Las últimas cifras de crecimiento de la economía y de inflación, si en algo coinciden, es en que han sorprendido al alza al mercado. Por un lado, el Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) de enero subió 2,5%, por sobre todas las expectativas, y el Índice de Precios al Consumidor (IPC) lleva dos registros mayores a lo previsto por los economistas, de 0,7% en enero y de 0,6% en febrero.
Con esta información en la mano, a la que se sumará el Imacec de febrero que se conocerá el 1 de abril, los economistas consideran que el Banco Central (BC), en su Informe de Política Monetaria (IPoM) de marzo, que esta vez se publicará el 3 de abril, efectuará algunos cambios al escenario macroeconómico que presentó en diciembre.
En materia de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), el instituto emisor tiene una proyección de entre 1,25% y 2,25% para 2024, y dado el alto Imacec de enero, algunos de los analistas consultados prevén que haya un leve ajuste al alza, a un rango que va de 1,5% a 2,5%. En ese grupo se ubica el socio de Gemines Consultores, Alejandro Fernández, quien sostiene que “probablemente la suba a 1,5%-2,5%, aunque para cuando se publique el Ipom, tendrá un dato más que el mercado para ajustar su proyección, ya que el Imacec de febrero se publica el 1 de abril”.
De acuerdo con Fernández, “la información disponible permite anticipar una recuperación del consumo y, en general, mejores resultados que los de 2023″.
Quien también comparte esa posición es Víctor Martínez, director ejecutivo del CIES-UDD: “Es probable que en el próximo Ipom suba, en el margen, al rango 1,5%-2,5%. Lo relevante es que se mantienen las proyecciones de recuperación de la actividad a su nivel de tendencia, o sea, que el ajuste negativo lo estamos dejando atrás”.
A esa visión se suma Carmen Gloria Silva, economista de Banco Santander. “Estimamos que este año el PIB crecerá en torno a 2%, lo que es algo mayor al rango del Ipom de diciembre y que anticipamos el Banco Central corregirá al alza en su próximo informe”, sostiene. Menciona que, “en general, vemos una economía que continúa en su senda de crecimiento tendencial, empujada principalmente por el consumo privado y el sector externo”.
Pero no hay unanimidad al respecto. Entre quienes creen que el Banco Central mantendrá el mismo rango de expansión del PIB está César Guzmán, subgerente de Macroeconomía de Inversiones Security. “Si bien el Imacec sorprendió al alza, una parte vino a revertir la sorpresa a la baja de diciembre, por lo que no debería haber un cambio significativo respecto a lo planteado en el Ipom previo”.
Similar posición expresa Francisca Pérez, economista de Bci: “Creemos que el rango se va a mantener. Puede ser que haya fundamentos para una leve mejora, pero el rango en sí no debería cambiar sustancialmente, especialmente si ese dato de enero estuvo ligado a un aumento importante en el gasto fiscal, el cual no es sostenible hacia adelante”.
Inflación más alta
Donde existe un mayor consenso entre los expertos es en que, el ente rector subirá su pronóstico de inflación para el presente año desde el 2,9% estimado en el Ipom de diciembre, a una variación de 3,4% o 3,5%. Y con ello, por cierto, también esperan que haya una postergación de la llegada a la meta de inflación de 3% hacia 2025. Este domingo, en entrevista con Pulso La Tercera, el expresidente del Banco Central, Vittorio Corbo, situó esa convergencia hacia fines del primer trimestre del próximo año.
Para Silva, “el escenario para la inflación ha cambiado. Hemos visto en lo más reciente sorpresas al alza que han elevado las proyecciones para este año hasta niveles en torno a 3,4%-3,5%”. En ese sentido, sostiene que el camino hacia esos niveles a fines de año contempla aumentos en los registros inflacionarios en los meses que vienen, “acercándose a niveles en torno a 4%, para luego ceder”.
Fernández, en tanto, argumenta que, “no tiene otra opción que no sea subirla, por lo menos hasta 3,5%. La evidencia disponible y lo que se puede anticipar apunta a una inflación más persistente y que demorará más en llegar al 3%”.
A su vez Guzmán indica que “es muy probable que suba el pronóstico de diciembre, por las sorpresas de enero y febrero, en medio punto”, llegando a 3,5%. Agrega que, “tanto por las mencionadas sorpresas, como por la depreciación del peso, es muy probable que el 3% se alcance a principios de 2025″. No obstante, apunta que, “el mensaje del ente emisor estará centrado en el horizonte de proyección de dos años, que, sí se estimará en 3%, restando relevancia a la inflación de este año”.
Reducción más lenta de la tasa
Un efecto inmediato que generaron los recientes registros de IPC es un cambio en las previsiones del mercado sobre la magnitud de las bajas en la Tasa de Política Monetaria (TPM), que hoy se ubica en 7,25%. En el corto plazo, se espera un recorte máximo de 75 puntos base para la reunión de principios de abril, mientras que se prevé que el Banco Central finalice este año en un nivel más cercano a 4,5% que a 4%, nivel este último que había dado a entender en el comunicado publicado luego de la Reunión de Política Monetaria de enero.
“La baja en la TPM que se anuncie el 2 de abril no debería exceder los 75 puntos base (pb) y, preferentemente, debería ser de 50 pb. A menos que el escenario de tipo de cambio mejore mucho, lo que no se ve probable, las rebajas de la TPM en las siguientes reuniones de mayo y junio también debieran ser acotadas, no superando los 75 pb”, manifiesta Fernández.
Rodrigo Montero, decano de la Facultad de Administración y Negocios de la Universidad Autónoma, se suma a ese análisis y espera también un recorte de 75 pb en abril, señalando que el Banco Central dirá que “la política monetaria continuará relajándose durante el año, pero con reducciones en la tasa menos contundentes que las vistas hasta ahora”.
Mientras que Pérez cree que el ente rector enviará un mensaje de que la TPM llegará a su nivel neutral -del orden de 4%-, pero dejará más bien abierto “si será a fines de este año o comienzos del próximo, debido al nivel del tipo de cambio”.
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