El año pasado salieron del país US$10.432 millones netos, lo que se tradujo en una baja de 9,2% en relación a los US$11.495 millones que emigraron en 2021. Esa cifra marcó un quiebre en la tendencia que había mostrado luego del estallido social de octubre de 2019.
Si bien esta tendencia a la baja continúo durante el primer trimestre, las cifras todavía se ubican muy por sobre lo que había antes del estallido social. De acuerdo al Banco Central, entre enero y marzo de 2023 salieron del país recursos por US$2.104 millones lo que significa una caída de 30% en comparación al mismo período del año pasado, cuando se expatriaron US$3.008 millones.
En el desglose por mes, en enero salieron del país US$1.161 millones, en febrero US$1.137, pero en marzo ingresaron al país US$395 millones.
Ahora, si se compara con el primer trimestre de 2020, la caída es de 66%, ya que en ese período salieron del país US$6.233 millones. Ese trimestre además tuvo ese salto, ya que fue en que estuvo inmediatamente después de los efectos del estallido social y del inicio de la pandemia del Covid.
Pese a esta baja, la cifra todavía está muy por sobre lo que el país tenía antes del estallido social. Por ejemplo, según detalla el Banco Central, en el primer trimestre de 2019, sólo salieron recursos del país por US$78 millones, e incluso en 2018 ingresaron recursos por US$324 millones.
A mediados de 2021, el Banco Central advertía que los retiros de los fondos de pensiones estaban generando un fuerte incremento de la salida de capitales desde el país, especialmente del segmento de empresas no financieras y hogares. Y por ello, ahora que se discute un nuevo proyecto que busca avanzar en esa mala medida, los expertos advierten que de perseverar esa iniciativa podría generar una estampida de recursos al exterior.
Los economistas explican que la salida de capitales ocurre cuando activos o dinero salen rápidamente de un país debido a un suceso con implicaciones económicas. Un caso puede ser incremento de impuestos o un desorden fiscal que lleve a que la deuda pública se disparé hasta llevar a un país sea insolvente, o también cuando hay eventos de carácter político-social que generan incertidumbre como fue lo que pasó en octubre de 2019.
Si bien los expertos afirman que, es probable que las cifras este año no superen las de años previos, sostienen que hubo un cambio más estructural en cómo las empresas y personas administraban sus recursos, ya que hubo una mayor preponderancia a la diversificación de su patrimonio. “Con el estallido social se generó un importante cambio en la percepción del riesgo país. Los clientes se dieron cuenta que diversificaban poco y que invertían una proporción excesiva de su patrimonio en Chile. Eso llevo a una salida masiva de capitales durante los últimos años. Eso no ha cambiado en los más reciente”, afirma el socio de Mena Alessandri & Asociados, Andrés Alessandri.
Para Alessandri, mas allá de la incertidumbre, “la disminución en la salida de capitales obedece, en parte, a que los ahorros son limitada, por lo que una parte importante ya está invertida en el extranjero. En la medida que se vayan generando nuevos ahorros, es probable que una parte importante de ellos se siga destinando a inversiones en el extranjero”.
Esa opinión es refrendada por Ignacio Geep, socio de Puente Sur, quien puntualiza que después del estallido social tanto los inversionistas empezaron a mirar más activamente al exterior, entones no es extraño que estemos con un nivel de salida de capitales importante”. Para el tributarista “hubo un cambio más estructural y por ello, es difícil que eso se deshaga y se vuelva atrás, a como era antes del estallido”.
Javier Jaque, socio consultoría tributaria CCL AC Auditores Consultores. CCL AC, se suma a esta apreciación y afirma que “hay elementos objetivos que muestra que todavía “no alcanzamos un equilibrio político y económico. No está despejada la reforma tributaria y no se sabe bien cómo terminará ese proceso. Estamos lejos de tener delineado cómo será una nueva reforma tributaria. Es por eso que mantenemos todavía niveles sobre estallido social”.
Perspectivas cautas
Los expertos explican que una consecuencia directa de la salida de capitales del país es en la inversión, puesto que en gran medida los patrimonios que llevan sus recursos a otros portafolios los tenían en Chile en algún tipo de inversión.
Ahora bien, la perspectiva para los próximos meses apunta a una moderación, pero que estará sujeta principalmente al desarrollo y avance que tenga el consejo constitucional. Eso dará un marco que repercutirá en la mayor o menor salida de capitales. A ellos se suman, el devenir de las reformas, en particular tributaria y de pensiones. En el corto plazo, lo que podría generar una nueva estampida de capitales es que avance el proyecto de retiro de fondos de pensiones, según los expertos.
El gerente general de Aurea Group, Juan Pablo Morales, comenta que “si el proceso constituyente es exitoso, es decir, que se apruebe en el plebiscito de salida una carta magna razonable para los inversionistas, debiesen moderarse aún más estas salidas. Sin embargo, eso lo sabremos en diciembre”.
Otra mirada entrega el economista del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (OCEC-UDP), Juan Ortiz, quien prevé que hay dos hechos claves que pueden marcar la evolución de los capitales. Uno de ellos es que no avancen medidas como el impuesto al patrimonio, puesto que “ese hecho sin duda reduce los incentivos para la salida de capitales”. Lo otro que menciona es “en la medida que se logren acuerdos con los diversos actores políticos que permitan cerrar la discusión constitucional a fin de este año sería positivo para la incertidumbre”.
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