En un movimiento de alto calibre político, el Presidente Gabriel Boric puso este miércoles urgencia simple al proyecto de aborto legal, una de sus promesas de campaña más emblemáticas y postergadas. La decisión, que obliga a la Cámara a despachar la iniciativa en un plazo de 30 días, llega en un momento crítico: a poco más de dos meses de las elecciones presidenciales y en medio del estancamiento en las encuestas de la candidata oficialista, Jeannette Jara (PC).
El proyecto, ingresado el pasado 29 de mayo –tres días después de la última Cuenta Pública–, había permanecido sin discusión prioritaria durante tres meses, coincidiendo con el inicio de la campaña electoral. Su reactivación es leída por analistas como una maniobra para oxigenar la agenda legislativa del Gobierno y, crucialmente, levantar una bandera propia de la base de apoyo de Jara, quien ha visto frenado su avance en los sondeos.
Los Obstáculos: Un Congreso Adversario y Dudas Internas
La aprobación de la iniciativa dista de estar asegurada. El oficialismo carece de los votos necesarios en la Cámara de Diputados, donde incluso al interior del Socialismo Democrático persisten dudas. A esto se suma la decisión de la oposición de bloquear sistemáticamente las iniciativas de La Moneda, una postura que se endureció tras el rechazo oficialista a reinstaurar las multas por no votar.
El trámite legislativo itself es una carrera contra el tiempo. La iniciativa debe ser analizada y despachada por las comisiones de Salud –que ya la puso en tabla–, Constitución y Hacienda, para luego llegar a la sala de la Cámara Baja, todo ello en el mes que impone la urgencia.
El Vínculo con Jara: Un Respaldo para la Candidatura
El timing de la urgencia no parece casual. La candidatura de Jeannette Jara se ha visto golpeada tras inconsistencias con su programa respecto al aborto libre. Durante agosto, la postulación comunista se estancó luego de que Jara, presionada por la DC, no incluyera la medida en su plan de gobierno y sostuviera erróneamente que tampoco estaba en su programa de primarias, donde sí aparecía explícitamente.
Al reactivar el proyecto, Boric no solo cumple una promesa propia, sino que le entrega un guiño programático clave a su base más activista y, específicamente, al PC, buscando reencausar el momentum de una candidatura que necesita reconectar con su electorado natural.
Una Promesa Postergada y un «Máximo Viable» Esquivo
El camino del aborto legal en este gobierno ha sido lento. Aunque Boric lo prometió en campaña, no fue hasta su tercera Cuenta Pública que anunció su ingreso formal. Incluso entonces, la entonces ministra de la Mujer, Antonia Orellana (FA), reconoció a fines de 2023 que no alcanzarían a presentarlo ese año, atribuyendo el retraso a «objeciones técnicas» en Contraloría y a la búsqueda de un «máximo viable» mediante conversaciones con distintos sectores políticos, diálogo que la oposición negó que existiera en forma avanzada.
El Contexto Más Amplio: Una Estrategia de Salida
La urgencia al aborto legal se enmarca en una estrategia final de gobierno para marcar la cancha política antes de las elecciones. Se suma al anuncio del ingreso en octubre del proyecto de negociación ramal, otra iniciativa con alto valor simbólico para el oficialismo pero de aprobación improbable antes del receso legislativo.
Paralelamente, Boric ha intensificado su tono político. Tras intentar mantener una distancia táctica de la campaña, ha vuelto a involucrarse con ataques indirectos a José Antonio Kast (Rep) y Evelyn Matthei (UDI), criticando sus posturas sobre la reforma previsional y sus declaraciones acerca de la dictadura, en una clara señal de que La Moneda ha optado por una salida combativa, alineada con la campaña de su sector.
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