El próximo miércoles, Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) participará como orador, junto a otras personalidades, en una sesión dentro de la reunión anual del Foro Económico Mundial que se celebrará en Davos (Suiza), denominada ‘Preparándose para la enfermedad X’.
La ‘enfermedad X’
Según la OMS, «la ‘enfermedad X’ representa el conocimiento de que una epidemia internacional grave podría ser causada por un patógeno del que actualmente se desconozca que cause enfermedades humanas». La OMS ha advertido de que una desconocida ‘enfermedad X’ provocada por un hipotético patógeno podría provocar 20 veces más muertes que la pandemia de coronavirus.
Esta potencial enfermedad se encuentra en el mismo nivel de importancia en la investigación que otras enfermedades peligrosas con las que lidiamos en la actualidad y que engrosan la lista de las prioridades del organismo internacional. En la versión actualizada de esta lista de enfermedades, que plantean el mayor riesgo para la salud pública debido a su potencial epidémico y/o si no existen contramedidas o son insuficientes, se encuentran exclusivamente agentes virales.
La OMS enumeró a estas otras 8 prioridades:
- covid-19,
- fiebre hemorrágica de Crimea-Congo,
- enfermedad por el virus del Ébola y enfermedad por el virus de Marburg,
- fiebre de Lassa,
- síndrome respiratorio de Oriente Medio por coronavirus (MERS-CoV) y síndrome
- respiratorio agudo severo (SARS),
- Nipah y enfermedades henipavirales,
- fiebre del Valle del Rift,
- Zika
Reacciones ante el anuncio de la sesión
La noticia de la inclusión de esta temática en la reunión del Foro Económico Mundial generó un acalorado debate en las redes sociales, recoge Fortune. Muchos usuarios advirtieron que los supuestos preparativos para la enfermedad desconocida podrían ser paralelos a los tipos de medidas de cierre implementadas durante la pandemia de covid-19.
En esa línea, Monica Crowley, quien fuera subsecretaria de asuntos públicos del Departamento del Tesoro estadounidense durante la Administración Trump, señaló el jueves en X (antes Twitter) que un nuevo contagio «justo a tiempo para las elecciones» permitiría a los «globalistas no electos» implementar bloqueos, «restringir la libertad de expresión y destruir más libertades». «¿Suena descabellado? También lo era lo que ocurrió en 2020», agregó.
En contraposición a esta postura, el Dr. Amesh Adalja, académico principal del Centro Johns Hopkins para la Seguridad de la Salud (EE.UU.), comentó a Fortune que los profesionales de salud pública «siempre han realizado experimentos mentales y ejercicios prácticos para prepararse para las pandemias». «Sugerir arbitrariamente que estos ejercicios y reuniones son parte de algún tipo de conspiración evade el propósito real para el que sirven y los problemas en los que están tratando de ganar terreno», añadió.
Por su parte, el Dr. Stuart Ray, vicepresidente de medicina para integridad y análisis de datos en el Departamento de Medicina del Johns Hopkins, señaló que sería «irresponsable» que los líderes mundiales no se reunieran en el foro y reafirmó la importancia de que estas reuniones se publiciten. «La coordinación de la respuesta de salud pública no es una conspiración, es simplemente una planificación responsable», agregó.
Por otra parte, desde el Servicio Federal de Rusia para la Supervisión de la Protección y el Bienestar del Consumidor (Rospotrebnadzor) indicaron que el próximo debate podría tener motivos más económicos que científicos. En este sentido, recordaron que, después del fin de la pandemia de covid-19, la OMS está tratando de promover la idea de la necesidad de reformar la arquitectura sanitaria mundial, citando como justificación las amenazas futuras, hablando de la falta de preparación del mundo para ellas y pidiendo una mayor financiación para la organización.
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