¿Te ha pasado que estás leyendo un libro, o estudiando, y por más que intentes memorizar algo, tienes que releer las páginas una y otra vez, porque no logras retener la información?

Aunque la capacidad de la memoria depende de cada persona, tener dificultad para acordarse de cosas puede ser normal cuando no se la “ejercita” adecuadamente. Y es que pocos saben que esta habilidad de nuestro cerebro se puede fortalecer, al igual que nuestros músculos cuando entrenamos en el gimnasio.

Por ello, los expertos recomiendan los juegos mentales, pues se ha demostrado que son ideales para mejorar un sinfín de habilidades cognitivas, como la memoria. Este es uno de ellos.

Cómo practicar el método 1 2 3 para mejorar la memoria

La característica más importante de este ejercicio es que te ayuda a memorizar algo de forma espaciada. Es decir, no te obliga a aprender algo en un solo momento, sino que trabaja el cerebro en tiempos para poder retener la información a largo plazo.

Es sencilla, pero a la vez muy efectiva para cualquier edad. Debes posicionarte en un lugar tranquilo y silencioso para poder sacarle el máximo provecho. Así es cómo se practica:

  • Día 1, aprender. En esta primera etapa, debes empaparte de toda la información que deseas recordar. Es decir, leer, tomar notas y hacer todo lo que necesites para sentirte familiarizada con el material.
  • Día 2, revisar. El segundo paso consiste en repasar lo que aprendiste el día anterior. Será normal que no te acuerdes de todos los detalles, por lo que sirve para refrescar la memoria y sentir más sólida la información que leíste antes.
  • Día 3, repetir. Finalmente, debes revisar nuevamente el material del estudio. Haciéndolo por tercera vez, tu cerebro estará construyendo conexiones más fuertes entre la información y él, por lo que será más fácil recordar lo que leíste.

Después de terminar este ciclo, debes tomar un descanso de una semana o, al menos, un par de días para volver a estudiar la información.

Según los especialistas, el método 123 es una técnica que funciona, pero que requiere que las personas que lo practiquen sean rigurosas y que planeen bien sus tiempos, pues la forma en la que ayuda a mejorar la memoria es precisamente el espacio entre los tiempos de estudio.

Por ejemplo, si tienes un examen, lo mejor será que te organices y comiences a estudiar al menos 10 días antes, para que tengas tiempo de hacer los primeros tres días (123), esperar una semana y volver a revisar la información nuevamente.

Ese espacio entremedio es el momento en el que el cerebro se ejercita, pues cuando “casi” ha olvidado algo, trabaja mucho más para intentar extraer la información de su memoria. Así, la fortalece y te beneficia para que te vaya bien y puedas concentrarte lo más posible.

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