Los días jueves 18 y viernes 19 de septiembre serán feriados irrenunciables, lo que dará origen a un fin de semana largo de cuatro días. Un panorama que muchas familias aprovecharán para viajar dentro del país o asistir a distintos eventos. Sin embargo, la pregunta que se abre cada año vuelve a instalarse en la agenda: ¿son las Fiestas Patrias un motor de la economía o representan una carga para el PIB?

El debate sobre más feriados

La discusión tomó fuerza en agosto, cuando algunos parlamentarios propusieron declarar también feriado el miércoles 17 de septiembre. La idea, sin embargo, fue rechazada por el entonces ministro de Hacienda, Mario Marcel, quien advirtió sobre sus efectos negativos.

«En general los feriados siempre tienen un efecto más restrictivo del resto de los sectores que del comercio y el turismo, porque el comercio y el turismo es una fracción relativamente pequeña de toda la actividad económica«, señaló en esa ocasión. Y añadió: «el efecto inevitablemente es negativo«.

Más tarde, el actual titular de Hacienda, Nicolás Grau, también cerró la puerta a otra iniciativa que buscaba declarar feriado el sábado 20 de septiembre, argumentando que no había tiempo suficiente para la discusión y que debía evaluarse con profundidad el impacto económico.

El Gobierno, que proyecta un crecimiento del PIB en torno al 2,5% para este año, ha insistido en que el aumento de feriados preocupa, pues podría afectar el desempeño de sectores clave.

¿Impulso o freno al PIB?

Los economistas consultados coinciden en que el efecto no es lineal y depende del sector.

  • Esteban Viani, economista de la Universidad Autónoma, sostiene que en septiembre aumenta el gasto de las familias, pero que este no genera un impacto de largo plazo ni mayor productividad. Asegura que se trata de un efecto coyuntural, y advierte que en ocasiones los hogares se endeudan para financiar los gastos de Fiestas Patrias, lo que podría ser una carga económica futura.

  • Gonzalo Escobar, académico de la Universidad Andrés Bello, afirma que se puede hablar de un «impulso a la economía», sobre todo en el sector turismo, restaurantes, hotelería y supermercados. Destaca el aumento del consumo en carnes, frutas, verduras y alcohol, lo que incluso podría reflejarse en un mejor Imacec de septiembre.

  • En contraste, Carlos Smith, investigador del CIES-UDD, plantea que el efecto no es completamente positivo: «cierto comercio se ve beneficiado, pero en otros sectores ocurre lo contrario«. Ejemplifica con la minería y la manufactura, industrias que suelen detener su producción, generando una baja que no es compensada totalmente por el dinamismo del comercio y el turismo.

Balance general

En conclusión, las Fiestas Patrias representan un respiro para algunos sectores y una pausa para otros. El gasto familiar, el turismo y el comercio reciben un impulso transitorio, mientras que la industria, la minería y la manufactura resienten los días no trabajados.

Así, el impacto en el PIB nacional no es del todo claro: se genera movimiento en la economía, pero sin efectos duraderos en el crecimiento.

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