La ANFP se juega su última carta para evitar el paro. Este jueves, a 15.30 horas, está convocado un Consejo Extraordinario de Presidentes de Clubes. La instancia es la máxima en el fútbol nacional. La materia es una sola: la aprobación de las bases de los campeonatos nacionales de Primera División y Primera B en el fútbol femenino y sus equivalentes en el femenino. Y la controversia más importante también es una: la definición de la cuota de jugadores extranjeros en el torneo de la división de honor.

A mediados de diciembre, la misma instancia superior aprobó una controvertida modificación: aceptar que seis jugadores foráneos pudieran defender a su respectivo equipo simultáneamente en los partidos de la competencia. En la práctica, uno más que los que estaban habilitados en la temporada 2023. En una segunda lectura: que por primera vez en la historia del fútbol chileno en el campo de juego podría haber más jugadores provenientes desde fuera de las fronteras que criollos.

Negociaciones y gesto

Gamadiel García, el presidente del Sifup, eso sí, desligó de responsabilidad al presidente del fútbol chileno, Pablo Milad y su mesa. “El problema no es el directorio de la ANFP, es el Consejo de Presidentes. El Consejo de Presidentes creativo, que todos los años nos sorprende. Esta vez no es algo distinto a lo que vivimos el año anterior, pero no solamente está la problemática de los seis extranjeros. Tenemos problemáticas de contrato en Primera B y Segunda Profesional. Todos esos puntos se tienen que solucionar antes que empiecen el torneo, o tendremos que llamar a nuestras bases, ser consecuentes, y el torneo no podría empezar”, planteaba el exvolante.

La distinción le permitió a García mantener un margen de negociación, al menos con el timonel del fútbol chileno. Con el curicano la comunicación ha sido constante y se ha traducido en varias reuniones. De parte del dirigente, de hecho, fueron surgiendo señales concretas de que no estaba de acuerdo con la variación y que, en gran medida, compartía la inquietud gremial. El problema, sin embargo, sigue siendo práctico: Milad no vota y será el Consejo de Presidentes el que, finalmente, tomará la decisión.

En ese plano, de hecho, lo que vuelve a ponerse en juego es el liderazgo de Milad sobre el pleno de los timoneles del fútbol chileno. En la práctica, el mandamás del fútbol nacional necesita revertir cuatro votos para evitar un descalabro: la amenaza concreta de que la temporada no comience en los plazos establecidos originalmente. La prueba de fuego está a la vuelta de la esquina: el 11 de febrero debería disputarse la Supercopa. El choque entre Huachipato y Colo Colo está programado en el Estadio Nacional. Ambos planteles han realizado su preparación con normalidad y sus dirigencias garantizan su participación. Sin embargo, si el Consejo mantiene su postura original, la postura de los futbolistas podría endurecerse hasta, en la práctica, ejecutar el paro que ya está aprobado. Y ahí, la lucha se concentrará en la disputa con sus respectivos empleadores.

/EMG