El suicidio del brigadier general en retiro del Ejército, Hernán Chacón Soto, ha provocado una infausta y desafortunada declaración de Gabriel Boric, que la torna mas grave dada su investidura puesto que, manifiesta una idea del sentido común, ortodoxa, respecto a tan lamentable decisión, lo que implica, además, una gran ignorancia y falta de respeto a quienes, como expondré en la siguiente columna, la toma de tal decisión, obedece a causales muy profundas e insoslayables.

  • Llama la atención, que quién ha estado internado, supuestamente, por no poder mantener bajo control los procesos mentales provocados por ideas y/o actos obsesivos- compulsivos que torturan, obligan a repetir actos y/o pensamientos en forma reiterativa, lo que implica una pérdida total del control del yo sobre los hechos mencionados, lleve a cabo, tan lamentable declaración, faltando a todos los seres humanos que están sufriendo los efectos de una depresión y/o, trastornos psicológicos que subyacen y coexisten en los suicidas.
  • Paradojalmente, estaría tratando de cobarde a Salvador Allende, el estandarte de la izquierda chilena, quién bajo ese precepto, parafraseando a Gabriel Boric, no merecería el monumento conque se le intenta distinguir, ni los honores que se le tributa cada año por sus partidarios, ya que, indudablemente, sería un gran cobarde.

En la siguiente columna les representaré, tratando de abarcar la geografía del suicidio y los suicidas, todas las posibles causales de tan autodestructivo suceso, donde, Tánatos derrota a Eros.

  • Tánatos impulso que busca la propia muerte y desaparición.
  • Eros por el contrario busca unir y salvaguardar la vida y satisfacer la libido.

Etimología

En su raíz, la palabra suicidio proviene del latín moderno “suicidium”; de “sui” de sí mismo y el sufijo “cidio” del latín “cidĭum”, la raíz de “caedĕre” que significa matar.

Por muchos años, legos y peritos han discutido:

  • ¿Por qué y para que una persona comete un acto tan severo como el suicidio?
  • Desde pequeño, escuchaba si había que ser valiente o cobarde y los argumentos de uno y otro bando no cesaban.

Hoy sabemos que solo hay que estar enfermo, pero:

  • ¿Enfermo de que?
  • ¿Basta con decir de depresión?

Creo que no, y vamos a tratar de recorrer junto a ellos, parte del camino, indagando, concluyendo y escuchando al propio hombre hablar mediante sus actos, elucubraciones, personajes literarios, para llegar a tratar de entender lo que nos muestra el acto del brigadier general en retiro del Ejército, Hernán Chacón Soto, y la del expresidente Alan García, hombre al que admiraba por su inteligencia, cuya carta, que generalmente dejan todos los suicidas, nos servirá para analizar y comprender motivaciones.

El suicidio y sus concomitancias

Siempre ocurren sergas, que, por su connotación pública, conmueven a moros y cristianos, como es el caso del reciente suicidio del brigadier general en retiro del Ejército, Hernán Chacón Soto quién al igual que el ex presidente del Perú, Alan García, enfrentaban condenas que los llevarían a terminar sus días en una cárcel, quienes nos dan a entender con su acto, que rechazan totalmente la condena y a sus adversarios, como veremos al analizar la carta de Alan García.

  • Por otra parte, ambos, en actos similares, ante sus aprehensores, dicen tener que ir a buscar algo, o llamar a su abogado, pero su verdadera intención, con una decisión tomada de antemano, se disparan, para evitar ser humillados y escarnecidos.

El acto de Alan García

El acto del brigadier general ® Hernán Chacon

Según explicó el fiscal Claudio Suazo, el hecho ocurrió cuando Chacón “se encontraba junto a su esposa y los funcionarios (de la Brigada de Derechos Humanos) que practicaban la respectiva diligencia”.

Esto nos lleva a:

  • Meditar;
  • Cuestionarnos;
  • Indagar;

sobre aquellas contrariedades que enfrentamos en nuestro:

  • Pasado;
  • Presente;
  • Devenir;

que nos atañen en cuanto y en tanto a seres humanos social e individualmente hablando, que nos conduce a la auto-agresión mas severa que un ser humano lleva a cabo, razón por la cual, he decidido escribir esta columna abordando este delicado tema.

La historia y el suicidio

  • El suicidio es quizás uno de los enigmas que más nos ha perseguido a través de los tiempos, por los sentimientos que genera en todos los involucrados.
  • Podemos afirmar, que es una problemática que ha viajado junto al hombre desde que estamos sobre la tierra y aún no sabemos como solucionarlo.

La humanidad lo ha enfrentado de distintas formas, buscando una solución sin conseguirlo, incluyendo penas tan severas para quienes lo cometían, como, por ejemplo:

  • En el Imperio Romano, el suicidio estaba admitido y hasta era considerado como un acto honroso lo que validaba su práctica.
  • Posteriormente, la Iglesia Cristiana decreta que a quienes cometieran suicidio, no se les podría aplicar los rituales de la iglesia tras su muerte;
  • En la edad media, la Iglesia Católica Romana consideró este acto como un pecado, razón por la cual legisló como una forma de castigo, la confiscación de todas las propiedades del suicida cuyo cadáver sufría, además, todo tipo de humillaciones;
  • Esto llevó a muchas familias a muchas dolientes familias a esconder tal suceso, para que sus muertos por esta causa, pudieran tener derecho a una sagrada y cristiana sepultura;
  • O, se daba la paradoja de que, en algunas sociedades quién era sorprendido intentando suicidarse, en castigo, ¡era ejecutado!

Podemos hacer una primera aseveración:

  • El suicidio es provocado por una sucesión de factores, entre los que se destacan los ambientales, magistralmente relatados y revelados por Shakespeare cuando nos devela el estado psicológico de Hamlet (acto 3, esc. I) en su monólogo:

Hamlet:

  • “Porqué, ¿quién soportaría los ultrajes y desdenes del tiempo, la injuria del opresor, la contumelia del soberbio, las congojas del amor desairado, las tardanzas de la justicia, las insolencias del poder y las vejaciones que el paciente mérito recibe del hombre indigno, cuando uno mismo podría procurar su reposo con un simple estilete?

Que increíble reflexión Shakespeare instala en las palabras de Hamlet, allí, expone una serie de vicisitudes que todos hemos vivido en algún momento de nuestras vidas, pasando por pasajes de lo que llamamos hoy, agentes estresores, situaciones límites, tales como:

  • Lo que el tiempo hace con nosotros;
  • Las injurias;
  • Las humillaciones que sufrimos a manos del poderoso, del soberbio;
  • Los tormentos del amor, sobre todo si este es menospreciado;
  • La justicia que no llega;
  • La injusticia;
  • Las vejaciones de distinta índole.

La desesperanza que nos muestra en el momento emocional de Hamlet, nos lleva a intentar comprender que la única salida, es el suicidio, ya que, transcribo:

  • ¿Cuándo uno mismo podría procurar su reposo con un simple estilete? Hamlet (acto 3, esc. I)

Sin embargo, para quienes no llegamos a sentirnos así, reconozco que, no es fácil discernir, como se puede anular en un ser:

  • El principio básico de mantenernos vivos;
  • El deseo de perdurar lo más posible;

De hecho, al escribir estas líneas, solo sé que no quiero morir, y que, sin embargo, debo estar preparado y consciente de que tarde o temprano tal desgraciado suceso acaecerá para quien escribe y para todos sus seres queridos:

  • Que, el mundo particular, ese que existe solo para mi, así como es la experiencia de cada uno de ustedes, dejará de existir el día que nuestro precario viaje por el tiempo y la vida sea el fin de un sueño.
  • Que angustiante, ¿verdad?

