Cuántas veces hemos oído hablar acerca de los peligros de pasar demasiado tiempo frente al ordenador o el móvil, ya sea jugando con videojuegos, viendo vídeos de YouTube o surfeando para alimentar la curiosidad. Ahora, una nueva investigación inclina la balanza hacia el lado contrario: usar habitualmente internet puede reducir el riesgo de demencia.

Para llegar a esta conclusión, los científicos de la Universidad de Nueva York realizaron un seguimiento a 18.154 adultos sanos de entre 50 y 65 años durante unos ocho años. Los adultos formaban parte del Estudio de Salud y Jubilación, una recopilación multidisciplinaria de datos de una muestra representativa de personas en los EEUU organizada por el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento y la Administración del Seguro Social.

Al inicio y cada dos años se les preguntaba si habían empleado ‘regularmente’ la red, ya fuese para hacer compras online, reservar un viaje/vacaciones, escribir correos electrónicos o navegar en internet por placer por el motivo que fuese.

“Poco se sabe sobre el impacto cognitivo a largo plazo del uso de internet entre los adultos mayores. Nuestra investigación caracterizó la asociación entre varias medidas de uso de internet y la demencia”, explican los autores, que publican su trabajo en la revista Journal of the American Geriatrics Society.

Balance

A cada uno de los participantes se le hizo una pregunta simple: “¿Utiliza regularmente la World Wide Web o internet para enviar o recibir emails o para cualquier otro propósito? El estudio encontró que las personas mayores que usaban internet con regularidad tenían casi la mitad de probabilidades de desarrollar demencia que las personas que no lo hacían con regularidad. Durante un promedio de 7,9 años, y hasta 17,1 años, los autores del estudio siguieron la salud cognitiva de los participantes y quedó claro que los usuarios habituales de internet tenían un 43% menos de riesgo de desarrollar demencia en comparación con los usuarios no habituales. Al final del estudio, el 4,68% de los individuos habían sido diagnosticados con ella.

Aquellos que usaron internet durante aproximadamente dos horas o menos al día tenían el riesgo más bajo de demencia en comparación con aquellos que no lo usaron, que tenían un «riesgo estimado notablemente más alto».

“La participación en línea puede ayudar a desarrollar y mantener la reserva cognitiva, que a su vez puede compensar el envejecimiento del cerebro y reducir el riesgo de demencia”, expuso Virginia Chang, de la Universidad de Nueva York y coautora del estudio.

Las limitaciones del estudio incluyen que se trató de una investigación observacional, lo que significa que no pudo probar que el uso de internet estuviera relacionado con un mayor riesgo de demencia pues los resultados se basaron en respuestas autoinformadas de utilización de la red, lo que podría variar significativamente entre los voluntarios del estudio.

| «El vínculo positivo se encontró independientemente del nivel educativo, la raza-etnicidad, el sexo y la generación»

Luchando contra la demencia

Cada 7 segundos surge en el mundo un nuevo caso de demencia (que se puede manifestar bajo la enfermedad de Alzheimer, la demencia vascular, la demencia por cuerpos de Lewy y las demencias frontotemporales), según la Fundación Azheimer España (FAE). Los científicos aún no saben qué causa la demencia, por lo que esta nueva investigación no puede identificar la conexión exacta entre el uso de internet y la salud del cerebro, pero puede aportar cierta claridad ante el hecho de que mantener el cerebro activo con una tarea como la navegación por internet puede mantener la reserva cognitiva, reduciendo, a su vez, el riesgo de padecer demencia.

En consecuencia, la función cognitiva se puede mantener durante un periodo de tiempo más prolongado si aquellos que no usan internet con regularidad intentan hacerlo como un ejercicio cognitivo. Investigaciones anteriores también habían sugerido que el uso de internet puede evitar la demencia al estimular a las personas a aprender nuevas habilidades y reducir los sentimientos de soledad.

Para los que pasaban más de 6-8 horas al día en la red, el riesgo aumentó también, aunque los autores apuntan que se necesitan más estudios para evaluar si existe un daño potencial en el uso excesivo de esta en adultos mayores.

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