Diversas reacciones generó el encuentro ayer entre Luiz Inácio Lula da Silva y Nicolás Maduro en Brasilia. El Presidente brasileño recibió con honores a su par venezolano, en una actividad que sacó ronchas en diversos sectores, sobre todo en la oposición venezolana, que cuestionó las palabras del anfitrión.

En la cita del lunes, Lula calificó de «histórica» la visita de Maduro, la primera en ocho años. Aseguró que el dirigente venezolano fue elegido presidente por «el pueblo» y se dijo dispuesto a retomar las relaciones en todos los planos. Asimismo, criticó a aquellos países que reconocieron como mandatario «encargado» al opositor Juan Guaidó.

«Contra la gente se construye narrativas. Nicolás Maduro sabe muy bien la narrativa que han construido contra Venezuela. Ustedes saben la narrativa que han construido sobre el autoritarismo y la antidemocracia. Ustedes tienen como medios desconstruir esa narrativa», remarcó.

Estas palabras generaron un gran repudio. La directora de la División de las Américas de Human Rights Watch (HRW), Juanita Goebertus, afirmó: «Como con Ucrania, Lula debería entender que si quiere que Brasil tenga un rol de liderazgo frente a Venezuela debe empezar por un diagnóstico acertado -y no falseado- de la realidad. El autoritarismo en Venezuela no es una ‘narrativa construida’. Es una realidad incuestionable».

Similar reacción tuvo su antecesor en el cargo, el chileno José Miguel Vivanco: «Menos mal que el problema de Venezuela es solo de narrativa. Que alguien le explique a la CPI para que suspenda su investigación por crímenes de lesa humanidad contra ese régimen. ¿Ingenuidad o ceguera ideológica?», escribió en su cuenta de Twitter.

Reacciones desde Venezuela

Claramente desde Venezuela también hubo reacciones. El propio Juan Guaidó respondió a los dichos de Lula, quien consideró «absurdo» el apoyo de más de una cincuentena de países democráticos al líder opositor.

«Lula me ataca para evitar lo evidente: él blanquea y respalda a quien está señalado por torturar a la oposición, terrorismo y narcotráfico y por crear la crisis de desplazados mas grande del continente. Presidente @LulaOficial puede atacarme, pero hablará de elecciones y DDHH? (sic)», escribió Guaidó en su cuenta de Twitter.

Otro que habló fue Julio Borges, hombre fuerte de la oposición: «Presidente @Lulaoficial, recibe usted con honores a quien promueve el mayor ecocidio del planeta, al mayor destructor de la Amazonía que usted defiende. Quien ha fomentado la minería ilegal y la deforestación del pulmón vegetal», tuiteó.

El dirigente agregó que Maduro «además es un violador de derechos humanos que ha sido acusado de crímenes de lesa humanidad», por lo que «no merece su reconocimiento». «Los venezolanos esperamos de usted que ayude al retorno de la democracia en el país, a que se celebren elecciones libres como las que lo llevaron a usted a la presidencia de Brasil», agregó.

En Brasil también hubo cuestionamientos

La recepción de Lula a Maduro también dio que hablar en Brasil. Las críticas fueron vertidas principalmente por los integrantes del Partido Liberal (PL), la formación liderada por el ex presidente Jair Bolsonaro, que en 2019 rompió relaciones con Venezuela y prohibió al mandatario venezolano pisar Brasil.

«Lula demuestra, de nuevo, su falta de compromiso con la democracia al recibir al dictador de Venezuela. Maduro es acusado de crímenes contra la humanidad, como asesinatos, tortura y desapariciones», afirmó en un mensaje en sus redes sociales el senador Flavio Bolsonaro, hijo del ex Presidente.

El legislador dijo que Estados Unidos «ofrece una recompensa» por Maduro, al que acusa de narcoterrorismo, y que la ONU investiga a su Gobierno por crímenes contra la humanidad. «Pero en Brasil es recibido por su socio Lula con toda la pompa y los honores», afirmó Bolsonaro, para quien el líder progresista no sólo le falta el respeto a los venezolanos sino también a los brasileños.

El también senador Hamilton Mourao, que fue vicepresidente de Brasil en el Gobierno de Bolsonaro y lidera el también derechista partido Republicanos, aseguró que la presencia de Maduro en Brasil es una «vergüenza» para los brasileños y una falta de respeto para con el pueblo venezolano.

«Maduro es acusado de torturas, desapariciones, agresiones y crímenes contra la humanidad. Al recibirlo, Lula muestra que no tiene compromiso con la democracia y con nuestros valores», dijo.

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