El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, lanzó una dura advertencia durante una entrevista con CBS News, afirmando que si el grupo islamista Hamas no acepta desarmarse conforme al acuerdo de paz mediado por Estados Unidos, “se desatará el infierno”.
“Acordamos darle una oportunidad a la paz”, señaló Netanyahu al ser consultado sobre cómo puede considerarse que la guerra terminó cuando las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) continúan desplegadas en partes de Gaza y Hamas sigue ejerciendo cierto control sobre la Franja.
El mandatario israelí destacó el plan de 20 puntos impulsado por el presidente estadounidense Donald Trump, aprobado tanto por Israel como por Hamas, que establece la entrega de armas y la desmilitarización total de Gaza, sin presencia de fábricas de armamento ni contrabando en las fronteras.
“Acordamos completar la primera parte, y ahora demos una oportunidad para hacer la segunda”, afirmó Netanyahu, expresando su esperanza de que Hamas entregue sus armas de forma pacífica.
El primer ministro parafraseó a Trump, quien había advertido que si Hamas no cumple con su parte del acuerdo, “los desarmaremos, quizás violentamente”. Ante esa posibilidad, Netanyahu respondió: “Espero que no ocurra. Espero que podamos hacerlo de forma pacífica. Estamos preparados para ello”.
El acuerdo, mediado directamente por la administración Trump, permitió la liberación de 20 rehenes israelíes que permanecían con vida a cambio de casi 2.000 prisioneros y detenidos palestinos. Además, Hamas entregó los restos de cuatro rehenes el lunes y otros cuatro el martes, quedando aún 20 cuerpos sin recuperar, según informó el Foro de Rehenes y Familias Desaparecidas, que solicitó suspender el plan de paz hasta que todos los fallecidos sean devueltos.
El intercambio de prisioneros y restos humanos fue considerado un paso clave dentro del acuerdo destinado a poner fin a los dos años de guerra en Gaza. El plan también contempla que Israel se retire de zonas específicas de la Franja y que la ayuda humanitaria internacional llegue de forma inmediata y completa al enclave palestino.
Consultado sobre qué se necesitaría para declarar el fin definitivo del conflicto, Netanyahu respondió con firmeza: “Creo que, en el futuro previsible, no solo para Israel sino para el mundo libre y civilizado, hay que mantener la capacidad de defenderse, porque la libertad no es permanente ni automática. Si no se pueden defender las sociedades libres, serán superadas por regímenes autoritarios o totalitarios”.
Ante el comentario del entrevistador, quien sugirió que sus palabras sonaban a “una guerra que podría durar cien años”, Netanyahu replicó que “la manera de alcanzar la paz es mediante la fuerza”, recordando los acuerdos de normalización de 2020 con Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Marruecos y Sudán.
“Creo que tenemos la oportunidad de hacer la paz con muchos más”, añadió. “Y eso, creo, sería el mayor regalo que podemos ofrecer al pueblo de Israel, al pueblo de la región y al pueblo del mundo”.
Finalmente, al ser consultado sobre las declaraciones de Trump ante la Knéset, donde el mandatario estadounidense reconoció que Netanyahu “no era el tipo más fácil con quien tratar”, el primer ministro respondió con una sonrisa: “Espero que lo diga porque soy muy firme en los asuntos que atañen al futuro de mi país. Cuando creo que lo que se me pide está bien, lo digo; y cuando creo que debo decir no, lo digo. Ese es mi trabajo: proteger el Estado judío y asegurar el futuro del pueblo judío”.
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