Vivir más y más sano. Ese es el objetivo que la mayoría de las personas desea para las últimas etapas del trayecto de la vida. Ahora, un reciente estudio en el que participaron más de 700.000 veteranos estadounidenses indica que adoptar ocho hábitos de vida saludables en la mediana edad abre la posibilidad de añadir décadas a la vida en comparación con aquellos que tienen pocos o ninguno de estos hábitos. La investigación, presentada en el congreso anual de la American Society for Nutrition que tuvo lugar en Boston, ofrece pruebas convincentes de que nuestros hábitos de vida diarios pueden influir significativamente en nuestra esperanza de vida.

¿Cuáles son esos hábitos?

  1. Ser físicamente activo (de forma ideal 7,5 horas de ejercicio a la semana).
    No consumir opioides (reduce el riesgo de muerte prematura hasta en un 38%, según el estudio).
  2. No fumar (no incluyeron exfumadores en la investigación).
  3. Controlar el estrés (las consecuencias son devastadoras).
  4. Adoptar una dieta saludable (como la dieta mediterránea).
  5. No beber en exceso habitualmente (no más de cuatro bebidas alcohólicas semanales).
  6. Dormir bien (entre 7 y 9 horas).
  7. Tener relaciones sociales positivas (la soledad es un factor de riesgo).

¿Hábitos innovadores?

Está claro que no. Probablemente hayas escuchado a expertos en salud recomendar prácticas de bienestar similares en otras ocasiones, pero lo que podemos obtener a cambio es, sin duda, impresionante. El estudio encontró que las personas tenían probabilidades de vivir más cuando hacían incluso cambios menores en su estilo de vida, incluso si retrasaban la adopción de hábitos más saludables hasta la mediana edad. Abrazar estos hábitos nos haría vivir más.

«Nos sorprendió enormemente lo mucho que se podría ganar con la adopción de uno, dos, tres o los ocho factores de estilo de vida», explicó Xuan-Mai T. Nguyen, especialista en ciencias de la salud del Departamento de Asuntos de Veteranos y coautor del estudio. «Los hallazgos de nuestra investigación sugieren que adoptar un estilo de vida saludable es importante tanto para la salud pública como para el bienestar personal», añadió.

Cifras

Para el estudio, los científicos utilizaron datos de registros médicos y cuestionarios recopilados entre 2011 y 2019 de hasta 719.147 personas inscritas en el Programa Millones de Veteranos de Asuntos de Veteranos, un gran estudio representativo a nivel nacional. El análisis incluyó datos de adultos de 40 a 99 años. Durante el seguimiento del estudio, se produjeron 33.375 muertes. El análisis demostró que ciertos hábitos del día a día tenían un profundo impacto en la esperanza de vida.

Los resultados mostraron que la baja actividad física, el uso de opioides y el tabaquismo se asociaban con un 30-45% más de riesgo de muerte durante el periodo del estudio. El estrés, el consumo excesivo de alcohol, la mala alimentación y la mala higiene del sueño representaban alrededor del 20% en el riesgo de muerte, y la falta de relaciones sociales positivas, con un aumento del 5% en el riesgo de muerte. Sin embargo, la soledad y el aislamiento, especialmente entre los adultos mayores, se están volviendo más generalizados y preocupantes, dicen los expertos.

En conclusión, tanto los hombres como las mujeres que adoptaron los ocho hábitos de estilo de vida cuando cumplieron 40 años podrían esperar ganar 23,7 o 22,6 años de esperanza de vida, respectivamente.

| «Nos sorprendió enormemente lo mucho que se podría ganar con la adopción de uno, dos, tres o los ocho factores de estilo de vida»

Cuanto antes, mejor

Estas conclusiones enfatizan el papel fundamental que desempeñan los factores del estilo de vida a la hora de contribuir a enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiacas, afecciones que a menudo conducen a discapacidad prematura y muerte.

«La medicina del estilo de vida tiene como objetivo tratar las causas subyacentes de las enfermedades crónicas en lugar de sus síntomas», apuntan los autores, que también destacan, sin embargo, que se trata de un estudio de naturaleza observacional, por lo que no puede establecerse una causa y efecto entre los factores mencionados y la esperanza de vida. Pese a esto, sí es importante recordar que nunca es demasiado tarde para adoptar un estilo de vida saludable.

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