido interpretada como un intento de desmarcarse de compromisos previos sin romper del todo con la base programática.

El rechazo al modelo de «demanda interna» y la salida de Fernando Carmona

Otro foco de tensión fue la crítica de Jara al modelo de desarrollo basado en demanda interna, incluido en el programa de primarias y elaborado por Fernando Carmona (hijo del timonel del PC, Lautaro Carmona). La candidata tachó la idea de «desafortunada» y aseguró que Carmona ya no forma parte de su equipo, aunque el propio Lautaro Carmona defendió el documento como una posición validada por la Dirección Nacional del partido.

Esta divergencia refleja un problema mayor: ¿hasta qué punto Jara puede modificar el programa sin fracturar al PC? Mientras la exministra insiste en que Chile es «una economía abierta», sectores del partido —como el secretario general de la CUT, Eric Campos— presionan para mantener compromisos como el salario vital, señalando que son «promesas con los trabajadores».

Críticas al método y señales de autonomía

Lautaro Carmona también cuestionó el estilo de Escobar al debatir propuestas en medios antes que en instancias internas: «No voy a respaldar ese método (…) asumo que no está transmitiendo un acuerdo de la comisión de programa». Con esto, el timonel dejó en claro que, aunque Jara tiene libertad para liderar su campaña, el PC no renunciará a incidir en el programa.

Recomposición del comando: suman aliados, pero persisten las tensiones

En paralelo, Jara avanza en reforzar su equipo. Tras reunirse con la Democracia Cristiana, recibió una lista de nueve nombres para integrar su comando, entre ellos figuras como Dinka Tomicic y Guido Iturriaga. Además, sumó a Myriam Aravena (ex Segundo Piso de Boric) y a Óscar Aroca (exjefe de gabinete de Educación), buscando equilibrar perfil técnico y político.

Sin embargo, el posible ingreso del economista Roberto Zahler —cercano a posturas más liberales— podría avivar las tensiones con el ala más ortodoxa del PC.

Próximo comité central: definiciones clave

El sábado, el PC celebrará un nuevo comité central donde se abordarán no solo el programa, sino también pactos y candidaturas parlamentarias. Será una prueba de fuego para Jara: deberá demostrar que su autonomía no significa ruptura, mientras el partido exige coherencia con sus bases ideológicas.

En síntesis: La campaña de Jara navega entre presiones para moderar su discurso económico y la necesidad de mantener lealtad con el PC. Las próximas horas serán decisivas para saber si logra un equilibrio o si las grietas internas se profundizan.

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/GAP