Siempre es recomendable por los expertos tener una dieta sana y realizar ejercicio para mejorar tu estado de salud. Sin embargo, a veces no sólo es clave lo que comes, sino en que cantidades lo haces, ya que hay ciertos alimentos que parecieran ser malos para tu cuerpo, pero si sabes controlar las porciones, podría ser beneficioso.

Los índices de obesidad en el mundo van en alza sobre todo desde el inicio de la pandemia. Es mas, hoy por hoy las cifras indican que hay mas de 1900 millones de adultos con sobrepeso, lo que enciende las alarmas en cuanto al consumo de ciertos alimentos que no son buenos para la salud.

Existen muchos tipos de dietas para comenzar a comer sano y si bien, depende de las preferencias y objetivos de cada individuo, la especialista en nutrición de la Clínica Cleveland de Estados Unidos, Andrea Dunn, aseguró que “la mejor dieta es la que cada persona puede seguir. No hay una dieta que se adapte a las necesidades, personalidades, estilos de vida o preferencias alimentarias de todo el mundo”.

Estos son los tipos de dietas y alimentos que se recomiendan para mejorar tu alimentación:

Dieta volumétrica: Esta dieta se basa en el consumo de verduras, frutas y alimentos vegetales altos en fibra y agua. Los alimentos en esta dieta están seleccionados para que las personas estén “llenas” por mas tiempo y así evitar alimentarse a deshoras. Además, las porciones no son un tema, ya que se pueden aumentar al ser alimentos saludables.

Dieta dash: “Enfoques dietéticos para detener la hipertensión”, eso significan las siglas y ese es el enfoque principal de una dieta que está marcada por el número de raciones que debe consumir la persona con distintos tipos de alimentos. Esta dieta ayuda a bajar la presión arterial y es idónea para quien busca “comer de todo un poco”.

Dieta mediterránea: La prioridad en esta dieta son los alimentos de origen vegetal, es algo muy común en la zona mediterránea de Europa donde la catalogan como un estilo de vida. Aquí es clave el consumo de verduras, legumbres y pescados. Además, se recomienda el uso de aceite de oliva como grasa principal. Esta dieta según estudios realizados, disminuye el riesgo de enfermedades cardiacas.

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