Sabiendo que las enfermedades de nuestro hígado son más que comunes entre la población general, y que todos y cada una de nosotros estamos en riesgo de sufrirlas, conocer los alimentos capaces de disminuir la progresión de la enfermedad y, en algunos casos, parar en seco su avance es esencial. Por ello, desde Alimente, os damos la lista de los cinco productos capaces de ser un beneficio neto para nuestro hígado.
El café y su lucha contra las enzimas
En un estudio publicado en el año 2021, se demostró que el consumo regular de café se asocia con un menor riesgo de desarrollo de hígado graso no alcohólico, así como con una disminución del avance de la fibrosis hepática en aquellos que ya han sido diagnosticados con la enfermedad. Del mismo modo, otro estudio demostró que el café es capaz de reducir la cantidad de enzimas anormales generadas en nuestro hígado y que se asocian con otras enfermedades de este órgano.
Verduras de hoja verde
En otro trabajo científico, también elaborado en 2021, se descubrió que comer espinacas disminuía el riesgo de padecer hígado graso debido a los compuestos del nitrógeno y los polifenoles que se encuentran en esta verdura de hoja verde. Es necesario puntualizar que este alimento debe consumirse de forma cruda, dado que las espinacas cocinadas no tenían, ni de lejos, los mismos beneficios para nuestra salud.
Legumbres, larga vida a las judías y a la soja
Diversos estudios científicos han demostrado que el consumo de legumbres poder reducir los niveles de glucosa en sangre, así como los triglicéridos presentes en el torrente sanguíneo de personas con obesidad. En un trabajo científico publicado en 2019 se demostró que las dietas ricas en legumbres eran capaces de reducir las probabilidades que tenemos de sufrir hígado graso. Del mismo modo, aunque existe discusión al respecto y las causas no están del todo claras, se ha sugerido que el consumo de soja puede ayudar a proteger el hígado a través de la acción de una proteína llamada beta-conglicinina.
Pescado azul
A pesar de que pueda parecer lo contrario, los pescados azules (los más grasos), como pueden ser el salmón, las sardinas o el atún, contribuyen a reducir la inflamación y los niveles de grasa de nuestro organismo gracias a que son ricos en ácidos grasos omega-3.
Diferentes estudios han sugerido que el aumento del consumo de estos ácidos grasos puede suponer un beneficio para aquellos que padecen hígado graso no alcohólico, dado que esta sustancia es capaz de reducir los niveles de grasa en el hígado, así como aumentar los niveles de colesterol bueno y reducir los de triglicéridos.
Cereales integrales
La fibra alimentaria es buena para todo, y el hígado graso no alcohólico no es una excepción. Existen trabajos científicos que han mostrado que una dieta rica en fibra puede ser efectiva y beneficiosa para aquellas personas que han desarrollado la enfermedad, dado que se reducen los niveles de triglicéridos.
Al contrario de lo que ocurre con muchas dietas diseñadas para proteger a nuestro organismo, esta que os ofrecemos hoy aquí es, además de buena para el hígado, mediterránea y rica, por lo que no tenemos excusa para no seguirla.
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