La Municipalidad de Providencia condenó enérgicamente los nuevos actos de violencia registrados la mañana de este lunes en el Liceo José Victorino Lastarria, protagonizados por un grupo de encapuchados y personas con overoles blancos.

Según antecedentes policiales, alrededor de 30 individuos participaron en los desórdenes que incluyeron lanzamiento de bombas molotov, quema de basura, cortes de tránsito y ocupación de techos del recinto para lanzar explosivos. Carabineros contabilizó un total de 31 bombas incendiarias, aunque no se registraron detenidos durante el operativo.

Municipio: “Panfletos encontrados no tienen relación con demandas estudiantiles”

A través de un comunicado, desde la administración que lidera el alcalde Jaime Bellolio señalaron que: “Un grupo indeterminado de encapuchados cortó la calle Miguel Claro, hizo barricadas y se enfrentó con carabineros. En el lugar se encontraron panfletos que nada tienen que ver con las demandas estudiantiles”, acusando una instrumentalización de los espacios educativos para fines ajenos a la comunidad escolar.

Juan Manuel Masferrer: “No vamos a tolerar estos hechos”

El secretario general de la Corporación de Desarrollo Social de Providencia, Juan Manuel Masferrer, fue enfático en rechazar lo ocurrido, asegurando que estos incidentes no se relacionan con el legítimo derecho a manifestarse: “Estos son hechos de violencia que nada tienen que ver con educación. Y nosotros, como Dirección de Educación de Providencia, condenamos y no vamos a tolerar en ningún caso este tipo de acciones”, señaló.

Asimismo, Masferrer anunció una serie de medidas: “No vamos a permitir que un grupo minoritario de delincuentes afecte la educación de más de 2.000 estudiantes de nuestro liceo”, afirmó, agregando que:

“Hemos tomado nuevas medidas de seguridad, hemos presentado acciones legales y las vamos a volver a presentar. Hemos sancionado dentro de nuestras atribuciones y lo vamos a volver a hacer”.

Antecedentes del conflicto

El Liceo Lastarria ha sido escenario de distintos episodios de violencia en los últimos años, lo que ha llevado al municipio a implementar estrategias de control, reforzamiento de seguridad, y acciones legales contra quienes resulten responsables.

Desde la comunidad escolar, algunos apoderados y estudiantes han manifestado su preocupación por el ambiente de tensión que persiste en el establecimiento, el cual alberga a más de 2.000 estudiantes, muchos de ellos en etapa de preparación académica clave.

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