Los pilotos de aerolíneas, considerados por los ufólogos como testigos de élite, por ser observadores profesionales del cielo, son particularmente susceptibles a los avistamientos de UAP debido a la naturaleza de su trabajo.

Con la intención de evaluar cómo los pilotos reaccionan frente a percepciones anómalas y prevenir decisiones erróneas que pudieran poner en riesgo la seguridad de vuelo, el psicólogo Álex Escolà-Gascón, profesor del departamento de métodos cuantitativos y estadística de la Universidad Pontificia de Comillas, ha incluido falsos estímulos ovni en los simuladores de Airbus.

En el experimento han participado un total de 408 pilotos de líneas aéreas que utilizaron simuladores TCAS/ROSE de aviones Airbus®.

Para minimizar el riesgo de colisión en el aire, la mayoría de aviones incluyen el Traffic Collision Avoidance System (TCAS) aunque a veces, la sorpresa producida por los avisos de resolución del conflicto que emite el sistema crean un estrés que pueden conducir a una respuesta no óptima de la tripulación, lo que puede derivar en una falta de comunicación con el ATC, desviaciones indebidas de altitud de la aeronave, lesiones en la cabina y el riesgo de la seguridad de la aeronave.

Parece confirmarlo el estudio de Escolà-Gascón que ha sido recientemente publicado en el número 119 del Journal of Air Transport Management con el título de “Impacto de los fenómenos aéreos no identificados (UAP) en la seguridad aérea”.

Los análisis se realizaron mediante modelos de ecuaciones estructurales (SEM), controlando los efectos de la fatiga y las horas de vuelo.

La investigación, tal como reveló Escolà-Gascón en una Jornada sobre el secreto UAP celebrada en el mes de febrero en Madrid, «poco tiene qué ver con ovnis, pero sí con las decisiones que han tomado los pilotos frente a un estímulo no identificado».

Un ejemplo que refirió en su conferencia es el caso del vuelo 1549 de US Airways. El piloto, Chesley «Sully» Sullenberger,tuvo que acuatizar el avión después de que una parvada de gansos canadienses desactivara los motores de la aeronave. Los datos preliminares de ACARS sugerían que el motor de babor todavía funcionaba a ralentí y, al menos en teoría, podía regresar a LaGuardia o aterrizar en Teterboro, pero tomó la decisión de acuatizar en el río Hudson.

El estudio trata de saber cómo reaccionarían los 408 pilotos frente a una ilusión de causalidad que no es una alucinación, como algún escéptico con bajo nivel de comprensión lectora ha sugerido, sino cuando se establece una relación causa-efecto entre dos eventos que en realidad no están relacionados, sino que son independientes y su co-ocurrencia es meramente casual.

Esto nos proporciona pistas sobre la influencia de los sesgos cognitivos y la forma en la que procesamos la información y hacemos juicios sobre la realidad. Estos sesgos -según el trabajo- representan una amenaza para la seguridad de la aviación si los pilotos, o incluso las IA de los aviones, se enfrentan a una ilusión de casualidad de manera irracional.

Nuestro cerebro está diseñado para la detección de patrones y la incertidumbre desafía los patrones aprendidos. La pregunta es: ¿Ocurre algo similar en los avistamientos UAP/ovni?

Pantalla MFD o Multi Function Display mostrando los distintos estímulos del TCAS
Pantalla MFD o Multi Function Display mostrando los distintos estímulos del TCASEspacio Misterio

Los 48 ensayos realizados por Álex Escola mediante los simuladores de Airbus A318, A319 y A320 indican que sí. Las ilusiones causales predecían en un 82,4% los avistamientos de UAP sólo cuando estaba presente la inferencia mágica. El pensamiento inferencial nos da la capacidad o habilidad interpretar, combinar ideas y elaborar una serie de conclusiones a partir de ciertos datos o información percibida, es inferencia mágica cuando llegamos a conclusiones basadas en supuestos erróneos o no justificados. Y parece que nuestros pilotos, en este sentido, se dejan llevar como el resto de los mortales porque no existe ningún protocolo de actuación.

Se da la circunstancia, además, que el 44.6% de los pilotos analizados creen que los UAP podrían tener un origen extraterrestre. Aunque sólo el 7,68% cometió ilusiones causales que sólo constituyen un peligro para la integridad del vuelo cuando el piloto les atribuye inferencia mágica.

El estudio concluye que cuando no interviene la creencia mágica, las ilusiones dejan de ser efectivas y no explican los avistamientos UAP.

Los avistamientos UAP son reales, no solo el resultado de observaciones, sino registrados con sensores, radar, etc. Obviamente desconocemos su origen y naturaleza por eso es importante que la ciencia se interese por este asunto.

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