Organización mundial de la salud

Para la (OMS), el suicidio se suscita por:

“Las enfermedades mentales, principalmente por:

  • La depresión;
  • Los trastornos por consumo de alcohol:
  • El abuso de sustancias;
  • La violencia;
  • Las sensaciones de pérdida.

Debo destacar que existen estrategias eficaces para prevenir el suicidio y que quienes sospechen que algún familiar está atravesando una depresión severa, mayor deben buscar ayuda inmediata, teniendo presente que aquí, en estos casos, sobre todo, la presencia y actuación de un psiquiatra, no de un psicólogo es la salida única, y que la medicación e incluso la internación es la que puede salvar la vida de nuestros seres queridos.

Creo haber sido muy explícito en cuanto y en tanto que, diversos entornos culturales y sociales constituyen importantes factores de riesgo de suicidio.

Estadísticas

  • Cerca de 800 000 personas se suicidan cada año, que es el equivalente a una persona cada (40) cuarenta segundos;
  • Equivale a llenar veinte (20) veces nuestro Estadio Nacional, lo que, al imaginar tal cantidad de seres humanos muertos, nos resulta emocionalmente desolador.
  • https://www.who.int/mental_health/suicide-prevention/suicide-infographic-es.pdf?ua=1
  • Por cada suicidio, hay muchas más tentativas de suicidio cada año.
  • Entre la población en general, un intento de suicidio no consumado es el factor individual de riesgo más importante.
  • El 79% de todos los suicidios se produce en países de ingresos bajos y medianos;
  • Según datos de la OMS cada día se suicidan mil personas y por cada caso consumado existen unas diez tentativas de suicidio.
  • En el mundo cada año tres millones de personas intentan suicidarse.

https://www.who.int/mental_health/suicide-prevention/infographic/es/

  • La frecuencia varía según diversos factores asociados, sexo, edad, estado civil, condiciones socioeconómicas, ocupación, enfermedades crónicas, circunstancias sociales, etc.

La cultura del suicidio

En China, existe “la cultura del suicidio” lo que ha llevado al gobierno y al Ministerio de Salud de ese país, desde la última década, a generar políticas públicas y de salud para combatir este gran problema psico-social, dado que:

  • El 56% de las mujeres que se suicidan en el mundo son chinas.
  • Una media de 280.000 personas se quitan la vida cada año en este país (una muerte cada dos minutos), según datos del Ministerio de la Salud chino.
  • El gigante asiático, que acoge al 20% de la población mundial (1.260 millones de habitantes), registra un cuarto del total de suicidios en el mundo y es uno de los pocos países donde el índice es superior en la mujer que en el hombre.
  • Se trata de la quinta causa de mortandad en China y la primera entre las jóvenes de 15 a 34 años que viven en zonas rurales”.

https://elpais.com/diario/2004/01/18/domingo/1074401558_850215.html

Incidencias por sexo y edad

El suicidio se puede producir a cualquier edad:

  • En 2016 fue la segunda causa principal de defunción en el grupo etario de 15 a 29 años en todo el mundo.
  • En la edad de los quince y los veinte y cinco años es más elevado.
  • El suicidio es la segunda causa principal de defunción en el grupo etario de 15 a 29 años en el mundo;
  • Hay más intentos de suicidio en los hombres;
  • Pero, las tentativas de suicidios son más en mujeres que en los hombres en las edades de los cuarenta y de los setenta años;
  • En el sexo masculino los factores que elevan el riesgo de suicidio son la edad mayor de 45 años, viudos, separados, o divorciado.

Al respecto, tuve el honor de ser citado en un trabajo de investigación en México respecto a como afectaba a los hombres la separación en términos emocionales y psicológicos, que todos sabemos, en muchos casos, conduce al suicidio:

https://www.academia.edu/25809174/DYSTHYMIA_IN_BROKEN_HEARTS_COURTSHIP_ENDED  Instituto Mexicano del Seguro Social, Hospital General de Zona Número 1, Oaxaca. Asociación Oaxaqueña de Psicología A. C. /Centro Regional de Investigación en Psicología. México.

Transcribo literal parte del trabajo mencionado:

  • “En la población que nosotros estudiamos, las mujeres presentaron depresión, en mayor número e intensidad, lo cual concuerda con los datos epidemiológicos descriptivos de la mayor prevalencia de depresión en mujeres que en hombres, aunque algunos autores piensan que es el hombre quien más sufre luego de un rompimiento de pareja.
  • Por ejemplo, el terapeuta familiar Víctor Sforzini nos dice que, tradicionalmente se cree que las mujeres son las que más sufren con el término de una relación afectiva, debido a que valoran más que los varones todo lo que se refiere a la parte sentimental y de entrega en la pareja. Pero lo cierto es que son los hombres los que resultan más malheridos al enfrentar la separación, ya que son más vulnerables ante la privación de los afectos. Lo que ocurre, nos dice, es que son más débiles ante la privación emocional y no están preparados para resistirla (Sforzini, 2011).
  • Estas observaciones pueden servir para elaborar hipótesis que guíen futuras investigaciones, que puedan tomar en cuenta otros rasgos psicológicos a evaluar en sujetos como los nuestros”. Sforzini, V. (2011) Hombres: la separación y sus consecuencias. https://www.academia.edu/25809174/DYSTHYMIA_IN_BROKEN_HEARTS_COURTSHIP_EN DED Instituto Mexicano del Seguro Social, Hospital General de Zona Número 1, Oaxaca. Asociación Oaxaqueña de Psicología A. C. /Centro Regional de Investigación en Psicología. México.

Actualizando conceptos

Factores determinantes:

  • El aislamiento social;
  • Dificultades laborales y económicas;
  • Enfermedades depresivas;
  • Alcoholismo, (se calcula que el uso de alcohol etílico contribuye con el 15 al 50% de los suicidios. El intento de suicidio es dos veces mayor en alcohólicos que en la población en general;
  • Trastornos afectivos como morbilidad, especialmente depresión y depleción central de la serotonina, ambos conocidos factores de riesgo;
  • En adictos a la heroína es 20 veces mayor;
  • En adictos a la marihuana y la cocaína es 5 veces mayor.

Todos presentan síntomas tales como:

  • Personalidad antisocial;
  • Disforia;
  • Impulsividad;
  • Depresión e intoxicación.
  • La asociación entre dependencias de sustancias y depresión están ligados a mayor intento de suicidio.

Médico- Diagnóstico y Suicidio

  • Reconocer a un paciente con riesgo suicida es una de las tareas más difíciles a la que se enfrenta el médico.
  • La historia familiar es un factor significativo para el suicidio como, la predisposición genética para las enfermedades psiquiátricas.
  • Así como los factores biológicos, deficiencia de serotonina, disminución del metabolismo.

Sentimientos

Los afectos que aparecen en estos sujetos son:

  • Tristeza;
  • Nostalgia;
  • Aflicción;
  • Desesperación;
  • Resignación;
  • Humillación.

Métodos mas comunes

El suicidio y sus motivaciones psicológicas

Un tema tan complejo como este, posee, como vamos a ir razonando y descubriendo juntos, demasiadas aristas y complicaciones para arribar a una verdad definitiva.

