A pesar de que los niveles de incertidumbre económica en Chile se han estabilizado en los últimos meses, luego de los momentos críticos vividos durante el primer debate constitucional y el anuncio de aranceles de parte del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, la fuga de capitales chilenos al exterior ha continuado en ascenso.

Según cifras recientemente entregadas por el Servicio de Impuestos Internos (SII), el total de capitales informados en el extranjero alcanzó los $154 billones (millones de millones), lo que equivale a aproximadamente US$ 161 mil millones. Esta cifra representa la mitad del tamaño de la economía chilena, un dato que prende las alarmas sobre la confianza de los inversionistas nacionales en el país.

Durante la Operación Renta 2024, los contribuyentes declararon $143 billones en concepto de inversiones fuera de Chile, incluyendo activos financieros, propiedades, rentas obtenidas, intereses de préstamos y otros ingresos generados en el extranjero. Esto significó un aumento del 43% en comparación con el año anterior.

Los datos reflejan un fenómeno que, si bien se arrastra desde años anteriores, ha tomado una dimensión considerable en el contexto actual. A pesar de la estabilidad macroeconómica relativa, persisten factores estructurales que estarían motivando a las personas naturales y empresas a proteger su capital fuera del país, como los temores ante reformas estructurales, incertidumbre jurídica y tributaria, y la búsqueda de mejores condiciones de rentabilidad.

Expertos señalan que esta tendencia podría tener importantes efectos sobre la inversión interna, la recaudación fiscal y la generación de empleo, por lo que instan a generar un entorno más favorable para atraer nuevamente estos capitales.

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