Hasta ahora, las visiones mayoritarias del mercado era que la economía había esquivado la caída del Producto Interno Bruto (PIB) en 2023. Sin embargo, las cifras de actividad sectorial publicadas este miércoles por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) abrieron nuevamente esa puerta, por lo que se mantendrá hasta mañana la duda sobre si la economía logró evitar la recesión o no.
Es las cifras de actividad sectoriales decepcionaron ubicándose por debajo de lo esperado. Así, el Índice de Producción Manufacturera anotó una disminución de 1,8%, explicado por la baja anual de 3,7% en elaboración de productos alimenticios.
Electricidad, Gas y Agua (IPEGA), tuvo un descenso de 2,7% en relación con igual mes del año anterior, debido a que las tres actividades que lo componen presentaron una reducción en su actividad.
La minería, a su vez, retrocedió 3,7% respecto a igual mes del año anterior, como consecuencia de la menor actividad registrada en la minería metálica, a causa de un menor procesamiento de cobre y una menor ley de mineral.
El comercio, en tanto, tuvo una disminución anual de 3%, y las ventas minoristas cayeron 1,6% en doce meses, acumulando una baja de 7,2% en el conjunto de 2023.
Rodrigo Montero, decano de la facultad de administración y negocios de la Universidad Autónoma, comentó que las cifras sectoriales “son un reflejo inequívoco de la situación de estancamiento que estamos viviendo. Llevamos varios trimestres con esta sensación ambiente, que, además, repercute y condiciona las expectativas futuras en términos de actividad”.
Con todos estos elementos sobre la mesa, los economistas recalcularon su expectativa que tenían prevista para el Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec), que antes rondaban el 1%. Para el último mes del año, ahora, las previsiones fluctúan entre -1,1% y 0,5%.
En la parte de baja de las expectativas se ubica el economista Tomás Flores, de LyD, quien espera una caída de 1,1% y con ello el PIB anual de -0,1%.
Pavel Castillo, economista y gerente de Intelligence en Corpa, comentó que “los datos sectoriales muestran que el repunte de la economía aún no es tan claro como se estaba esperando, una alta tasa de interés, baja inversión y poco enfoque al crecimiento económico terminarán confirmando un año de crecimiento negativo”.
Por ello, añadió que, si bien “nosotros esperábamos un crecimiento de 1% para diciembre y con eso cerrar el año en 0%, viendo los datos hacemos un ajuste a un crecimiento de -0,5% para el Imacec de diciembre y el año cerraría en -0,1%”.
Alejandro Fernández, economista de Gemines consultores argumentó que las cifras fueron “bastante sorprendentes. Una explicación es que en diciembre hubo 2 días hábiles menos que en 2022 pero, de todas maneras, esto representa una sorpresa muy negativa que, además, contrasta con los datos de empleo de ayer que fueron mejores a lo previsto”. Dada esta situación, prevé que el Imacec de diciembre cayó 0,2% por debajo del dato de diciembre de 2022 y el año cerraría con un -0,1%, marginalmente peor a nuestra expectativa previa”.
Desde Clapes-UC prevén un crecimiento anual del imacec de diciembre en torno a 0,0% y con ello el cierre de 2023 una contracción en torno a 0,1%.
Juan San Martín, economista de Bci, acotó que para el Imacec de diciembre esperan un crecimiento de 0,5% anual y con ello, un cierre de año en 0%.
Para el economista asesor de Euroamerica las cifras sectoriales “son decepcionantes respecto de la paulatina recuperación que venían mostrando meses atrás y nos devuelven un poco a la realidad respecto de una recuperación económica que será débil y que apunta a un crecimiento PIB 2024 en torno a 1,75%”. Pese a ello, espera un Imacec de 0,5% y con ello, un PIB anual de 0%.
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