Para Freud, por ejemplo, en su teoría de las pulsiones, (la última) nos habla de que existiría en el hombre tendencias contradictorias, expresadas en:

  • La pulsión de muerteo Thánatos;
  • La pulsiónde vida o Eros.

Thánatos

  • La vida puede ser un proceso bastante doloroso y agotador.
  • Para gran parte de la humanidad, existe mas dolor que placer, algo que nos cuesta habitualmente trabajo admitir;
  • La muerte promete la liberación de los conflictos;
  • Busca disolver los conjuntos y, de este modo, destruir las cosas;

Pulsión de muerte:

  • Afán por regresar al estado inorgánico inicial.

Principio de Nirvana:

  • Disolución del yo;
  • Tranquilidad total, cese de la estimulación y de la actividad;
  • Desintegración;
  • Violencia, agresión, destrucción;
  • Dolor, sufrimiento.

Eros

  • Congregarnos con otros;
  • Amar;
  • Convivir;
  • Son formas en que se manifiesta Eros, sin embargo, la relación con otros seres humanos muchas veces es fuente de dolor y sufrimiento.

Representa un principio de cohesión consistente en crear unidades cada vez mayores y fomentarlas, es:

  • La ligazón;
  • Pulsión de vida;
  • Afirmación del yo;
  • Unión con otros;
  • Amor, erotismo, creación, reproducción;
  • Placer

Antes que Freud, Goethe escribía lo mismo del siguiente modo:

  • «La muerte es algo tan extraño que, a pesar de todas las experiencias, se la considera como algo imposible y se presenta siempre contra del exterior.

Erich Fromm, escribió refiriéndose al suicidio:

  • “Los impulsos destructivos, constituyen una pasión que obra dentro de la persona y siempre logran hallar algún objeto; si no hay objetos exteriores, la agresión se dirige al yo y puede venir el suicidio.

Es decir, y como lo veremos en el desarrollo de nuestra columna, existirían en nosotros dos tendencias muy definidas:

  • Las que tenderían a mantenernos vivos y vitales, el Eros;
  • Las que tenderían a anular el instinto de supervivencia, mostrándonos o haciéndonos sentir la muerte como algo deseable, alternativa que se va tornando, con el pasar del tiempo, en única, Tánatos o Thánatos

La explicación a todo este desajuste estaría en procesos que devienen de la interacción con lo externo y/o provocado por enfermedades psiquiátricas con sus respectivos desórdenes orgánicos.

Los roles del yo y del superyó

Como podemos concluir y, además, agregar, esta autoagresión deviene por la incapacidad del yo:

  • Para elaborar exitosamente el duelo ante una pérdida importante de un objeto valorado libidinosamente por él, ya sea por muerte o separación física;
  • Para elaborar exitosamente sus conflictos inconscientes generadores de sentimientos de culpa.
  • El sentimiento de culpabilidad es el que ocasiona que la agresión se vuelva contra su yo.
  • El yo, en su incapacidad de tolerar lo que Freud denominó como “injurias al yo”, comienza a incubar inconsciente y luego conscientemente, que debe castigar al mundo, por su falta de amor y consideración para con él.
  • Por eso, los que amenazan con el suicidio, uno tiene que demostrarles lo agresivos y narcisistas que son con esto, pues quieren mandar el mundo a la “cresta”. no me merecen.

En el caso en comento, el suicidio de Alan García, ya está muy claro entonces, cual fue una de sus motivaciones.

  • Finalmente, para muchos autores, el padecimiento psíquico, en que seguramente es mas intenso el peligro del suicidio es la melancolía.
  • Investigados los melancólicos acerca de los motivos de sus ideas de suicidio, manifiestan que con su muerte quieren rehuir una vida desagradable o que buscan la muerte para castigarse por sus múltiples culpas, que no son las mismas que las señaladas en el punto dos, ya que , las culpas neuróticas, provenientes de personalidades obsesivas, no son las mismas que sufren los melancólicos, cuyas causales, están en predisposiciones y trastornos orgánicos por así decir, para no entrar en mayores definiciones.

 El suicidio como causal de un duelo no elaborado

Incapacidad del yo de elaborar el duelo

  • La pérdida de un objeto amoroso valioso y una agresión vuelta secundariamente contra el yo son factores que originan en un individuo la idea de buscar la muerte como medio de solucionar sus conflictos, al no poder sobreponerse a la pérdida mencionada.
  • A este proceso natural se le denomina “duelo”

Duelo:

  • Estado de tristeza en que se encuentra un individuo que ha sufrido la pérdida por la muerte de una persona querida y/o por separación;
  • Se recuerda cada una de las escenas felices vividas con su objeto sepultado y/o perdido por separación, y este recordar le emociona y le ocasiona dolor;
  • En el duelo la apreciación de la realidad sufre una perturbación parcial;
  • En ese instante la vida le parece poco interesante, el mundo incoloro y hasta desagradable;
  • Las actividades se realizan de un modo indeliberado;
  • Durante su derrotero, el yo va disminuyendo lentamente la intensidad de las cargas afectivas dirigidas a la representación intra-psíquica del objeto libidinoso perdido;
  • Esta disminución de la intensidad de las cargas afectivas —trabajo del duelo, según la designación de Freud—va acompañado de mucha tristeza;
  • Se siente así que predominan los objetos internos «malos», y que su mundo interno está en peligro de desgarrarse. (Melanie Klein).
  • Sabemos que, en el sujeto en duelo, la pérdida de la persona amada lo conduce hacia un impulso de reinstalar en el yo este objeto amado perdido (Freud y Abraham).

A veces se presentan tendencias auto-agresivas en forma de:

  • Deseos de muerte;
  • De causarse daño arañándose;
  • Arrancándose los pelos;
  • Cometiendo otros actos de violencia en su contra.

Pero, ulteriormente, si todo sigue su curso normal:

  • La carga emotiva de los recuerdos originados en la representación mental del objeto perdido se hace menor;
  • La carga afectiva vinculada al recuerdo disminuye notablemente y,
  • Por lo tanto, el dolor es también menos intenso.

“La realidad impone a cada uno de los recuerdos y esperanzas, su veredicto de que dicho objeto no existe ya, y el yo, decide, bajo la influencia de las satisfacciones narcisistas de la vida, decide abandonar su ligamen con el objeto destruido”

  • El duelo ha realizado su labor.

Duelo no elaborado

Cuando una persona ha sufrido una pérdida por:

  • La muerte o por la separación de un ser querido;
  • Padres-hermanos-hijos-marido-esposa, y no logra elaborar su duelo después de un período determinado de tiempo, -máximo un año y medio-, pasamos a hablar del proceso patológico de “duelo no elaborado”.

Freud, nos dice: «La aflicción normal supera también la pérdida del objeto y absorbe igualmente todas las energías del yo.

En el complejo estado psicológico del duelo por la muerte o la separación de una persona querida, -no olvidemos que en el caso de la separación matrimonial son muchas las pérdidas, tanto emocionales como económicas-, existen cuatro factores que debemos valorar y considerar:

  • Disminución de la intensidad de los apegos dirigidos a la representación mental del objeto amado;
  • Tristeza;
  • Depreciación de la realidad;
  • Tendencias agresivas en contra del yo.

Todo este proceso puede acentuarse negativamente, al no lograr la superación de la pérdida y acercándonos a la posibilidad del suicidio.

