En medio de la alta inflación y la menor liquidez de los consumidores debido a que los efectos de las ayudas sociales y los retiros de los fondos previsionales se han ido disipado, los ingresos de los hogares han seguido reflejando un impacto negativo y la deuda aumentó.

Según dio a conocer este viernes el Banco Central en su Informe de Cuentas Nacionales por Sector Institucional la deuda del total de los hogares se situó en 48,2% del PIB, el tercer trimestre de 2022 lo que representó un alza de 0,7 puntos con respecto a igual periodo de 2021, por el incremento de los préstamos bancarios.

En tanto el ingreso disponible bruto de los hogares registró un descenso de 3,4% entre ambos periodos. Esto explicado mayormente, por las transferencias corrientes netas que incidieron negativamente en 13,8 puntos, asociadas al término de los principales beneficios económicos otorgados por el gobierno en el contexto de la emergencia sanitaria.

Por el contrario, las rentas de la producción (salarios e ingresos de independientes) crecieron 11,9% aportando positivamente en 8,6 puntos al ingreso disponible.

En el mismo sentido, las prestaciones sociales netas de cotizaciones y las rentas de la propiedad, a través de los retiros de rentas, aportaron positivamente con 1,3 puntos y 0,7 puntos, respectivamente.

Desahorro

La caída del ingreso disponible junto con una expansión del consumo final efectivo de 9,7% anual, determinaron que el sector presentará un desahorro equivalente a 1,6% del PIB.

En tanto, las cifras desestacionalizadas mostraron un crecimiento del ingreso disponible bruto de 1% y del consumo final efectivo de 0,8% respecto del trimestre anterior, determinando un desahorro del sector de 3,5% del PIB trimestral.

Por su parte, la necesidad de financiamiento se situó en 4,1% del PIB, mayor en 1,7 puntos respecto al periodo anterior, dado la tasa de ahorro negativa y una tasa de inversión estable.

Desde la perspectiva financiera, la necesidad de financiamiento se explicó por las liquidaciones de depósitos y menor tenencia de efectivo, principalmente. Lo anterior, fue en parte compensado por mayores aportes netos a los fondos de pensiones.

Respecto de su balance, la riqueza financiera neta de los hogares alcanzó el 117,6% del PIB, disminuyendo 2,6 puntos. con respecto al cierre de junio de 2022.

Este resultado se debió, principalmente, a la caída de 1 punto del saldo mantenido en los fondos de pensiones, producto del bajo desempeño de las bolsas internacionales y al efecto negativo, sobre las inversiones en renta fija, del alza de las tasas de interés, sumado al menor saldo en efectivo y depósitos.

A su vez, por el lado del pasivo, se observó un mayor saldo en préstamos, en línea con la reajustabilidad asociada a la mayor inflación del periodo.

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