Un nuevo estudio del Servicio Nacional del Consumidor (Sernac), titulado “Informe de Publicidad Sexista”, abrió un debate urgente sobre la forma en que la industria publicitaria reproduce estereotipos de género y modelos estéticos restrictivos en plataformas digitales, especialmente en Instagram. El informe identifica dos fenómenos en expansión: el “sexismo sutil”, que opera a través de representaciones aparentemente inocuas pero profundamente sesgadas, y la “violencia estética”, que normaliza estándares corporales difíciles de alcanzar y que afectan de manera desproporcionada a las mujeres.
Para Carolina González, directora nacional (s) del Sernac, la publicación del estudio no busca solamente evidenciar estas prácticas, sino también activar una reflexión crítica en todos los actores involucrados: agencias, marcas, Estado y consumidores. “Combatir la publicidad sexista es una tarea compartida que exige la responsabilidad social del sector privado, la fiscalización activa del Estado y la vigilancia crítica de los consumidores. Avanzar hacia una comunicación comercial no sexista, inclusiva y diversa no es solo una obligación ética y legal, sino un paso fundamental para erradicar la violencia de género y construir una sociedad más justa y respetuosa”, subrayó la autoridad.
El análisis se desarrolló bajo una metodología cualitativa, de carácter descriptivo y no experimental, enfocada en interpretar los mensajes y símbolos presentes en campañas digitales desde una perspectiva de género. Este enfoque permitió identificar patrones reiterados que, pese al aparente progreso social, siguen presentes en la comunicación comercial difundida en redes sociales.
Entre los hallazgos más relevantes, el Sernac detectó distintos tipos de prácticas problemáticas: roles estereotipados entendidos como violencia simbólica, sexismo por exclusión, y diversas expresiones de violencia estética, todas ellas reflejo de sesgos profundamente arraigados. Uno de los ejemplos citados corresponde a una campaña de Assist Card, donde se observa “el estereotipo de presentar la imagen del hombre como protagonista en la toma de decisiones o con expertise técnico, mientras la mujer se ubica en un rol pasivo o secundario”. Un patrón distinto, pero igualmente problemático, fue identificado en la estrategia publicitaria de RAM Chile, donde se resaltan atributos asociados a la masculinidad hegemónica, consolidando representaciones rígidas sobre los roles de género.
En su conclusión, el organismo advierte que los resultados del informe 2025 demuestran que, a pesar de los avances hacia una mayor equidad, la publicidad continúa operando como un espacio donde se perpetúan estereotipos de género de manera sistemática. Frente a ello, el Sernac anunció que iniciará un proceso de fiscalización publicitaria, que podría derivar en acciones legales contra las empresas que incurran en incumplimientos graves a la Ley del Consumidor o a la Ley contra la Violencia hacia las Mujeres.
Junto con ello, el Servicio insistió en que la construcción de una comunicación no sexista es una responsabilidad distribuida. Por lo mismo, recomendó a las empresas someter sus contenidos a una revisión crítica y preventiva, especialmente en redes sociales. El informe será además remitido a los gremios publicitarios, con el fin de incentivar un debate interno sobre prácticas que, aunque naturalizadas, generan impactos sociales profundos.
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