“En el duelo de un sujeto, la pena por la pérdida real de la persona amada está en gran parte aumentada, según pienso, por las fantasías inconscientes de haber perdido también los objetos «buenos» internos”. “– Melanie Klein

Freud en su artículo sobre «Duelo y melancolía» señaló:

  • “Muchos sujetos en duelo pueden sólo lentamente restablecer los vínculos con el mundo externo porque están luchando todavía con el caos interior;

Cuando no elaboramos el duelo, sobreviene la depresión y el suicidio. El proceso que conduce a el, sobre todo en la pérdida por muerte, es:

  • La identificación con la persona querida que ha muerto es a veces tan intensa que puede conducir a desear la misma muerte que aquella.

Mitología griega

Cuando estuve en Grecia junto a un gran amigo, Javier Said, tuvimos la oportunidad de visitar los lugares mas especiales ligados a la leyenda Ateniense y a la mitología griega. Allí nuestro guía, nos contó la siguiente triste historia sobre Egeo, Rey de Atenas y padre de Teseo:

Teseo, hijo del Rey, se embarca en una expedición que tenía como propósito terminar con el temido Minotauro, pero, al regreso de esta misión, si había logrado su cometido, debía cambiar las velas negras con las cuales partía por las blancas de la victoria.

  • Teseo olvida hacer este cambio y su padre, el anciano Egeo, leyó en las negras velas del barco de su hijo, que éste había muerto y, sin poder soportarlo, “se arrojó al mar, el que, desde entonces, lleva su nombre”.

La celestina

Lo mismo sobreviene, por ejemplo, en el suicidio de Melibea en La Celestina.

  • El amante de Melibea, Calisto, murió de una caída al intentar descender apresuradamente por la escala que le había conducido a la habitación de su amada.

Por ello, Melibea, antes de inmolarse, exclama:

  • Su muerte conviene a la mía; convídame y fuerza que sea presto, sin dilación, muéstrame que he de ser despeñada por seguirle en todo”
  • Como lo demuestran estos casos, el suicida anhela desaparecer de la vida, de la misma manera que ha muerto su objeto amoroso.
  • Existe, por lo mismo, una identificación con el objeto perdido y también con la suerte acaecida a este objeto.

Por eso, en La Celestina (veinteno acto):

Melibea. (A solas) “Algún alivio siento en ver que tan presto seremos juntos yo y aquel mi querido amado Calisto. Quiero cerrar la puerta, por que ninguno suba a estorbar mi muerte. No me impidan la partida, no me atajen el camino por el cual, en breve tiempo, podré visitar en este día al que me visitó la pasada noche…

Pleberio. Hija mía, Melibea, ¿qué haces sola? ¿Qué es tu voluntad decirme? ¿Quieres que suba allá?

Melibea. Padre mío, no pugnes ni trabajes por venir adonde yo estoy, que estorbarás la presente habla que te quiero hacer.

  • Lastimado serás, brevemente, con la muerte de tu única hija.
  • Mi fin es llegado; llegado es mi descanso e tu pasión; llegado es mi alivio e tu pena; llegada es mi acompañada hora e tu tiempo de soledad. No habrás, honrado padre, menester instrumentos para aplacar mi dolor, sino campanas para sepultar mi cuerpo.
  • Si me escuchas sin lágrimas, oirás la causa desesperada de mi forzada e alegre partida. No la interrumpas con lloro ni palabras; si no, quedarás más quejoso en no saber por qué me mato que doloroso por verme muerta. Ninguna cosa me preguntes ni respondas, más de lo que de mi grado decirte quisiere. Porque cuando el corazón está embargado de pasión, están cerrados los oídos al consejo.

 Suicidio por sentimientos de culpa

Este tipo quizás sea el más fácil de entender y comprender:

  • Una persona se siente culpable por lo sucedido a un tercero, en razón de sus actos y en su interior van aumentando neuróticamente sus sentimientos de culpa, terminando el proceso en el suicidio.
  • Conocí un caso en que la mujer fue infiel a su marido, y no pudiendo soportar la culpa, terminó inmolándose, luego de dejar dos cartas, rociando su cuerpo con parafina y prendiéndose fuego.
  • Los autorreproches son aquí el elemento insoportable para el yo, más, la presencia de un superyó severo y sádico como juez, que termina en un castigo propio de las personas demasiado obsesivas y perfeccionistas.

Suicidio por “injurias al yo”

El suicidio es un acto de agresión narcisista, esta es nuestra segunda aseveración.

¿Por qué narcisismo?

Puedo comenzar diciendo que en muchos de los casos de suicidio se puede observar el deseo agresivo del suicida dirigido directamente al exterior

  • El suicida quiere castigar al ambiente que ha causado su resolución desesperada.
  • Entiende que con su muerte impide la agresión del ambiente hacia él y que, además, su muerte es un continuo y “eterno acto de recriminación al mundo y a todos nosotros, sus conocidos”.

Adler, por ejemplo, razona este deseo de venganza en contra del ambiente como el factor más importante en la psicología del suicidio cuando escribe:

  • «De ese modo se origina en el inconsciente una situación en la que se desea la enfermedad y hasta la muerte, en parte para amargar a los familiares y en parte para hacerles comprender el valor de la vida del que habían tratado mal. Según mi experiencia, esta constelación es el fundamento corriente de los casos y tentativas de suicidio”.

Por tal razón, podemos afirmar que: el suicidio es un acto de sadismo y auto sadismo intenso

El suicidio como autoagresión

Si asumimos que detrás del acto del suicida, existe una autoagresión, deberíamos decir entonces que esta puede ser puede ser aguda o crónica:

La aguda sucede en un santiamén, es decir:

  • El suicidio mediante un disparo en la cabeza, que es la que corresponde al acto planificado del expresidente del Perú, Alan García y del brigadier general ® Hernán Chacón de quién ignoramos si ya estaba pre-establecido en su mente y decisión, pero, que, debemos presumir que si.
  • Ofrezco todas mis condolencias a su familia por tan sensible y dramática pérdida.

La autoagresión crónica se lleva a cabo día a día, durante largo tiempo

Por eso decimos que:

  • El alcoholismo;
  • La drogadicción;

La obesidad,

  • La anorexia
  • La bulimia
  • La compulsión a fumar, -tabaquismo-, son suicidios lentos

Meditemos sobre el suicidio desde el punto de vista de la autoagresión:

  • El yo perpetra una acción tan violenta contra si, que consigue destruirse a tal punto, que deja de existir, por los tiempos de los tiempos.

Imposibilidad de devolver la agresión

Muchas veces, la imposibilidad de devolver la agresión al entorno, genera:

  • Pensamientos rumiativos;
  • De odio;
  • De deseos de venganza que terminarán tristemente en un acto suicida;
  • Es decir, la vuelta de la agresión en contra del yo, por la imposibilidad de devolver la agresión en forma directa hacia lo externo.

Ya sea por estar en una situación de inferioridad en tanto y en cuanto al poder, cualquiera sea su índole:

  • Que imposibilite, entre otras, la recuperación de la dignidad humana mancillada, desgraciadamente, la autoagresión es “el camino de salida”.

Estos casos los encontramos en la historia, en la literatura, en la ópera

 Veamos algunos ejemplos:

  • El Rey Carlos VIII de Francia era físicamente feo y, además, tenía halitosis severa, que daba asco. En Nápoles, manda traer a un grupo de jóvenes pescadoras de Santa Lucía y, eligiendo entre ellas a la más guapa, una preciosa muchacha de dieciséis años, pasó toda la noche en su compañía, obligándola a tener sexo con él.
  • En la mañana, la doncella, asqueada por lo sucedido en la noche, se subió a una roca y se suicido tirándose al mar
  • El suicidio de esta muchacha se debe a sus deseos de matar al rey, que no pudo realizar y que se volvieron en contra de ella misma. Su suicidio, psicológicamente, significa querer matar al rey.

