El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que “podría hablar” con Nicolás Maduro, asegurando que su disposición al diálogo busca “salvar vidas”, en un contexto marcado por un importante despliegue militar estadounidense en el mar Caribe y un aumento de la tensión con Venezuela.
“Quizás hable con él. Ya veremos”, dijo Trump, quien remarcó que su Gobierno evalúa actuar “por la manera fácil” o “por la manera difícil”.
Las declaraciones se produjeron a bordo del Air Force One, luego de que una reportera le preguntara por su aparente cambio de postura respecto al líder venezolano, a quien su Administración ha señalado como cabecilla de una organización terrorista extranjera. Trump respondió que, pese a las acusaciones, Maduro “es el líder” y un diálogo directo “podría salvar vidas”.
El mandatario profundizó sus críticas al régimen venezolano al asegurar que el país sudamericano “envió a millones de personas” hacia Estados Unidos y que su Administración considera esta situación inaceptable.
“No les voy a decir cuál es el objetivo. Probablemente deberían saberlo, pero han causado muchos problemas”, afirmó.
Trump también acusó al gobierno de Maduro de liberar presos y enviarlos hacia territorio estadounidense, afirmando que entre ellos había miembros del Tren de Aragua, narcotraficantes y ‘capos’.
“Abrieron sus cárceles y prisiones y los arrojaron a Estados Unidos, y no estamos contentos con eso”, sostuvo.
Máximo despliegue militar estadounidense en el Caribe
Las declaraciones de Trump se producen mientras Estados Unidos mantiene su mayor presencia militar reciente en el Caribe. El portaviones USS Gerald R. Ford, el más grande de la flota estadounidense, lidera una operación conjunta con más de una decena de buques, aviones de combate y unos 12.000 efectivos con el objetivo declarado de combatir organizaciones de narcotráfico.
Desde septiembre, las fuerzas estadounidenses han hundido al menos 21 embarcaciones sospechosas y se han reportado más de 80 muertes relacionadas con estos operativos.
El incremento militar ha generado un efecto inmediato en el tráfico aéreo internacional. Varias aerolíneas cancelaron vuelos hacia Venezuela en los últimos días debido al creciente movimiento de aeronaves y buques estadounidenses en la región.
Plataformas de rastreo aéreo detectaron aviones militares de alta capacidad operativa entre Venezuela y Curazao, incluidos un bombardero B-52, cazas F/A-18 y una aeronave de alerta temprana.
Advertencias a las aerolíneas y alerta de la FAA
Ante la ola de cancelaciones, el régimen venezolano advirtió que las aerolíneas afectadas tienen hasta este miércoles a las 12:00 (hora local) para reanudar operaciones, o de lo contrario se les revocarán los permisos de “vuelo permanente”.
La situación se intensificó luego de que la Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos emitiera una alerta sobre los riesgos de sobrevolar territorio venezolano, en un contexto marcado por el despliegue militar estadounidense en el Caribe. Entre el sábado y el martes se suspendieron 33 operaciones internacionales tras la advertencia de la FAA, que instó a los vuelos comerciales a “extremar la precaución” en Venezuela y el sur del Caribe, calificando la zona como “potencialmente peligrosa”.
La notificación coincidió con la expansión del operativo militar de Estados Unidos, presentado oficialmente como una acción contra el narcotráfico, mientras que el gobierno de Caracas lo considera una “amenaza” orientada a provocar un cambio de poder en el país.
/psg



