La guerra económica entre Rusia y Occidente se cobrará un precio mucho menor en Europa que la brutal recesión sobre la que muchos economistas advirtieron hace sólo unos meses, debido a la caída de los precios de la energía y a la intervención de los gobiernos para apuntalar la economía del continente.

Un invierno suave hasta ahora, los esfuerzos de las empresas y los hogares para reducir el consumo de energía, el éxito de las medidas de los gobiernos para encontrar nuevos proveedores de gas natural y cientos de miles de millones de euros en apoyo fiscal significan que la recesión de Europa es probable que sea superficial y breve – si es que ocurre en absoluto – de acuerdo con los nuevos datos y estimaciones.

Y con la caída de los costos de la energía hacia los niveles anteriores al ataque de Moscú a Ucrania, el costo de las subvenciones y desgravaciones fiscales desplegadas por las capitales europeas para suavizar el golpe se reducirá, disminuyendo su impacto en las finanzas públicas.

En Alemania, la mayor economía europea, la producción se mantuvo sin cambios en los tres últimos meses de 2022 en comparación con el trimestre anterior, en contra de las expectativas de que la economía se contraería, según una estimación anticipada publicada el viernes por la agencia federal de estadística. Las subvenciones públicas y una gran cartera de pedidos han contribuido a restablecer la confianza en el gran sector industrial alemán, ya que las empresas redujeron rápidamente su dependencia del gas ruso.

A pesar de que la caída de los pedidos industriales apunta a un posible debilitamiento de la demanda en los próximos meses, la reapertura de la economía china, un socio comercial fundamental, podría suponer un impulso para Alemania a finales de año, según los empresarios.

En el Reino Unido, la agencia de estadísticas informó el viernes de que la economía del país creció en noviembre por segundo mes consecutivo, tras haberse contraído en los tres meses anteriores a septiembre, mientras que la agencia de estadísticas de la Unión Europea señaló que la producción industrial de la eurozona aumentó en el mismo mes.

Ante el apoyo de los gobiernos europeos a Ucrania, Rusia redujo sus entregas de gas a Europa y provocó una fuerte subida de los precios del gas natural. El esfuerzo culminó en agosto, cuando el Kremlin cerró Nord Stream, el principal conducto de gas a Alemania. Europa se enfrentaba a la perspectiva de un racionamiento energético para las fábricas y posiblemente los hogares si el invierno resultaba duro.

Ahora, todo apunta a que la recesión será moderada, y algunos economistas creen que la producción crecerá en este trimestre. Los inversores han tomado nota, y las acciones europeas han superado a las estadounidenses.

Holger Schmieding, economista del banco alemán Berenberg, afirmó: “Parece que el impacto económico se está desvaneciendo”. “Europa se las está arreglando bastante bien. Eso refuerza nuestras esperanzas de que tendremos un repunte significativo en Europa después del invierno”, agregó.

Schmieding sigue esperando que Europa experimente una leve recesión, pero otros dudan de que la eurozona vaya a registrar dos trimestres consecutivos de contracción. En una nota a los clientes el lunes, los economistas de Goldman Sachs aseguraron que ahora esperan que la economía de la eurozona crezca en el primer trimestre de 2023 y durante todo el año.

“Mantenemos nuestra opinión de que el crecimiento de la zona euro será débil durante los meses de invierno debido a la crisis energética, pero ya no esperamos una recesión técnica”, escribieron.

La producción del sector industrial alemán, que emplea a unos ocho millones de personas, se mantuvo prácticamente sin cambios hasta noviembre, según la Agencia Federal de Estadística. Sin embargo, las industrias que consumen mucha energía, como las químicas, redujeron su producción en torno a un 13% durante el periodo.

HAWE Hydraulik SE, empresa alemana de ingeniería mecánica con unos ingresos anuales de casi 500 millones de euros, equivalentes a unos US$$ 543 millones, redujo su consumo de gas en aproximadamente una quinta parte en los tres meses transcurridos hasta diciembre en comparación con el año anterior, según declaró su Director General, Robert Schullan.

La empresa aplicó medidas de ahorro energético como bajar la temperatura de sus plantas y oficinas a 64 grados. También invirtió cerca de un millón de euros para que algunas máquinas funcionaran con gas natural licuado.

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