Los activos financieros chilenos iniciaron la semana con un fuerte impulso, en medio de las expectativas que abrió el escenario electoral tras los comicios presidenciales del domingo. La posibilidad de un futuro gobierno de derecha con foco en el mercado, la inversión y la disciplina fiscal llevó a una mejora inmediata en los indicadores financieros y a una reducción del riesgo país.

Según los resultados de la elección, la abanderada oficialista Jeannette Jara obtuvo un 26,85%, quedando por debajo del umbral del 30%, mientras que José Antonio Kast (Partido Republicano) avanzó a segunda vuelta con un 23,92% de respaldo. La estrecha diferencia reconfiguró las expectativas del mercado para el balotaje.

El impacto financiero fue inmediato. El Credit Default Swap (CDS) a cinco años de Chile, instrumento utilizado para medir el riesgo de impago de la deuda soberana, cayó cuatro puntos básicos durante la jornada: desde 54,868 puntos el viernes a 50,669, aunque luego moderó la baja hasta cerrar en 52,772 puntos.

Movimientos similares, aunque más acotados, se observaron en la región: el CDS de Brasil retrocedió desde 142,317 a 141,933 puntos, mientras que el de Colombia bajó de 187,391 a 185,407.

El riesgo país chileno mantiene una tendencia descendente durante todo 2025. El indicador EMBI de JP Morgan cerró el viernes en 97 puntos, por debajo de los 100 que había alcanzado en agosto, situándose en niveles mínimos del año.

En enero, el riesgo país de Chile había comenzado en 120 puntos, muy distante de los 213 puntos registrados el 29 de septiembre de 2022.

Expectativas del mercado

Con este panorama, los inversionistas interpretan que el resultado electoral refuerza la posibilidad de un mejor desempeño económico en los próximos años.

El economista de EuroAmerica, Luis Felipe Alarcón, calificó la caída de cuatro puntos en el CDS como “significativa”, destacando que refleja una apuesta por mayor disciplina fiscal bajo un eventual gobierno de derecha.

En la misma línea, el economista jefe de BCI, Sergio Lehmann, afirmó que el movimiento “es relevante sin duda” y responde a un mayor apetito por activos chilenos, ligado a expectativas de reformas que impulsen el crecimiento.

Para el economista jefe de Itaú, Andrés Pérez, la baja del CDS se produce incluso en un contexto en que otras economías de la región mostraron ligeros aumentos.
Según explicó, el ajuste se debe a mejores expectativas de crecimiento económico, respaldadas por los resultados de la Encuesta de Expectativas Económicas del Banco Central.

El socio de Gemines Consultores, Alejandro Fernández, atribuyó parte de la caída del riesgo país a la mayor probabilidad de un triunfo de Kast y a la posibilidad de contar con un Congreso más favorable para un gobierno de derecha. A ello sumó la expectativa de un cambio de ciclo político, orientado a mayor crecimiento y proinversión.

El subgerente de estrategia de Principal, Jorge Herrera, también vinculó la disminución del riesgo país al resultado electoral: “Aumenta la probabilidad de un gobierno promercado, lo que reduce incertidumbres sobre el rumbo económico de los próximos años”, señaló.

Por su parte, el gerente de estudios de Renta4, Guillermo Araya, destacó que un escenario político más orientado al mercado aumentaría la expectativa de un mayor crecimiento económico, acompañado de austeridad fiscal, lo que mejora la capacidad del país para cumplir con sus obligaciones financieras.

Finalmente, Araya recordó que la baja sostenida del riesgo país también se explica por la mejoría gradual de la economía chilena, independiente del ciclo político, algo validado por el hecho de que las clasificadoras internacionales mantienen el rating soberano con perspectiva estable.

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