La seguidilla de ataques incendiarios registrados en la provincia de Cautín vuelve a poner en el centro del debate la persistente conflictividad en la Región de La Araucanía. La Policía de Investigaciones (PDI) desarrolla intensas diligencias tras la quema de siete maquinarias al interior de un predio particular en la comuna de Cunco, en lo que constituye el cuarto atentado en apenas dos días, un hecho que profundiza la sensación de inseguridad en la zona sur del país.
Según información preliminar recabada por la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales y Antisecuestros (BIPE) de Temuco, en conjunto con el Laboratorio de Criminalística Regional y la Fiscalía de Flagrancia, el ataque se produjo durante la madrugada del domingo. Sujetos desconocidos ingresaron al fundo La Galicia, ubicado en la Ruta S-319 camino a Huichahue, donde incendiaron dos skidders y cinco excavadoras antes de huir del lugar. La situación fue advertida por un trabajador que, al llegar a sus labores, encontró la maquinaria completamente calcinada.
El comisario Héctor Bravo, de la BIPE Temuco, informó que personal especializado de la PDI trabaja en la recopilación de evidencias, destacando el hallazgo de lienzos alusivos a la violencia rural, un elemento que podría entregar pistas sobre la autoría del ataque. Las pericias buscan establecer la dinámica del hecho y determinar si guarda relación con los atentados previos ocurridos en Vilcún y Carahue.
Estos episodios, reivindicados por la organización Weichan Auka Mapu (WAM), marcan una preocupante continuidad en los actos de violencia rural que afectan tanto a empresas forestales como a pequeños propietarios de la zona. En apenas 48 horas, se han contabilizado cuatro ataques coordinados, lo que refleja una escalada de acciones incendiarias que tensiona nuevamente la agenda de seguridad en el sur del país.
Desde el Ejecutivo, el Gobierno anunció la presentación de querellas por ley antiterrorista frente a los atentados ocurridos en Vilcún y Carahue. El seremi de Seguridad Pública de La Araucanía, Israel Campusano, sostuvo que “los últimos atentados en la región han sido especialmente graves, porque han afectado a personas inocentes, personas mapuches y sus emprendimientos. Hemos estado con los afectados en terreno y sabemos que aquí no hay reivindicación, es violencia pura que busca presionar por la libertad de personas condenadas por delitos en la región”.
Más allá de la respuesta judicial, los nuevos hechos de violencia vuelven a poner en evidencia la complejidad del conflicto territorial en La Araucanía, donde la línea entre las demandas políticas y los actos delictuales continúa difuminándose. La seguidilla de ataques no solo impacta la seguridad local, sino que también replantea la eficacia de las estrategias estatales y la aplicación de leyes especiales en un territorio históricamente marcado por tensiones no resueltas.
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