Perdió la paciencia con el Legislativo. Ya van semanas desde que se conociera el proyecto de ley ómnibus, que comprendía en sus cientos de artículos la reforma al Estado que el presidente argentino, Javier Milei, quería aplicar entrando a la Casa Rosada. Y a pesar de estar en Israel en medio de reuniones con el presidente Isaac Herzog y el primer ministro Benjamin Netanyahu, el mandatario debió tomar la decisión más importante en lo que lleva de administración. “Retiremos el proyecto. Para sacar una mala ley, prefiero que no salga”, fue la orden que dio a sus colaboradores.

En un hecho inédito, el martes se rechazó en el Congreso la iniciativa estrella de Milei, siendo la primera vez que la primer ley de un nuevo gobierno sufre este revés en Argentina. Aunque en un principio se había “aprobado en general”, había que tratar ley por ley, y en eso, el texto fue enviado “a comisión”. Y de tanto tratarla y cambiarla, los autores del texto optaron por retirarlo.

El jefe de la bancada de La Libertad Avanza, Óscar Zago, indicó al respecto: “El consenso lo buscamos, siempre lo buscamos, por eso sacamos 144 votos en la elección general, de 664 artículos quedamos en 382 ¿Este es el gobierno que no escucha? ¿El gobierno duro y fascista? Tomamos la decisión de volver a comisión, si seguíamos perdíamos la gran mayoría de los artículos y perdíamos la ley. El gobierno nacional decidirá cuándo y cómo volver a ponerla en funcionamiento”.

Fue vía WhatsApp que Milei terminó enviando la orden a sus colaboradores. Según señalaron a Clarín personas del círculo del presidente, ahora no habría “ningún interés” en que la ley se siga discutiendo, después de haber cedido a tantos condicionamientos de la oposición.

Como reacción a la serie de cambios que fue sufriendo el proyecto, el presidente escribió en X: “La casta se puso en contra del cambio que los argentinos votamos en las urnas. Sabemos que no va a ser fácil cambiar un sistema donde los políticos se hicieron ricos a costa de los argentinos que se levantan todos los días a trabajar. Nuestro programa de gobierno fue votado por el 56% de los argentinos y no estamos dispuestos a negociarlo con quienes destruyeron el país”. Con eso, de paso, mostró que está abierto a la idea de plebiscitar la ley ómnibus, según destacó la prensa local.

A través de la misma red social, el mandatario incluso replicó un hilo de otro usuario, en que mostraban “los nombres y caras de los diputados traidores y extorsionadores del pueblo argentino”. El tuit incluso convocaba a “mapear algunos de los nombres de la casta empobrecedora con sus caras”.

Ese último tuit fue visto por partidos de la oposición como “escrache” o funa, e incitación a la violencia contra los legisladores. Desde el gobierno, sin embargo, aclararon que se trataba de “información pública”.

En medio de este escenario, el diálogo entre los gobernadores y la Casa Rosada quedó completamente interrumpido tras el fracaso de la ley ómnibus, indicó La Nación.

Con la vía legislativa, de momento, “agotada”, la ley ómnibus estaría planteándose para un plebiscito. El vocero presidencial Manuel Adorni indicó al respecto que “están evaluando” esa posibilidad: “La ley va a ser realidad. En tal caso, en algún momento la política se dará cuenta lo que pide y quiere la gente. En definitiva, en algún momento la ley va a ser realidad. Evidentemente, todavía no perciben lo que requiere la Argentina y evidentemente no están asimilando lo que la gente votó que fue un cambio”.

“Todas las herramientas constitucionales están siendo evaluadas. Esto no pone ninguna traba al plan económico que venimos llevando”, aseguró Adorni en una conferencia de prensa. En la misma dirección, el ministro de Interior Guillermo Francos afirmó que “la consulta popular es uno de los caminos” con los que cuenta el Presidente Javier Milei tras el revés de la ley ómnibus, aunque opinó que no se puede “obviar el Parlamento”.

“La consulta popular es uno de los caminos que el Presidente tiene como herramienta de la Constitución, será él quien decida, pero ya lo dijo en campaña ‘si no me aprueban las leyes que necesito, utilizaré la consulta popular’”, fue lo dicho por Francos.

A Clarín, uno de los colaboradores de Milei señaló a los culpables del fracaso de la ley. “No es sólo lo que hace el kirchnerismo: son radicales, peronistas de buenos modales, los lilitos, los de Juntos por el Cambio”, indicó. El comunicado de la Oficina del Presidente, por su parte, reprochó a los que “llegaron a sus puestos y bancas levantando las banderas del cambio para hoy traicionar a sus votantes”.

En el diario Página/12, mostraron las dos opciones de consulta que pueden darse en la Constitución argentina. “Las consultas pueden ser vinculantes y no vinculantes. Para el caso de la primera, la convocatoria deberá ser aprobada por las dos cámaras del Congreso”.

Una vez plebiscitado el proyecto en las urnas, y en caso de ser aceptado, se “convertirá en ley y su promulgación será automática”, por lo cual no podrá ser vetada.

También existe, como competencia del Congreso o el Presidente, la consulta popular “no vinculante”. En caso de que Milei quisiera activar un plebiscito, esta sería la única modalidad con la que podría hacerlo. “En este caso el voto no será obligatorio”, aclara la Carta Magna argentina.

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