Un caso muy similar nos cuenta Shakespeare, después de referir la violación de Lucrecia por Tarquinio, y hace exclamar a ésta:

  • “El solo remedio que puede curarme es obligar a que salga de mis venas mi sangre, odiosamente mancillada… Legaré mi honor al cuchillo que hiera mi cuerpo deshonrado.
  • Es acto de honor poner fin a una vida deshonrada, pues cuando la vida concluya, subsistirá la honra.
  • Así saldrá mi fama de las cenizas de mi vergüenza, y muerta así mi vergüenza, mi honra será del mundo.
  • Caro señor de la joya preciada que he perdido, ¿Qué porción te legaré?
  • Mi resolución, amor mío, será tu tema de orgullo y el ejemplo que te enseñe que venganza debes tomar”.

La historia es la siguiente:

Se sabe que su belleza y honestidad impresionaron vivamente a Sexto Tarquino. Éste, para satisfacer los frenéticos deseos que sentía por ella, pidió hospitalidad a Lucrecia cuando su esposo se hallaba ausente.

  • Aprovechando la oscuridad de la noche, se introdujo en la habitación de Lucrecia y la violó.
  • Al día siguiente Lucrecia llamó a su padre y a su esposo, y les refirió el ultraje recibido.

Les pidió venganza contra Sexto Tarquino y se hundió un puñal en el pecho luego de pronunciar aquella admirable frase:

  • ¡Ninguna mujer quedará autorizada con el ejemplo de Lucrecia para sobrevivir a su deshonor!

Debo confesar, que el autor de estas líneas, producto de una estafa cometida por funcionarios de uno de los bancos más grandes del país, lo que significó la pérdida en lo material, de los esfuerzos de toda una vida, y dejando a mi familia en la total indefensión material, emocional  y psicológica, más la sensación de impotencia frente a un acto “avalado” técnicamente por la justicia, con el aprendizaje de que la justicia es “tecnicismo” y no la idea romántica que tenemos de ella, pasé por pensamientos y “pantallas suicidas”.

Decidí quedarme y con un libro donde entregaré todos los antecedentes buscar “mi reparación” psico-emocional y la “justicia” que nos fue negada.

  • Por esta razón, la “mágica” e inteligente reflexión que hace Shakespeare declamar a Hamlet, me estremece en lo más profundo

El suicidio como un sacrificio por amor

Por otra parte, Rigoletto y su tragedia que termina en el “suicidio” de su hija en un acto de amor, nos muestra toda la intensidad de los sentimientos y las pasiones humanas.

Este esquema, nos grafica todo lo señalado, aquí vemos los factores que pueden culminar en Tánatos:

Sr juez

Sabemos por las experiencias de personajes públicos que se han suicidado, ya mencionados, que en general estos siempre dejan una carta explicando sus razones con mensajes a muchos de sus cercanos y enemigos.

Confesiones previas de suicidas mediante sus cartas de despedida, prueban que matándose consiguen anular psicológicamente la pérdida de tal objeto.

Es, por ejemplo, el caso del suicidio de a quién se le muere la mujer querida, «para vivir eternamente con ella».

El suicidio de Alan García

Presentamos ahora, para vuestro propio análisis y reflexión, la carta que ya tenía escrita y firmada, incluso con su huella digital, buscando con ello violentar a sus enemigos y terminar pasando a la historia en tanto y en cuanto a su vida como en su muerte: “Dejo mi cadáver como muestra de desprecio a mis adversarios”

«La razón de mi acto»

Carta íntegra del expresidente Alan García

 

 

El análisis del texto nos muestra a un Alan García que en primer lugar nos expresa una postura de superioridad ante sus enemigos y “perseguidores”, misma sensación que dejo en boca cuando leí de niño la “Apología de Sócrates” ya que, en su retórica defensiva, siempre está con una postura de supremacía intelectual sobre quienes le han denunciado y quienes finalmente le condenarán a beber cicuta.

Aclaro, que comparto esa postura “narcisista”, ya que, efectivamente, llega a la conclusión que el es el más sabio de todos los hombres, pues al parecer, es el único que sabe que no sabe nada. “Solo sé que nada sé”

Luego Alan García se declara como un hombre feliz y satisfecho consigo mismo y su obra, para culminar tratando en forma despreciativa a sus enemigos, con una frase para la historia, para el bronce: “Dejo mi cadáver como muestra de desprecio a mis adversarios”

El suicidio por enfermedad

Alfredo de Vigny, en Chatterton, describe la motivación del suicidio del protagonista del siguiente modo:

  • «Está atacado de una enfermedad mortal, casi completamente incurable y muchas veces contagiosa; enfermedad terrible que se apodera sobre todo de las almas jóvenes, ardientes y nuevas en la vida, que desean el amor de lo bello y lo justo y que vienen al mundo para encontrar a cada paso todas las fealdades y todas las iniquidades de una sociedad mal construida.
  • Este mal es el odio a la vida y el amor a la muerte: es el suicidio obstinado.

El suicidio en distintas culturas

Siempre podemos observar que el conflicto se traduce en una autoagresión o una forma muy especial, narcisista y/o cultural de agredir a otros, mediante el acto de autoagresión y autodestrucción del yo, en el sentido fatal.

Muchos autores han estudiado la agresión al exterior en algunas investigaciones etnográficas, que nos muestran como en algunas tribus o pueblos el suicidio tiene o ha tenido una alta connotación de agresividad al entorno o a algún enemigo en particular:

  • Entre algunas tribus de la Costa de Oro, era común que un individuo, antes de suicidarse, imputará su extrema resolución a la conducta de un tercero. Éste quedaba obligado a sufrir la misma muerte; a tal práctica, basada en la ley de la tribu, se la denomina «muerte propia sobre cabeza ajena».
  • Entre los indios tinklit, la persona ofendida, incapaz de vengarse, atenta contra su vida con objeto de exponer al ofensor a la venganza de parientes y amigos.
  • Entre los chuvaches (Simbirk, Rusia) se acostumbraba antiguamente que las personas enfurecidas se ahorcasen a la puerta misma de la casa del causante de su cólera.
  • En China constituye motivo de admiración el suicidio que se comete para tomar venganza de un enemigo que no esta al alcance.
  • Según las teorías chinas es este el sistema más efectivo de venganza, no solo porque las leyes cargan la responsabilidad del suicidio en el que lo ocasionó, sino también porque se juzga que el alma, desembarazada de la envoltura e impedimento del cuerpo, esta en mejor disposición que el hombre en vida para perseguir al enemigo

La fuerza agresiva contra el exterior del suicidio, sobre todo si se realiza de un modo colectivo, es tan grande que a veces se emplea como medio de decidir la suerte de un acto importante; por ejemplo, de un combate.

  • Granet cuenta que, en China, antiguamente, antes de empezar un combate, «se enviaba delante a los valientes destinados a la muerte . . . al llegar al sitio en donde estaba el enemigo, gritaban intensamente y luego se cortaban el cuello.

El suicidio desde la literatura

Mucho antes que la psicología, el poeta, el literato, nos develó el alma humana con sus motivaciones inconscientes, nos legó arquetipos como:

  • Edipo;
  • Otelo;
  • Don Juan;
  • El Quijote y tantos otros.

