La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) publicó una actualización de sus perspectivas de crecimiento para la economía mundial, las principales potencias y los países miembros, advirtiendo que “el crecimiento global ha sido resiliente, pero se proyecta que se modere” en los próximos años.
En su informe “Perspectivas Económicas de la OCDE”, el organismo destacó que la economía global ha mostrado una resiliencia mayor a la prevista, impulsada por la mejora de las condiciones financieras, el incremento de la inversión y el comercio asociados a la inteligencia artificial, y el efecto de políticas macroeconómicas que han sostenido el dinamismo económico.
Sin embargo, el organismo alertó sobre señales de deterioro, señalando que los mercados laborales empiezan a mostrar debilitamiento, pese a que la tasa de desempleo promedio del bloque se mantiene en 4,9%. La OCDE indicó que las vacantes de empleo ya se ubican por debajo de su nivel de 2019 en numerosos países y que la confianza está disminuyendo. Entre los riesgos más relevantes, mencionó mayores barreras comerciales, una revalorización brusca del riesgo financiero, tensiones en instituciones no bancarias apalancadas y la volatilidad de los criptoactivos.
Otro foco de preocupación es la situación fiscal. Según el organismo, la persistente presión fiscal podría elevar los rendimientos de los bonos de largo plazo, lo que endurecería las condiciones financieras y aumentaría la carga de la deuda, afectando el crecimiento.
Proyecciones globales y de la OCDE
En este escenario, la OCDE proyecta que el PIB mundial disminuirá desde un 3,2% en 2025 a 2,9% en 2026, para luego recuperarse levemente a 3,1% en 2027. Para el conjunto de los países del bloque, anticipa un crecimiento de 1,7% tanto en 2025 como en 2026, y un 1,8% en 2027.
Proyecciones para Chile
En cuanto a Chile, la OCDE mantuvo su proyección de crecimiento de 2,4% para 2025, cifra que ya había estimado en junio pasado. Para 2026, el organismo ajustó a la baja su previsión, pasando de un 2,4% a 2,2%, misma cifra que proyecta para 2027.
Con estas estimaciones, Chile crecería por encima del promedio de la OCDE, pero por debajo del promedio mundial. No obstante, se ubicaría bajo el desempeño esperado para Colombia, país vecino y también miembro del bloque, que crecería 2,8% en 2025, 2,8% en 2026 y 2,9% en 2027.
La nueva estimación para Chile queda por debajo del 2,5% que proyecta el gobierno del Presidente Gabriel Boric para 2025 y del rango de 2,25% a 2,75% previsto por el Banco Central.
Además, la proyección para 2025 se ubica también bajo las cifras de otros organismos: el FMI anticipa un 2,5%, el Banco Mundial un 2,6%, y la Cepal un 2,6%. En 2026, la cifra de la OCDE está alineada con la Cepal y el Banco Mundial, pero es inferior al 2,2% del FMI y al 2,3% contemplado por el Ejecutivo chileno.
Inflación, consumo, inversión y política monetaria
La OCDE proyecta que el crecimiento del consumo se moderará, aunque seguirá apoyado por el aumento de los ingresos reales y el empleo. En cambio, estima que la inversión disminuirá levemente, aunque se mantendrá en niveles sólidos.
Respecto a la inflación, prevé que el índice llegue a 3% anual hacia finales de 2026, lo que abre espacio para nuevos recortes en la Tasa de Política Monetaria (TPM), que podría situarse cerca de 4% en 2027. Además, estima que las exportaciones netas contribuirán positivamente al crecimiento entre 2026 y 2027.
Recomendaciones fiscales y regulatorias
En materia fiscal, el organismo señaló que, pese a los avances recientes, Chile debe reforzar los ingresos y mejorar la eficiencia del gasto público, incluyendo una revisión profunda del gasto, la contención del crecimiento del gasto corriente y la ampliación de la base tributaria.
La OCDE proyecta que la política fiscal chilena se endurecerá gradualmente entre 2025 y 2027, en línea con la regla fiscal y el plan fiscal a mediano plazo. Según el informe, se espera una consolidación fiscal acumulada de alrededor del 1% del PIB, basada en un crecimiento moderado del gasto y un incremento de los ingresos por medidas contra la evasión y la ampliación de la base impositiva.
El organismo valoró los avances en permisos sectoriales y destacó la importancia de mejorar la previsibilidad regulatoria para fortalecer la inversión. Subrayó, además, que la expansión del gobierno digital —incluyendo herramientas como la ventanilla única digital— podría reducir la burocracia, disminuir costos empresariales y elevar la productividad.
Desafíos de largo plazo
Finalmente, la OCDE enfatizó la necesidad de capacitar a la fuerza laboral según las nuevas demandas de la industria, particularmente en áreas relacionadas con la inteligencia artificial, así como avanzar en la adaptación al cambio climático, lo que ayudaría a elevar la productividad y a sostener el crecimiento a mediano plazo.
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