En el marco de la conmemoración de los 50 años del 11 de septiembre de 1973, la UDI emitió este lunes una declaración de ocho puntos, entre los cuales señala que el «quiebre» producido en esa fecha era «inevitable», aludiendo al gobierno de la Unidad Popular. A la vez que aseguró una condena «sin matices» a las violaciones a derechos fundamentales.

En primer lugar, el partido liderado por el senador Javier Macaya, afirma que «los acontecimientos del 11 de septiembre de 1973 marcaron y seguirán marcando de manera decisiva la historia de Chile. Ello exige una profunda y permanente reflexión en torno a sus causas, su significado y sus consecuencias políticas para Chile».

Así, señalan que «el quiebre institucional tiene como antecedente causal directo la situación extrema que vivía Chile, marcada por el odio, la legitimación de la violencia como vía de acción política y la severa polarización provocada por un sector de la izquierda chilena». Y agrega que «una reflexión seria y honesta exige, asimismo, reconocer que el proyecto político de la Unidad Popular, de encaminar a Chile hacia una revolución socialista, fue progresivamente resistido por una mayoría».

Esto, pues a su juicio, «el Gobierno de la Unidad Popular accedió al quebrantamiento de la democracia, propiciando una confrontación con la Contraloría General de la República, la Corte Suprema y el Congreso Nacional, para imponer su proyecto político».

De esta forma, en un quinto punto, la UDI sostiene que «entre 1970 y 1973 sobrevino un quiebre social, político e institucional respecto del cual el 11 de septiembre se transformó en algo inevitable».

Además, el partido sostiene que «Chile ha transitado en 50 años un camino de reconstrucción de nuestra democracia y de sus instituciones. La UDI, desde su fundación, ha sido un actor decisivo, con responsabilidad y seriedad. Nuestro propósito sigue y seguirá siendo el reencuentro entre chilenos».

Con ello, sostienen que «la Unión Demócrata Independiente condena sin matices las violaciones a los derechos fundamentales. Como señaláramos en La Paz Ahora en el año 2003, Chile debe persistir en el camino de la justicia y la reparación, por el camino institucional, civil y penal».

Por último, el partido concluye que «reafirmamos nuestro compromiso con la República, en su más amplio y profundo sentido: Respeto institucional, entendimiento democrático, condena a la violencia, protección de las libertades y de los derechos fundamentales. Sentimos que el Gobierno haya frustrado el deseo mayoritario de una conmemoración en unidad, con reflexión y respeto democrático de las visiones irreconciliables».

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