Un acto y suceso como el suicidio no podía escapar a su aguda mirada, he aquí algunos ejemplos:

En Antonio y Cleopatra, de Shakespeare, acto cuarto, escena XVl, exclama Antonio al suicidarse:

  • “[Silencio! No es el valor de César el que ha derribado a Antonio, sino el valor de Antonio el que triunfa de sí mismo. Tenía que ser así. Nadie sino Antonio podía vencer a Antonio. ¡Pero que desgracia que haya sucedido!

En la misma obra, acto quinto, escena H, Cleopatra coge un áspid, que se aplica al seno al mismo tiempo que exclama:

  • “Dame el vestido;
  • Colócame la corona;
  • Siento en mi la sed de la inmortalidad.
  • Ahora nunca más el zumo de los racimos de Egipto va a mojar estos labios;
  • Me parece que oigo a Antonio que me llama. Le veo levantarse para alabar mi noble acción; le oigo burlarse de la dicha de César... Voy, esposo mío, ¡ahora pruebo por mi valor mis títulos a este nombre”! . . .

En Julio Cesar, de Shakespeare, acto quinto, escena V:

  • Bruto: ¡” Nuestros enemigos nos han batido y empujado hasta el borde del abismo!
  • Es más honroso lanzarnos dentro que esperar que nos precipiten en el fondo”.

Goethe hace decir a Werther:

  • «La humanidad es de tan cortos alcances que no comprende ni el principio ni el fin de su existencia«

Shakespeare y Hamlet

En el célebre monólogo de Hamlet, que como solemos hacer, en este mundo de slogan insulso, desvirtúa el verdadero sentido de ¡Ser o no Ser! (acto tercero, escena I), el que arbitrariamente desglosaré para que entendamos el drama existencial y emocional de Hamlet, quién esta al borde de sus propios límites:

  • Aquí lo que se percibe, es el momento en que, ante la imposibilidad de luchar contra la agresión del exterior, el yo vuelve sus deseos agresivos contra sí mismo y piensa en el suicidio:

Hamlet:

  • ¡Ser o no Ser he aquí el problema!
  • ¿Que es más elevado para el espíritu?, sufrir los golpes y dardos de la insultante Fortuna, o tomar las armas contra un piélago de calamidades y, haciéndoles frente, ¿acabar con ellas? Morir . . ., dormir; ¡no más!
  • ¡Y pensar que con un sueño damos fin al pesar del corazón y a los mil naturales conflictos que constituyen la herencia de la carne! ¡He aquí un termino devotamente apetecible!
  • ¡Morir …dormir!

Shakespeare mediante Hamlet, nos hace deliberar de si debemos buscar un desagravio a las adversidades mediante la propia muerte, ese es el verdadero significado de tan problemática confrontación consigo mismo.

Personajes históricos que se han suicidado (Aparte de los ya mencionados)

Murieron por suicidio:

  • Aníbal, sorbiendo el veneno de su anillo para no ser prisionero de los romanos;
  • Temístocles quien prefirió envenenarse antes de agredir a su patria;
  • Demóstenes que eligió el Templo de Neptuno para envenenarse antes de caer en poder de Alejandro El Grande;
  • Sócrates que bebió la cicuta para poner fin a su vida. Se le dieron dos opciones, por ello lo contemplo como suicidio.
  • Una alternativa era renegar de sus ideas o ser condenado al suicidio por cicuta. Eligió la muerte.

El chiste y el suicidio

—Cuatro amigos míos de la infancia se han suicidado. Uno de ellos el pobre Enrique— porque se le murió la mujer;

¿Y los otros tres?

—Justamente por todo lo contrario.

El mecanismo de este chiste es el siguiente:

  • Los tres amigos estaban casados con unas mujeres tan insoportables que tuvieron deseos de matarlas. Como el realizar tales deseos de muerte les era imposible, tuvieron que volver la agresión en contra de si mismos, suicidándose.
  • Este mecanismo, expresado en el chiste por medio de una elipsis y por el contraste con el comportamiento del primer amigo, nos hace reír, descubriéndonos procesos psicológicos profundos.

Ganancias secundarias

Sabemos que no existen los actos “inocentes” y que en general, aún en las situaciones mas calamitosas para el yo, siempre existe alguna ganancia secundaria.

Por ejemplo, para Bromberg y Schilder, en la experiencia psicológica inconsciente y consciente del suicidio, la muerte tiene diversos significados:

  • Huida de una situación intolerable.
  • En la muerte se vive una nueva vida, sin ninguna de las dificultades de la vida actual, con lo que la idea de muerte llega a ser una especie de juego.
  • Muerte puede significar un método para forzar a los otros a dar más amor, del que hubiesen otorgado de otro modo.
  • Muerte puede significar la mayor perfección narcisista, que otorga al individuo una importancia permanente e inamovible. La historia de Mishima que pueden encontrar en sus libros y en la película homónima podrán vivir la experiencia de comprender lo aquí expresado.

 La muerte satisface las tendencias masoquistas:

  • Es una idea de autocastigo, ya que perpetua en la muerte el sufrimiento infligido por el autocastigo.
  • La eternidad del fuego infernal refleja esta actitud psicológica.

¿Cuál es el punto de vista cristiano acerca del suicidio?

En un tema tan importante y transversal es vital para nuestro análisis incorporar la visión cristiana del suicidio, desde los relatos bíblicos y la interpretación del hombre religioso, encontrando ciertas contradicciones, pero, también una gran coherencia en otros, sobre todo, lo siguiente que me identifica plenamente:

  • “El suicidio es algo espantoso y causa un grave trauma en aquellos que sobreviven.
  • Ya que esto es así, algunos creen que el suicidio es “un pecado imperdonable”.
  • Pero, no es un pecado peor que otros.
  • En verdad, podemos juzgar que el suicidio es una mala forma de afrontar los problemas de uno, pero debemos dejar en manos de Dios el juicio eterno”.

Primera visión:

  • La Biblia considera que el suicidio es igual al asesinato – eso es lo que es – asesinarse uno mismo.
  • Dios es quien va a decidir cuándo y cómo va a morir una persona.

Según la biblia, el suicidio no es lo que determina si una persona logra entrar al cielo:

  • Si una persona “no salva” se suicida, no ha hecho nada más que «acelerar» su viaje al infierno.

Sin embargo:

Segunda visión

  • “Algunas religiones enseñan que el suicidio es un pecado imperdonable.

Pero, ¿qué dice la Biblia acerca del suicidio?

  • No hay duda de que suicidarse es un pecado, a la luz del sexto mandamiento, en el que Dios dice: “No matarás” (Éxodo 20:13), y el suicidio es matarse a uno mismo.

Sin embargo, no debemos apresurarnos a condenar a una persona que muere de esta forma, porque ella ha estado bregando con unos problemas muy graves que pueden incluir:

  • Drogadicción;
  • Alcoholismo;
  • También pueden incluir ciertas enfermedades mentales, que pueden ser difíciles de comprender aún para aquellos que se enfrentan a nivel profesional con ellas;
  • Además, la persona que se suicida con frecuencia ha estado enfrentando estas cosas en secreto, y la profundidad de su batalla sólo es conocida por ella misma;

¿Condenaría Dios a una persona por toda la eternidad por ese último acto que es un pecado?

  • No debemos tratar de hacer un juicio acerca del destino eterno de alguien.
  • El juicio final es una prerrogativa de Dios, que se la ha delegado a Jesucristo (Juan 5:22), no a nosotros.
  • En verdad, podemos juzgar que el suicidio es una mala forma de afrontar los problemas de uno, pero debemos dejar en manos de Dios el juicio eterno.

