Sin desconocer que un triunfo en primera vuelta de sus candidatos favoritos era poco menos que una misión imposible, el gobierno de Javier Milei apostaba este domingo al ingreso en la segunda vuelta electoral de Antonio Kast o de Johannes Kaiser, ambos de buena sintonía con el líder libertario, en las elecciones presidenciales de Chile.

Con los resultados provisionales a la vista -un triunfo ajustado de la candidata del presidente socialdemócrata Gabriel BoricJeannette Jara, sobre Kast, con ambos ingresando en el ballotage- todo fue optimismo en el gobierno argentino.

En medio de la resignación del kirchnerismo, que esperaba una mejor performance de la postulante oficialista, en la Casa Rosada había consenso: el próximo presidente de Chile será Kast, un viejo conocido del Presidente, sumando de ese modo otro país de signo político afín al Gobierno en el continente.

“Hay un cambio de signo que puede adjudicarse a una gestión anodina de Boric, que no le ha sumado ningún apoyo extra”, analizaba una alta fuente diplomática nacional. El explícito apoyo que Kast recibió, en la misma noche del domingo, de Kaiser y Evelyn Matthei, candidata de la derecha moderada, representaban para el Gobierno la certeza de que Kast será el nuevo presidente chileno, previo triunfo en la segunda vuelta, prevista para el próximo 14 de diciembre

En el Gobierno y la Cancillería esperaban los resultados finales antes de emitir un comunicado oficial. A pesar de tratarse de una primera vuelta, Milei felicitó días atrás a Rodrigo Paz Pereira y Jorge “Tuto” Quiroga, en la noche en la que ambos pasaron al ballotage que terminaría definiendo al primero de ellos como presidente de Bolivia.

“Estamos abiertos a conversar con el que gane. Pero Jara no va a ganar”, explicó, con ironía, otra alta fuente diplomática nacional, intentando no mostrar un apoyo por adelantado pero sin esconder que el Gobierno ya apuesta todas sus fichas a una futura gestión de Kast para comenzar un nuevo vínculo con Chile, y tener un nuevo interlocutor afín, como Santiago Peña en Paraguay, Paz Pereira en Bolivia o Daniel Noboa en Ecuador.

En su tercer intento por la presidencia-fue derrotado en las dos anteriores, la primera por Sebastián Piñera, en la última por Boric-en el Gobierno recordaron que Kast prometía, en caso de ganar, hacer énfasis en la seguridad, dar batalla (al igual que los libertarios) contra la cultura woke, y efectuar recortes del gasto público, al “estilo Milei”, aunque marca diferencias con el Presidente con un estilo más “institucional”, de “consenso” y una buena relación con los medios de comunicación, como lo expresara en una entrevista reciente con LA NACION.

En relación a Kaiser –asiduo asistente a las cumbres de la Cpac y fundador del Partido Libertario chileno- el Gobierno apostaba a él como primera opción, dada la cercanía ideológica con Milei. Pero también reconocía que, en caso de llegar a un ballotage con Jara, el porcentaje de ventaja sería menor que si el candidato fuera Kast o incluso Matthei.