El Barómetro de la Economía Chilena del Instituto de Políticas Públicas (IPP) de la Universidad Andrés Bello (UNAB) registró una mejora significativa durante el mes de agosto, marcando un retorno a la trayectoria positiva tras el retroceso evidenciado en julio. Según el informe, el país presenta señales de dinamismo moderado, aunque aún enfrenta una realidad macroeconómica débil.

Muestra una economía que retoma parte del dinamismo perdido en julio, con una mejora general del Índice Económico IPP UNAB y señales positivas en variables asociadas al entorno económico, como la incertidumbre, la confianza empresarial y el riesgo país”, destaca el reporte.

El índice económico —que pondera 24 variables— aumentó de 16,5 a 20,5 puntos, lo que representó un cambio de cuadrante, pasando de “Bien, pero empeorando” a “Bien y mejorando”. Este último cuadrante concentró un 16,7% del total de variables, entre ellas: la incertidumbre económica, el riesgo país, el Ipsa y la tasa promedio de créditos de consumo.

Distribución por cuadrantes del IPP UNAB

El barómetro clasifica las variables en seis cuadrantes, según su desempeño y evolución. A continuación, el desglose de agosto:

  • Bien y mejorando (16,7%): incertidumbre económica, riesgo país, Ipsa, créditos de consumo.

  • Mal, pero mejorando (16,7%): confianza empresarial, dólar, saldo de cuentas corrientes y depósitos a plazo, inversión extranjera directa.

  • Mal y sin cambios (16,7%): desempleo, tasa hipotecaria, creación de empleos, avisos laborales en internet.

  • Bien, pero empeorando (12,5%): inflación, Imacec, tasa de deudores morosos.

  • Mal y empeorando (12,5%): exportaciones, confianza de los consumidores, tasa de ocupación.

  • Bien y sin cambios (25%): remuneraciones reales, deuda neta del gobierno, precio del cobre, participación laboral total y femenina, tasa de informalidad.

La realidad subyacente continúa siendo débil, ya que el desempeño macroeconómico se mantiene en niveles mediocres, sin señales claras de un crecimiento sostenido”, advirtió Gonzalo Valdés, subdirector del IPP UNAB.

Subíndices: ¿Qué mejora y qué empeora en la economía chilena?

El Barómetro IPP UNAB se compone de tres subíndices: expectativas, situación de los consumidores y situación macroeconómica.

Subíndice de Expectativas

  • Mejoró de 29,3 a 37,7 puntos, manteniéndose en el cuadrante “bien y mejorando”.

  • Cambios positivos:

    • Incertidumbre económica y Ipsa: de “bien, pero empeorando” a “bien y mejorando”.

    • Confianza empresarial: de “mal y empeorando” a “mal, pero mejorando”.

  • Cambio negativo:

    • Confianza de los consumidores: de “bien y mejorando” a “mal y empeorando”.

Subíndice de Situación de los Consumidores

  • Avanzó de “bien, pero empeorando” a “bien y mejorando”.

  • Cambios positivos y negativos:

    • Inflación y tasa de deudores morosos: retroceden a “bien, pero empeorando”.

    • Tasa de ocupación: cae a “mal y empeorando”.

    • Tasa de crédito de consumo: mejora a “bien y mejorando”.

“Esto se justifica por la mayor magnitud de las variaciones positivas y mejoras en algunas variables que, si bien no cambiaron de cuadrante, contribuyeron al alza del puntaje total”, explica el informe.

Subíndice de Situación Macroeconómica

  • Fue el único subíndice que empeoró, cayendo de “mal, pero mejorando” a “mal y empeorando”.

  • Cambios positivos:

    • Dólar y inversión extranjera directa: pasaron a “mal, pero mejorando”.

  • Cambios negativos:

    • Imacec y exportaciones: retrocedieron a “bien, pero empeorando”.

Conclusión: luces y sombras en el panorama económico

El informe del IPP UNAB evidencia una leve recuperación del dinamismo económico en Chile, gracias a mejoras en variables del entorno financiero y de expectativas, como el riesgo país, la confianza empresarial y el tipo de cambio.

Sin embargo, los analistas advierten que aún persisten desafíos estructurales: bajo crecimiento, desempleo, informalidad laboral y rezago en productividad.

Vemos señales positivas, pero no podemos olvidar que el desafío es lograr un crecimiento económico sostenido, generar empleo de calidad y reducir la vulnerabilidad estructural del país”, concluyó el equipo del IPP UNAB.

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