Venus, el planeta más hostil y caliente del Sistema Solar podría albergar vida. Científicos estadounidenses de dos equipos distintos han presentado esta semana en la reunión nacional de astronomía de Hull, en Yorkshire, los resultados de unos hallazgos que podrían cambiar la visión que se tiene del planeta.
En concreto, según informan medios como The Guardian, los expertos han encontrados dos gases compatibles con formas de vida en las nubes de Venus: amoníaco y fosfina. La presencia de estos compuestos químicos hacen que a unos 50 kilómetros de la superficie, la temperatura y la presión sean más cercanas a las condiciones de la Tierra, lo que harían posible la presencia de los microbios más resistentes.
Así, según el mencionado medio, las últimas observaciones de Dave Clements profesor de astrofísica en el Imperial College de Londres con el telescopio James Clerk Maxwell (JCMT), con sede en Hawái, han logrado rastrear la fosfina a lo largo del tiempo y han descubierto que el gas sigue el ciclo día-noche del planeta.
Por su parte, la profesora Jane Greaves, astrónoma de la Universidad de Cardiff, ha presentado observaciones preliminares del telescopio Green Bank que indican la presencia de amoníaco, que en la Tierra se produce mediante procesos industriales o por bacterias convertidoras de nitrógeno.
Venus es el planeta más caliente del Sistema Solar dado que su superficie alcanza hasta los 450 grados y puede fundir metales. Además, la presión atmosférica es 90 veces la de la superficie de la Tierra y hay nubes de ácido sulfúrico, provocando que la atmósfera del planeta sea tóxica y aplastante, algo que imposibilita la presencia de vida.
En 2020 ya se habló de la presencia de fosfina en Venus, aunque el hallazgo se acabó guardando en un cajón porque en observaciones posteriores no se volvió a reproducir el hallazgo. Ahora, los científicos esperan poder estudiar estos gases para llegar a alguna conclusión, aunque su presencia en el planeta no es una prueba irrefutable de la existencia de vida extraterrestre.
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