¿Puede Dios extender su misericordia, a un creyente que toma su propia vida?

Al fin y al cabo, el creyente sabe que el suicidio es malo.

Veamos un salmo que nos muestra el carácter de Dios:

  • “Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, engrandeció su misericordia sobre los que le temen” (Salmo 103:11).
  • La Biblia valora la misericordia por encima del juicio, concluyendo que “la misericordia triunfa sobre el juicio” (Santiago 2:13).
  • Afortunadamente, Dios nos juzga a cada uno por toda nuestra vida cristiana, en lugar de tener en cuenta un solo error.
  • Un incontable número de personas ha muerto sin haberse arrepentido de los pecados que ha cometido en su vida.

¿Cuál es el destino de todos aquellos que mueren—incluyendo a los que se suicidan—sin haberse arrepentido de sus pecados?

  • La verdad es que Dios no ha terminado de obrar con la mayoría de personas que han vivido y se han muerto.
  • Por ser la máxima expresión de justicia que existe, Dios no va a condenar a alguien que haya muerto sin haber entendido el plan de salvación de Dios.
  • Dios no condena a nadie sin primero enseñarle a esa persona lo que se espera de ella, sin haberle dado la habilidad espiritual para entender, así como la capacidad de vivir según sus expectativas.
  • Aun después de la conversión de una persona, Dios continúa trabajando con ella, guiando y animando a los que hayan cometido errores (y todos los cometen), para que se vuelvan de ellos y vuelvan al sendero correcto.

En resumen:

  • Hay muchas razones para tener esperanza acerca del futuro de todos aquellos que se suicidan. Esperamos que esta verdad conforte a nuestros lectores que están luchando con esta terrible pena que sólo aquellos cercanos a los que se suicidan pueden conocer.

https://vidaesperanzayverdad.org/vida/vida-despues-de-la-muerte/que-dice-la-biblia-acerca-del-suicidio/

La conducta suicida en la biblia

Los suicidios se remontan a lo más antiguo de la humanidad. En la Biblia, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, se hace referencia a varios suicidios:

El primer suicidio bíblico es Abimelec (Jueces, 9, 54):

  • Según se describe Abimelec llegó hasta la torre para atacarlos… Pero una mujer le arrojó una piedra de molino y le partió el cráneo.
  • Él llamó enseguida al muchacho que llevaba sus armas y le dijo: “desenvaina tu espada y mátame, para que digan de mí: lo ha matado una mujer”. Su escudero lo atravesó y murió. El método utilizado para realizar el acto suicida es el arma blanca.

El segundo caso de suicidio registrado en la Biblia es el de Sansón (Jueces 16,30):

  • Sansón hace una petición a Yahvé para que le devolviera la fuerza y vengarse de los filisteos por la pérdida de sus dos ojos.

Se describe ese momento de la siguiente manera:

  • «Muera yo con los filisteos. Apretó con todas sus fuerzas y la casa se derrumbó sobre los jefes y la gente allí reunida. Los que arrastró en su propia muerte fueron más que los que había matado en su vida».
  • Este episodio describe de mano maestra el denominado suicidio ampliado, pues se arrastra a morir a otros que no lo desean. En este caso el método utilizado para cometer suicidio es el aplastamiento.

Los otros dos suicidios descritos en la Biblia son los de Saúl y su escudero (Samuel 1, 31,4-5)

Saúl le dijo a su escudero:

  • «Saca tu espada y traspásame, no sea que lleguen esos infieles a burlarse de mí.
  • Pero el escudero no se atrevió a hacerlo… Entonces Saúl se arrojó sobre su espada.
  • Viendo que su jefe había muerto, el escudero se lanzó también sobre su espada y murió junto a él..

Un quinto suicidio descrito en los textos bíblicos es el de Ajitofel (Samuel 2, 17 23)  consejero cuyas palabras eran tenidas como divinas, tanto por David como por Absalón.

Se cita que:

  • «Cuando vio Ajitofel que no había seguido su consejo, ensillo su burro y partió a su ciudad.
  • Una vez en su casa, puso todo en orden y luego se ahorcó».
  • Es interesante esta descripción del suceso pues refleja los sentimientos de inutilidad de Ajitofel así como un factor de riesgo suicida demostrado hasta la saciedad, que es «poner las cosas en orden». El método elegido, el ahorcamiento, es el tercer tipo descrito hasta aquí.

El sexto suicidio que aparece en las Sagradas Escrituras es Zimri (Reyes 1, 16,18).

  • Este cruel rey «cuando vio que la ciudad iba a ser tomada, entró en la fortificación, prendió fuego al palacio real y murió». Aquí se anuncia el cuarto método para cometer suicidio: el fuego.

Eleazar, quien llevaba por sobrenombre Abarán, es el séptimo suicida bíblico (Macabeos 1,6, 46).

  • Al igual que Sansón, muere por aplastamiento, pero se diferencia en la génesis del acto, que fue un acto de venganza en el fornido y melenudo ciego y por altruismo en Eleazar quien pretendía provocar la muerte de un jefe montado en un elefante.
  • Uno murió aplastado por una obra creada por el hombre (Sansón) y el otro por una criatura de la naturaleza. La fama eterna… Llegado el elefante se deslizó debajo de él y le dio un golpe mortal en el vientre. El elefante, al caer, le aplastó y murió allí mismo».
  • Se trata sin lugar a dudas de un suicidio altruista.

El octavo suicida descrito en la Biblia es Tolomeo, llamado Macrón (Macabeos 2, 10, 13)

  • Le llamaban continuamente traidor, recordando que había abandonado la Isla de Chipre, que Filemator le había confiado, para pasarse al partido de Antioco Epifanes.
  • Al no poder desempeñar con decoro tan alto cargo, desesperado se envenenó y acabó con su vida.
  • Por primera vez aparece la ingestión de sustancia como método suicida y es el primer método «suave o blando» descrito, pues el resto de los mencionados pueden ser considerados como «duros o violentos».
  • La pobre autoestima consecutiva a la calificación de traidor pudiera haber contribuido al desenlace fatal de Macrón.

El noveno suicidio es el de Razis (Macabeos 2, 14, 42-46) uno de los ancianos de Jerusalén

  • Se cuenta que Razis rodeado por todas partes, se hirió en el vientre con su espada.
  • Prefirió morir valerosamente antes de caer en manos extrañas y sufrir ultrajes indignos de su noble origen.

Este personaje bíblico fue portador de una elevada suicidabilidad, pues utilizó varios métodos:

  • Herida de arma blanca en el abdomen, precipitación y evisceración.
  • Pudiera ser considerado un suicidio altruista y es el último que aparece en el Antiguo Testamento.

En Tobías 3, 10 son descritas las ideas suicidas de Sara

  • Quien «se sintió tan afligida que quiso ahorcarse.

Sin embargo, pensó:

  • Soy hija única de mi padre.
  • Si se me ocurriera hacer tal cosa, ¡qué vergüenza para él!
  • Por culpa mía su vejez acabaría llena de tristeza».
  • En Sara se correlaciona la aflicción, con los deseos de morir, los sentimientos de soledad, el pesimismo y la ideación suicida, todo ello ocasionado por eventos vitales psicotraumáticos, como es la pérdida de seres queridos y la burla en sus relaciones con otras personas.

