El costo de la vida sube otra vez cantaba Juan Luis Guerra, desde finales de noviembre de 1992. A poco más de 30 años del lanzamiento de uno de los mayores éxitos del músico dominicano, los bolsillos de las familias en el mundo y en Chile son fiel reflejo del duro efecto que tiene la inflación en el poder adquisitivo de las familias.

Solo en los primeros once meses del año, el alza acumulada del Índice de Precios al Consumidor (IPC) fue de 12,5% en noviembre, mientras que la cifra anualizada exhibe un avance de 13,3%.

El indicador, que mide mes a mes la variación del valor de una canasta de bienes y servicios, y representa la dinámica de consumo de los hogares en Chile, refleja la evolución de algunos precios, pero también determina los avances de otros. Esto, porque cerca de un 20% de los productos incluidos en la canasta del IPC están indexados a la Unidad de Fomento (UF), la cual se ajusta también mes a mes, precisamente, según los movimientos que registre el IPC.

La indexación de los precios de la canasta del IPC en Chile, de hecho, sería uno de los casos con mayor grado de difusión en la economía, según un paper del economista de Cieplan, José Pablo Arellano, publicado en septiembre de 2021, el que además remarca que la UF “sería la primera unidad de cuenta indexada de la que existe registro”.

Todo lo anterior, bien lo saben cientos de miles de familias, cuyos presupuestos familiares se ven ajustados mensualmente por el movimiento de la UF. Así, pagos como dividendos, matrículas y mensualidades escolares, cuentas de servicios sanitarios, de electricidad e incluso las telecomunicaciones, por nombrar solo algunos ejemplos, se han ido encareciendo a la par de la unidad indexada. Pero ¿en cuánto se traduce su alza?

Si a finales del año pasado, el valor de la UF cerró en $30.991,74, con el avance que ha tenido la inflación este 2022, la unidad cerrará el año con un incremento de $4.119,24 en doce meses, llegando a los $35.110,98

El avance anual de la UF supera con creces los incrementos de años anteriores. De hecho, es la mayor apreciación registrada desde 1981. La última vez que más había subido fue el año 2021, cuando incrementó su valor en $1.921,41 entre un año y otro. Antes, su mayor incremento se había registrado en 2008, año de la crisis financiera mundial, en que la unidad subió $1.829,91 en 12 meses.

Los diez productos que más subieron en 2022

Entre los productos que el Instituto Nacional de Estadística (INE) monitorea para calcular el alza mensual del IPC, se contabilizan 303 productos, agrupados en 12 divisiones. Dichas porciones de la canasta permiten medir el consumo, diferenciando entre elementos de mayor importancia para los hogares que otros, y así ponderar mejor el alza de los elementos que son más consumidos, como es el caso de los alimentos. De hecho, la división de alimentos corresponde actualmente al 19,3% de la ponderación de la canasta IPC.

Con ello en mente, no es de extrañar que los diez productos que más en elevado su valor en 2022 sean en su mayoría alimentos. El plátano fue, al mes de noviembre, el que más se encareció. Lo hizo en un 66%. Le siguió otro elemento clave de la cocina, como es el aceite vegetal (que más del 90% es importado, y que sufrió con la guerra en Ucrania). Su precio subió 62,2% en el año. Y el tercer producto que más avanzó en su precio fue la zanahoria, que se apreció 60,5% en los primeros once meses del año.

Sin embargo, en el top 10 de productos que más subieron en 2022 también asoman tres vinculados a otra división relevante del IPC: el transporte. Así, en una división que representa un 13,12% de la ponderación total de la canasta -solo superado por vivienda y servicios básicos, con un 14,83%- productos como la parafina (60,2%), el servicio de transporte aéreo (56,8%) y el petróleo diésel (53,6%) impulsaron al alza los precios durante 2022.

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