Luego de semanas de expectación, dos inasistencias y fuego cruzado entre el Poder Legislativo, el Gobierno y Contraloría respecto a si debía o no comparecer a la comisión de la Cámara, Miguel Crispi, el jefe del segundo piso de La Moneda, llegó hasta Valparaíso.
En la instancia, Crispi comentó que el día 7 de junio se enteró de la situación de Antofagasta que involucró a Democracia Viva, nueve días antes de que el caso estallara luego de una publicación del medio Timeline.
La comisión tiene por objetivo investigar el traspaso de recursos públicos a organizaciones sin fines de lucro en el marco del programa «Asentamientos precarios» del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, sin embargo desde la instalación se ha ampliado el mandato y se han abordado todas las aristas del Caso Convenios.
En ese contexto, Miguel Crispi fue citado el 4 de octubre a exponer a la comisión. Según los parlamentarios que impulsaron la solicitud se debía referir a su rol en el cuestionado convenio entre el Gobierno Regional de Antofagasta y la fundación ProCultura cuando se desempeñaba como subsecretario de Desarrollo Regional. Asimismo, de la información que tenía respecto al caso de Democracia Viva, traspaso de recursos que destapó lo hoy se conoce como Caso Convenios.
En esa oportunidad, Crispi envió un breve correo electrónico a la comisión investigadora informando su inasistencia y el presidente de la instancia, José Miguel Castro (RN), reiteró la citación y lo convocó para el 11 de octubre, fecha a la tampoco asistió.
Desde ese momento de gatilló un cruce de declaraciones entre el Congreso Nacional y el Ejecutivo. Tras semanas de discusión, el jefe de asesores solicitó ser citado nuevamente, asegurando que en esta oportunidad sí se presentaría.
Al tercer llamado
Diez minutos antes de que comenzara la sesión, el diputado José Miguel Castro (RN) se reunió a puerta cerrada en la oficina de la Segpres con Miguel Crispi. También estaban los diputados Andrés Celis (RN), Gonzálo Winter (CS) y Camila Rojas (Comues). Además de asesores de la Secretaría General de la Presidencia.
Sin emitir declaraciones a los medios de comunicación – y acompañado de Winter y Rojas – Crispi llegó a la comisión investigadora. En su primera intervención, el jefe del segundo piso calificó de «incómoda» la situación a la que se llegó y reiteró su compromiso con el rol fiscalizador de la Cámara de Diputados. Y aseguró que para «no aumentar la tensión», decidió asistir.
En esa línea, sostuvo que «el Gobierno ha colaborado de forma sustantiva con esta comisión» como con la exposición de la directora de Presupuestos, Javiera Martínez, la subsecretaria de la Segpres, Macarena Lobos y otras autoridades públicas.
Crispi justificó su inasistencia a las citaciones anteriores por la «responsabilidad con el Presidente de la República». «Es un espacio que debo cuidar y mantener cierta reserva (…) pero también tengo que despejar ciertas dudas», señaló el jefe de asesores. En ese contexto, ponderó y decidió asistir.
Ronda de preguntas
Participaron los diputados Vlado Mirosevic (PL), Camila Rojas (Comunes), Gonzalo Winter (CS), Mercedes Bulnes (IND-FA), Andrés Jouannet (Amarillos), Raúl Soto (PPD), Juan Carlos Beltrán (RN), Yovana Ahumada (IND), Luis Cuello (PC), Ericka Ñanco (RD), Andrés Celis (RN), Rubén Oyarzo (PDG), Marcos Ilabaca (PS), Leonardo Soto (PS), Gael Yoemans (CS), Juan Antonio Coloma (UDI), Chiara Barchiesi (Republicana) y Henry Leal (UDI).
En ese contexto, Crispi respondió a las preguntas de los parlamentarios y detalló la cronología en relación al Caso Democracia Viva: «El Presidente se enteró el 16 de junio, como es de público conocimiento (…) el 7 de junio, antes que el Presidente de la República, tomé conocimiento de un rumor, donde señalaban que había una situación en Antofagasta donde Daniel Andrade tenía una participación que tenía un vínculo con el seremi de vivienda (Carlos Contreras)».
En esa línea, dijo que «lo derivé a la Subsecretaria de Vivienda. Llamo a la subsecretaría, le pregunto si ha escuchado hablar de esto (…) Le digo que tome el caso y lo investigue, y le digo que si esto se comprueba que se tomen la decisiones correspondientes».
«¿Por qué lo hago con la subsecretaria? Porque es la superior jerarquiza de los seremis. Posteriormente no hay más conversaciones (…) Mi función como jefe de asesores está muy alejado de estos temas», agregó.
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