A casi un año de la misteriosa desaparición de Julia Chuñil, reconocida activista mapuche de Máfil, Región de Los Ríos, nuevas aristas y antecedentes se suman a la investigación que lleva adelante la Fiscalía. La mujer fue vista por última vez el 8 de noviembre de 2024, cuando salió de su casa acompañada de su perro. Ambos desaparecieron sin dejar rastro.

Un reportaje de T13 reveló que actualmente dos hipótesis principales concentran la atención de los investigadores: una involucra directamente a su familia, y la otra al empresario Juan Carlos Morstadt, con quien Chuñil tenía disputas territoriales.

Hipótesis 1: foco en los hijos de Julia Chuñil

La primera línea investigativa apunta a la posible responsabilidad de los hijos de Julia Chuñil —la dirigenta tenía cinco— en su desaparición. Esta tesis cobró fuerza luego de que se encontrara una muestra de sangre de Javier Troncoso Chuñil en la carretilla que utilizó su madre el día en que se le perdió el rastro.

Además, una testigo clave declaró ante la Fiscalía que, tras entregar su testimonio a la Sección de Investigación Policial de Carabineros, recibió un llamado de Javier, quien habría intentado presionarla e intimidarla.

Otro elemento que refuerza las sospechas es una grabación telefónica entre Javier y una prima de la familia. En la conversación, la mujer le dice: “Sin cuerpo no hay delito” y “están jugando con la familia”.

A estos antecedentes se suma un traspaso de terreno ocurrido solo 10 días antes de la desaparición. En octubre de 2024, Julia vendió formalmente un terreno en Quitañir a su hijo Pablo San Martín Chuñil por $8 millones en efectivo. Sin embargo, el artículo 10 del contrato establecía que el dominio del terreno seguiría en manos de Julia hasta su muerte, lo que convierte a Pablo también en un “sujeto de interés” para la Fiscalía.

Testigo reservado: versión clave del caso

Un testigo reservado, citado por T13, aportó una declaración particularmente grave: “Yo sé que Julia está muerta y que tuvo una pelea con su hijo Javier en la propia casa de ella, esto ocurrió de noche. Y que otro día, en horario diurno, Javier junto a sus hermanos Pablo y Jeanette fueron a la toma con la ropa de Julia y la quemaron en un tambor con bencina afuera de la casa de la toma. No sé dónde está su cuerpo”.

Hipótesis 2: conflicto con empresario Juan Carlos Morstadt

La segunda línea de investigación apunta al empresario Juan Carlos Morstadt, con quien Julia Chuñil mantenía un conflicto legal y territorial por la ocupación de un terreno donde la mujer criaba animales.
En 2023, Morstadt presentó una denuncia por usurpación contra Chuñil.

El entorno de la activista reveló una transcripción de una llamada telefónica entre Morstadt y su padre, en la que el empresario afirma: “La quemaron”.

Este diálogo ha generado suspicacias en la familia y en las abogadas de Chuñil, quienes consideran que la frase podría ser una referencia directa a lo que ocurrió con la activista.

Una desaparición aún sin respuestas

A casi un año de la desaparición de Julia Chuñil, su paradero sigue siendo desconocido. El caso se ha vuelto un símbolo de violencia e impunidad en contextos de conflicto territorial y familiar en el sur de Chile, y ha encendido alertas tanto en organizaciones mapuche como en organismos de derechos humanos.

Desde la Fiscalía se ha indicado que ambas líneas investigativas continúan abiertas, y que no se descartan nuevas diligencias en los próximos meses.

/psg