En el Nuevo Testamento, aparece sólo un suicidio, en Mateo 27, 5 se puede leer:

  • «Entonces él, lanzando las monedas en el Templo, fue y se ahorcó».
  • En versículos previos se describe la condición de Judas Iscariote, como «lleno de remordimientos», o que sea la culpabilidad por haber traicionado a Jesús.

Sin embargo, en Hechos 1, 16-19, se hace referencia al discurso de Pedro:

  • «Hermanos, era necesario que se cumplieran las Escrituras referente a Judas, al que se hizo el guía de los que prendieron a Jesús…
  • Sabemos que se compró un campo con el salario del pecado, luego se tiró de cabeza reventándose y sus entrañas se desparramaron.
  • Todos los habitantes de Jerusalén supieron del asunto y llamaron ese lugar: Campo de la Sangre.
  • » Como se hace evidente en Hechos, el método elegido por Judas para consumar el suicidio es la precipitación y no el ahorcamiento, que ha sido el que clásicamente se le ha atribuido.

¿Que es la muerte para el suicida?

Meditemos, preguntémonos y reflexionemos al final de nuestro análisis:

  • ¿Qué valor psicológico tiene la representación de la muerte en un individuo con tendencias suicidas, aparte de todos los puntos y razones expuestas hasta ahora?
  • ¿Qué significa la muerte para el inmolado?

Generalmente pensamos que para el suicida la muerte tiene únicamente la significación de librarse de los conflictos que le atormentaban, buscando un refugio en la nada.

  • Pero, esta inicial visión, no obstante, aunque parezca lógica, no es exacta, ya hemos indicado que el suicidio es multifactorial.

Kauders, por ejemplo, nos dice que la muerte, como negación de la existencia, no es el único propósito del suicida al afirmar que:

  • «En el suicidio no podemos ver exclusivamente una huida de la vida;
  • Los motivos del suicidio no los suministra la muerte ni el pensamiento de la muerte, sino la vida misma»

Corolario

Creo que está lo suficientemente argumentado que:

  • El suicida, al auto eliminarse, consigue desembarazarse de la agresión del ambiente en que vive, lo que supone para él un éxito, ya que el medio que le veja se ve frustrado en sus intenciones
  • También que, en acto de narcisismo extremo, muchas personas cometen este acto para castigar al mundo, colocándose en una posición de supremacía sobre los demás, ¡ustedes no me merecen y aquí les dejo su mundo de …….
  • Y, ahora, sufran las consecuencias de mi suicidio.

Por lo tanto, el suicida es consciente de que su acto:

  • Engendrará una serie de reacciones afectivas entre las personas que convivían con él;
  • Y, el pensar en la índole e intensidad de dichas reacciones, es uno de los motivos que le impulsan a suicidarse.

No debemos obviar que depresión y suicidio constituyen un binomio tristemente emparentado, en ellos el suicidio está en cabeza de las causas de mortalidad y constituye el 60 % de las causas de muerte en estos pacientes durante los primeros años de enfermedad.

  • Como dije anteriormente, es la segunda causa de muerte en general, en hombres y mujeres, entre los 15 y 25 años, lo que resulta importante sí se tiene en cuenta la baja mortalidad en estas edades.
  • No existe una forma universal de detectar el paciente suicida.
  • Sin embargo, el clínico no debe olvidar esta posibilidad ante ningún depresivo.
  • Cerca de un 80 % de los pacientes que realizan un intento de suicidio serio, o se suicidan, podrían haber sido diagnosticados previamente de depresivos, como se ha demostrado en estudios retrospectivos.

 Factores de riesgo

Deben tenerse en cuenta los siguientes factores relacionados con el riesgo de suicidio:

El riesgo aumenta con la edad:

  • Los pacientes mayores de 50 años son los que acumulan más factores de riesgo.
  • Los varones superan 3 ó 4 veces a las mujeres en cuanto a riesgo de suicidio.
  • El riesgo es superior en las personas que viven solas, separadas, divorciadas, o en aislamiento social.
  • En contra de una creencia popular relativamente extendida, el riesgo es mayor en personas que previamente han efectuado intentos de suicidio.
  • La idea de que el suicidio no consumado indica que estas personas solo quieren llamar la atención, puede conducir a graves errores
  • El consumo de alcohol aumenta asimismo el riesgo de autolisis.
  • El riesgo es mayor cuanto más elaborado es el plan del paciente.

En efecto:

Según libro publicado por Química Hoechst, “Trastornos depresivos en la práctica diaria” nos encontramos con las siguientes sugerencias:

  • “Cuantas más vueltas se dé a esta idea, cuanto más se acaricie la posibilidad y se piensa en ello, más probabilidad de que los pacientes depresivos lleguen a realizar el intento de suicidio.
  • El deseo de desaparecer de este mundo, de dejar de estorbar, de expiar supuestas culpas, puede llegar a ser muy intenso.
  • En algunas ocasiones, el paciente puede querer conseguir que el médico se despreocupe, y puede argumentar que sus convicciones religiosas o ético-morales, o su responsabilidad como padre de familia, por ejemplo, le impide tan siquiera pensar en ello.
  • En estos casos el médico no debe dejarse convencer ni confiarse, posibilitando así la acción suicida. No debe hacerse caso de argumentaciones de este tipo, aunque puedan ser reales.
  • Estas verbalizaciones pueden ser la expresión del intento del paciente para asegurarse de que va a tener plena libertad de acción.
  • El riesgo de suicidio es también mayor en personas que padecen alguna enfermedad física, concomitante o no con la depresión.

Suicidas en mi vida QEPD

¿Quién no tiene o ha conocido algún cercano; familiar y/o amigo que no haya sufrido la terrible experiencia del suicidio?

A todas aquellas personas que enumero a continuación, así como todos aquellos que han optado por el camino de poner fin a su existencia, -algunos a muy temprana edad-, como V. K. G., estudiante de medicina, una bellísima y sensible persona, quién se suicidó en el año 1973, a sus 19 años.

  • Lamento, no haber tenido la posibilidad de estar más cerca, para, a lo mejor, haber ayudado, lo que es poco probable y, les rindo un póstumo homenaje agradeciendo el haberles conocido y compartido sus vidas
  • Vivian Keith Gaymer, hija de un amigo de mi padre, con quien compartí bellos momentos, inteligente e hipersensible ser humano.
  • Enrique Devaud Riquelme, gran amigo de mi natal Lautaro.
  • Eduardo Bonvallet conocido.
  • La esposa de un amigo.
  • Un amigo de mi hija Romina
  • Nino García, amigo, genial músico con quien compartí momentos especiales, sobre todo en nuestra adultez joven.
  • Esposa de un amigo, quién no sobrellevó la culpa por su acto de infidelidad; dejando dos cartas explicando sus razones. Se roció de parafina y se inmoló.
  • Mamá de una amiga, quien se inmoló frente a la casa de sus padres como un acto de castigo hacia ellos, por la intromisión perversa en su vida.
  • Padre de una amiga
  • Franco Carcuro amigo de los fines de semana del básquetbol

Que todos ellos descansen paz y hayan encontrado lo que creyeron era no el fin, sino un nuevo comienzo.

Finalmente les dejo las siguientes frases y reflexiones:

Al final de todo, Sócrates dice:

  • «Es hora de irse, yo para morir, y vosotros para vivir.
  • ¿Quién de nosotros va a una mejor suerte?, nadie lo sabe, solo los dioses lo saben».

 El suicidio es la postrimera señal de una existencia mísera, fracasada. Sforzini 1990

por Victor Sforzini Sepúlveda