La sangre contiene plaquetas y factores de la coagulación que evitan que suframos una hemorragia ante cualquier agresión, por mínima que sea. Pero, en ocasiones, la formación de coágulos sanguíneos, por pequeños que sean, pueden tener consecuencias peligrosas, incluso mortales, como ocurre en un infarto cardiaco o un ictus.
El riesgo de que se formen coágulos aumenta en algunas enfermedades -como las arritmias cardiacas, las personas que llevan válvulas cardiacas artificiales, cáncer – o en situaciones de inmovilidad -cirugía ortopédica, ingreso hospitalario, viajes largos -. En esos casos, y para evitar posibles ataques al corazón o al cerebro, los médicos suelen prescribir terapia anticoagulante (heparina, anticoagulantes orales de acción directa o cumarínicos ), durante meses o de por vida. Sin embargo, aunque el beneficio que ofrecen es mayor que los riesgos, hay que asumir que las posibilidades de que se produzca una hemorragia aumentan.
Existen en la naturaleza ciertos compuestos con propiedades antiacoagulantes que pueden tener cierta utilidad, aunque siempre teniendo en cuenta que es imposible que garanticen el mismo efecto que un fármaco -que siempre contiene la misma cantidad de principio activo – y que carecen de evidencia científica suficiente para avalar el efecto antitrombótico.
Hechas las aclaraciones oportunas, estos alimentos poseen compuestos con propiedades anticoagulantes:
Cúrcuma
Esta especia da a los platos de curri un color amarillo, y se ha utilizado durante muchos años como medicina popular. Uno de sus principales ingredientes activos es la curcumina, un polifenol que otorga el color amarillo a la especia y que tiene propiedades antiinflamatorias, antiproliferativas y antiangiogénicas (bloquea la formación de nuevos vasos sanguíneos). Una investigación desarrollada por científicos de la Facultad de Farmacia de la Universidad Nacional Kyungpook, en Corea, ha comprobado que también actúa como anticoagulante, ya que inhibe los factores de la coagulación.
Jengibre
El jengibre pertenece a la misma familia que la cúrcuma y contiene salicilato, una sustancia química natural derivada del ácido salicílico. El ácido acetilsalicílico, derivado sintéticamente del salicilato y normalmente llamado aspirina, puede ayudar a prevenir el ictus y el infarto de miocardio.
Los alimentos con salicilato, como los aguacates, algunas bayas y las cerezas, también pueden impedir la coagulación de la sangre.
Canela
La canela, y su prima cercana, la casia, están ampliamente disponibles y contienen cumarina, una sustancia química que, en ciertos medicamentos, actúa como un potente anticoagulante.
La canela y la casia también pueden reducir la presión arterial y aliviar la inflamación causada por la artritis y otras afecciones inflamatorias. Sin embargo, los estudios realizados en humanos no aportan pruebas sólidas de que la canela sea útil para ningún problema de salud; al contrario, hay que tener precaución con el uso prolongado de canela, ya que, puede provocar daños en el hígado.
Pimienta de cayena
Su alto contenido en salicilatos es lo que le otorga el potente efecto anticoagulante. Además de esta propiedad, también reduce la tensión arterial y mejora la circulación.
Otros alimentos
En cualquier caso, los médicos evitan referirse a un único alimento y prefieren hablar de dieta. Un régimen cardiosaludable incluye frutas y verduras frescas, cereales integrales, aceites saludables, productos lácteos desnatados o bajos en grasa y proteínas de alto valor biológico. Una dieta beneficiosa para el corazón y la circulación limita los alimentos ricos en grasas, colesterol y azúcar. Las personas que estén en tratamiento con anticoagulantes deben controlar la ingesta de alimentos que contengan vitamina K, como son las verduras de hoja verde, brócoli o cole de Bruselas, ya que pueden reducir la eficacia de los fármacos.
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