El 82,9% de los vendedores ambulantes está satisfecho con la actividad y un 54,3% no estaría dispuesto a dejarla. El ingreso promedio diario ronda los $40.000 y mayoritariamente lo ejercen personas entre los 30 y 49 años. Esto son algunos de los datos que arrojó el Estudio de Caracterización del Comercio Ambulante de la Región Metropolitana.
El análisis fue impulsado por el Gobierno de Santiago y solicitado al Centro de Políticas Públicas UC que lo confeccionó con la asesoría de la Cámara Nacional de Comercio.
Entre otros puntos, se evidencia que la mayoría cuenta con enseñanza media completa y que, habitualmente, son jefas o jefes de hogar que están a cargo de niñas y niños. En cuanto a la nacionalidad, se pudo constatar que el 42% corresponde a personas extranjeras, de las cuales el 36,5% cuenta con una visa o residencia y el 49,1% no cuenta con una condición migratoria regular.
El levantamiento de la información se realizó entre marzo y junio del 2023. Se seleccionaron, en coordinación con los gobiernos locales, 20 puntos con alta presencia de comercio ambulante en 13 comunas de la Región Metropolitana (Santiago; Estación Central; Providencia; Recoleta; La Florida; Puente Alto; La Cisterna; Maipú; Lo Prado; San Bernardo; Independencia; Quilicura y Melipilla).
Falta de permisos: Un trámite engorroso
«Con esta radiografía nos percatamos que el mercado ilegal es muy atractivo tanto para vendedores como compradores: sobre el 90% de los compradores se encuentra satisfecho o muy satisfecho con la compra de artículos, motivados por los precios (53,7%) y el fácil acceso (47%) de los productos. Por el lado de los vendedores, los niveles de ingresos a los que acceden, así como otros beneficios de la actividad se vinculan a la baja disposición a la formalización o la reconversión laboral», detalló el gobernador Claudio Orrego.
«Incluso, tras recibir una sanción, el 70% de quienes ejercen el comercio ambulante señala que continuaría con la actividad, mientras que un 67% de los compradores haría lo mismo. Estas cifras son muy útiles en la reformulación de una estrategia que nos permita desarticular este tipo de comercio, enfocándonos en perseguir el origen del comercio ilegal para así hacerlo menos atractivo para aquellos que lo ejercen», agregó.
En cuanto a los bienes transados, el estudio constató que ropa y comida lideran los tipos de productos ofertados, mientras que, en mucho menor medida, se ubican aquellos productos ilegales como cigarros, medicamentos y artículos falsificados.
Una de las principales preocupaciones que levanta la investigación apunta a la falta de permiso municipal para la venta: El 72,2% de los encuestados no cuenta con tal autorización. Entre el porcentaje proclive a formalizar o regularizar su actividad, el 57,7% de vendedores está dispuesto a obtenerlo por medios oficiales, sin embargo, el proceso se percibe como difuso, engorroso y con una escasa probabilidad de éxito.
Desde el punto de vista de los compradores, el 82,9% está de acuerdo con que se entregue un lugar y un permiso a quienes ejercen esta labor, aunque mayoritariamente esto aplica solo si cuentan con su situación migratoria regularizada.
Necesidad de regular
El estudio destaca que el 82,9% de los vendedores indica satisfacción con la actividad y un 54,3% no estaría dispuesto a dejarla, valorando atributos como la flexibilidad laboral, autonomía y liquidez financiera. De hecho, se estima que el ingreso promedio diario en esta actividad es de $40.000, con una jornada laboral de 6 días a la semana, en los que trabajan en promedio 8,3 horas diariamente.
Los datos, además muestran que el 56,5% de los vendedores declara estar dispuestos a regularizar su situación laboral, sin embargo, de ellos, solo el 39,3% tiene voluntad para formalizar su emprendimiento y dejar de vender en la calle.
«Esta situación demanda establecer tipologías de comercio ambulante y estrategias diferenciadas para brindar soluciones eficaces, tanto para regularizar la actividad en los casos que sea factible, como para focalizar la fiscalización e investigación en aquello que involucra delitos, como, por ejemplo, el contrabando o la falsificación», señaló Cristian Crespo, subdirector del Centro de Políticas Públicas UC.
Al respecto, el presidente de la CNC, José Pakomio, señaló que «el incremento del comercio ilegal en los barrios es una realidad que va en aumento. Los resultados del estudio se relacionan directamente con nuestra última Encuesta de Victimización del Comercio donde el 64,7% de las personas estima que la presencia de ambulantes ha aumentado, no sólo en Santiago, sino también en otras regiones. Este dato no es trivial, ya que el porcentaje de victimización aumenta en aquellos establecimientos que reportan comercio ilegal en sus cercanías (68,1%) frente a aquellos en los que no se detecta (54,9%)2.
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