Un análisis preliminar del centro de estudios Faro UDD, publicado en la noche del domingo tras la elección presidencial, desagrega los patrones de la votación que llevaron a Franco Parisi a obtener un significativo 19.71% de los votos (2.552.649 sufragios). El estudio no solo describe un tercer lugar, sino que delinea el perfil de un electorado con una identidad política distintiva que está reconfigurando el tablero político chileno.
Un Electorado Definido por el Rechazo y la Despolitización
La investigación establece una correlación más fuerte entre el votante de Parisi y la opción «Rechazo» en el plebiscito de 2022 que con el «Apruebo». Este dato no es menor; sugiere que una porción significativa de su base electoral emerge de un descontento con el rumbo político institucionalizado. Este fenómeno se materializa con mayor fuerza en el Chile minero del norte grande, interpretado como la expresión de sectores socioeconómicos emergentes que rechazan tanto al oficialismo como a las alternativas de oposición tradicionales.
Un hallazgo crucial del estudio es el caso de la región del Biobío, que se erige como una «región bisagra única». En este territorio, José Antonio Kast obtiene un 27%, Parisi un 25%, y Jeannette Jara se relega a un 22%. Este quiebre de una tendencia históricamente predominante de izquierda anticipa un balotaje donde la candidata oficialista deberá conquistar territorios en los que dista de alcanzar mayorías significativas, forzándola a una estrategia de ampliación de coalición.
La cartografía electoral parisista revela una profunda desconexión con el resto del espectro. El análisis de Faro UDD muestra que los votantes de Parisi presentan correlaciones negativas altas con todos los demás candidatos (con la excepción de Kaiser). Esto no apunta simplemente a un electorado distinto, sino a uno que responde a un «ethos» político-cultural diferenciado: menos politizado, potencialmente anti-sistémico y atraído por un discurso que se posiciona fuera de la dicotomía tradicional.
El Perfil Sociodemográfico del Votante Clave
El estudio cuantifica este ethos a través de variables sociodemográficas concretas. Las comunas donde Parisi obtuvo su mejor desempeño fueron Ollagüe (58.17%), Colchane (57.3%) y General Lagos (48.95%), seguidas de otras comunas del norte como Alto Hospicio y María Elena. Este patrón geográfico se complementa con un perfil demográfico claro:
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Juventud: Tuvo un mejor rendimiento en comunas con mayor población joven (18-29 años) y su peor desempeño en aquellas con menor concentración de este grupo.
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Adscripción Religiosa: Obtuvo un desempeño notable en comunas de alta concentración de población evangélica.
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Nivel Educativo: Su votación fue más fuerte en comunas con niveles menores de escolaridad promedio y decayó significativamente en las de mayor escolaridad.
Un dato organizacional clave es que Parisi presentó la relación más fuerte entre militancia formal y votación, lo que sugiere una movilización efectiva desde la estructura partidaria de su partido, el PDG, triplicando su apoyo respecto a 2021.
La Batalla por el Legado: Estrategias para el Balotaje
La relevancia de este electorado se hizo evidente en la misma noche electoral. Parisi, celebrando su tercer lugar, declaró: “Les tengo una mala noticia a Jara y Kast: no vamos a endosar los votos. Ellos tienen que ganárselos. Yo necesito gestos de ellos”. Este posicionamiento transforma su caudal electoral en el principal botín político del balotaje.
Las reacciones de los finalistas no se hicieron esperar. Jeannette Jara lo calificó como “la sorpresa de la noche” y reconoció que su campaña “ha sabido interpretar con medidas radicales e innovadoras un gran sentir ciudadano”, anunciando al día siguiente la consideración de propuestas parisistas como la devolución del IVA a los medicamentos.
Desde el comando de Kast, Arturo Squella, presidente de Republicanos, fue más allá en la sintonía ideológica, señalando que “hay una coincidencia muy profunda en los mismos ejes” y que los votantes del PDG “son personas que les gustaría tener una respuesta mucho más radical en materia de seguridad pública y particularmente en materia económica”.
Conclusión: El «Parisismo» como Fenómeno Endémico
El éxito de Parisi, bajo el eslogan “ni fachos ni comunachos” y con una retórica que abraza etiquetas como «populista», apuntó deliberadamente a un voto despolitizado y reactivo. Su capacidad para capitalizar el desencanto en el norte grande –liderando en Arica (28,7%), Tarapacá (31,1%), Antofagasta (35%) y Atacama (32,6%)– y posicionarse como segunda fuerza en regiones clave como Coquimbo, Maule, Ñuble, Biobío y La Araucanía, consolida al «parisismo» no como un accidente electoral, sino como un fenómeno endémico con una base social, geográfica y cultural claramente identificable, que exige una relectura de las fracturas políticas en el Chile contemporáneo.



