El pensionarse es un acto voluntario y un traje a la medida que duda cabe, sin embargo, en la vida se producen situaciones diversas y no siempre pensadas, en que va afectando negativamente lo que muchas veces se planifica, como es tener una pensión que pueda satisfacer las necesidades básicas en la vejez.

Cuando el país está estancado, cuando vemos que los inversionistas emigran, cuando vemos que el desempleo aumenta considerablemente, cuando la informalidad es prevalente, cuando el Imacec, la economía chilena cae en -0,9% en Agosto, cuando previamente tuvimos 5 meses negativos, cuando no se sabe que ocurrirá en el sistema previsional vigente, la incertidumbre es tan grande, que al no haber seguridad en temas tan urgentes e importantes para la ciudadanía, simplemente el país no crece y el gobierno celebró, a todo dar los 50 años, de quien no respetó nuestra institucionalidad, con el auspicio de nuestros impuestos, estamos en el peor de los mundos.

Mientras no se tenga claridad con respecto a un cambio a la constitución vigente, en un nuevo proceso en curso, donde las encuestas señalan la poca importancia que se le da a la misma, o el agotamiento electoral, en que ya la gente se cansa “de la cocina de los políticos” y solo se quiere tener un despertar económico del país, es añorar los años de bonanza tan vilipendiados por estos jóvenes que iban a cambiarlo todo y nos están dejando sin nada.

En el ámbito previsional, la incertidumbre produce desazón, preocupación e incertidumbre, de no saber que ocurrirá con los ahorros previsionales, y las señales no son claras ni menos van en el sentido de proteger el esfuerzo de toda una vida, con lo planteado por el gobierno que solo piensa en aumentar los impuestos y además, algo no menor como es administrar los ahorros de toda la vida, destinados para la vejez.

Margot Guerrero Bruner

Asesora Previsional

Corredor de Seguros

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