Incorporar el ejercicio de manera sostenida durante la rutina es un factor esencial para nuestra salud.
De hecho, desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan que los adultos realicen actividad física moderada durante al menos 150 a 300 minutos a la semana.
Esto, debido a que promete múltiples beneficios tanto a nivel físico como mental.
Una de las personas que lo sabe de primera fuente es la académica de ciencias biomédicas de la Florida Atlantic University, Henriette van Praag, quien se ha dedicado a estudiar la relación entre el ejercicio y el cerebro.
La especialista aseguró al New York Times que pese a que ha hecho deporte a lo largo de su vida, los resultados de una investigación que publicó en 1999 en la revista Nature Neuroscience llevaron a que intensificara sus entrenamientos, hasta el punto en que incorporó el crossfit y salir a correr por casi 10 kilómetros en distintas oportunidades de la semana.
En dicho trabajo, que desarrolló mientras trabajaba en el Instituto Salk de Estudios Biológicos de San Diego, la médico descubrió que el ejercicio físico puede contribuir al crecimiento de nuevas células en el cerebro de los ratones mayores.
Y a pesar de que todavía no hay un consenso en la comunidad científica sobre si esta actividad tiene los mismos efectos en las personas, Van Praag explicó que aunque los hallazgos no se apliquen de igual forma en los humanos, el entrenamiento promete numerosos puntos positivos para el cerebro.
Uno de ellos consiste en mejorar la memoria operativa, debido a que mover el cuerpo puede incrementar la liberación de ciertos neurotransmisores.
El académico de la Universidad McGill, Marc Roig, dijo al citado periódico que, en específico, se trata de elementos como epinefrina y norepinefrina, es decir, “moléculas que son necesarias para prestar atención a la información”.
A estos neurotransmisores se le suman otros como la dopamina y la serotonina, las cuales influyen considerablemente en el estado de ánimo.
No obstante, los especialistas hicieron hincapié en que no basta con solo hacer ejercicio en escasas oportunidades.
Más bien, recalcaron que para que los efectos en este ámbito sean mayormente percibidos, es crucial que el deporte se incorpore como un hábito.
Los efectos del ejercicio en la salud cerebral
Los investigadores consultados por el Times aseguraron que entrenar de manera continua durante la semana contribuye a mejorar la salud mental, el rendimiento cognitivo y el estado de ánimo.
Junto con ello, puede favorecer a los pacientes en el tratamiento de diagnósticos como la depresión y ser útil para proteger al organismo ante enfermedades neurodegenerativas.
La psicóloga y especialista en salud cerebral de la Universidad de Iowa, Michelle Voss, declaró al citado medio que “la actividad física es uno de los comportamientos de salud que han demostrado ser más beneficios para la función cognitiva y para reducir el riesgo de alzhéimer y demencia”.
El ejercicio muscular también ayuda a la circulación, a que crezcan nuevos vasos sanguíneos en dicha área y a que haya “más posibilidades de que las moléculas de señalización procedentes del músculo lleguen al cerebro”.
Cuando eso ocurre, se liberan elementos químicos como el FNDC (o Factor neurotrófico derivado del cerebro).
Este último, a grandes rasgos, influye en la salud neuronal y en la creación de nuevas conexiones entre neuronas, además de ser “como un fertilizante para que las células cerebrales se recuperen de los daños”, sintetizó Voss.
Asimismo, estos factores pueden influir en el tamaño de ciertas zonas cerebrales, lo que podría ayudar a enfrentar la pérdida de volumen que se da con la edad.
“Si hacemos ejercicio con regularidad, podemos prevenir este declive”, manifestó el experto de la Universidad McGill al Times.
Cabe recordar que siempre es recomendable acudir a un médico para evaluar tu estado de salud y los ejercicios que mejor se adecúan a tu caso.
/psg