LA SELECCIÓN ARGENTINA sueña con obtener su tercera medalla de oro en fútbol, pero el debut terminó en grotesca pesadilla y derrota por 2-1 ante Marruecos. En el último de los 15 minutos de descuento otorgados por el árbitro, Cristian Medina empujó a la red una jugada que incluyó dos remates en el palo antes de transformarse en el 2-2.

Tras el empate, Argentina se fue del campo por un petardo que cayó cerca del banco y las acciones se reanudaron una hora y media más tarde, luego de que el árbitro sueco Glenn Nyber decretara que no fue gol a instancias del VAR por posición adelantada de Bruno Amione.

El choque contó con los tres bicampeones de América que refuerzan el equipo como titulares –Gerónimo Rulli, Nicolás Otamendi y Julián Álvarez- y arrancó el partido con mejores intenciones: dominio del campo y de la pelota con Thiago Almada como abanderado para llevarla, la presión incansable de Julián Álvarez adelante y los cortes de jerarquía de Nicolás Otamendi.

Sin embargo, no hubo situaciones de gol Albicelestes durante toda la etapa y a partir de la media hora se acomodó mejor Marruecos, que ganó metros, se adelantó y tuvo la única chance en el descuento, transformada en un verdadero golazo: pisada y taco magistrales de Ilias Akhomach para desairar a la marca y propiciar el centro que Soufiane Rahimi convirtió en el 1-0.

El segundo tiempo enseguida presentó otro inconveniente: falta de Julio Soler y penal para los marroquíes que el mismo Rahimi mandó a la red para el 2-0. A partir de allí, todo fue cuesta abajo para los de Mascherano, que sufrieron cada ataque africano como una daga.

A los 23 llegó el descuento: centro de Joaquín García desde la derecha que recibió del otro lado Soler: disparo que empujó casi debajo del arco Giuliano Simeone.

El DT Javier Mascherano hizo tres cambios al mismo tiempo para generar la reacción: Equi Fernández por Santiago Hezze, Luciano Gondou por Lucas Beltrán y Bruno Amione por Soler. También ingresó Claudio Echeverri para aportar su gambeta, pero no alcanzó.

En la prolongada adición que dictaminó el juez sueco Nyber hubo un zurdazo desviado de Amione, un par de arrestos de Simeone por la derecha, que ingresó muy bien, y un cabezazo de la Araña que salió desviado. Hasta que llegó la última bola de la noche que el travesaño dos veces se empeñó en rechazar (remate de Otamendi y cabezazo de Amione), pero que Medina tradujo en una felicidad que luego se desvaneció.

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Esto, porque ñas acciones se retomarán una hora y media después, post revisión del gol por parte de Nyber mediante el VAR, sentenciando asi el triunfo de Marruecos.

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