En un avance significativo, un experimento de la NASA sugiere que sí existen océanos subterráneos que albergan vida en las lunas Europa, de Júpiter, y Encelado, de Saturno.

Los signos de esa vida, en forma de moléculas orgánicas como aminoácidos y ácidos nucleicos, podrían sobrevivir cerca de la superficie de estas lunas, a pesar de la intensa radiación. Esto implica que futuras misiones robóticas no necesitarían excavar profundamente para encontrar posibles indicios de vida.

¿Qué encontraron los investigadores?

Alexander Pavlov, del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, explicó que, en Europa, los aminoácidos podrían encontrarse a una profundidad de unos 20 centímetros en áreas poco alteradas por impactos de meteoritos. En Encelado, por su parte, las muestras no tendrían que ser recogidas a más de unos pocos milímetros bajo la superficie para evitar la descomposición por radiación.

¿Son habitables?

Las superficies heladas y casi sin atmósfera de estas lunas son probablemente inhabitables debido a la radiación intensa de partículas de alta velocidad atrapadas en los campos magnéticos de sus planetas anfitriones y eventos espaciales como explosiones estelares.

Ahora bien, ambos cuerpos celestes tienen océanos subterráneos calentados por fuerzas de marea que podrían sustentar vida si tienen una fuente de energía y elementos esenciales.

Metodología del experimento

El equipo de investigación utilizó aminoácidos en experimentos de radiolisis para simular biomoléculas en lunas heladas. Los aminoácidos, esenciales para la vida terrestre, pueden formarse biológicamente o a través de procesos no biológicos.

Encontrar ciertos tipos de aminoácidos en Europa o Encelado sería un indicio potencial de vida, ya que son componentes fundamentales para construir proteínas, que son esenciales para funciones biológicas como la creación de enzimas y estructuras celulares.

Para evaluar la supervivencia de los aminoácidos, los investigadores los mezclaron con hielo enfriado a aproximadamente -196 grados Celsius y los bombardearon con rayos gamma. También probaron la supervivencia de aminoácidos en bacterias muertas y en mezclas de hielo con polvo de silicato para considerar la mezcla potencial de materiales de meteoritos o del interior con el hielo superficial.

¿Cuáles fueron los resultados?

Los resultados mostraron que los aminoácidos se degradan más rápidamente cuando se mezclan con polvo, pero más lentamente cuando provienen de microorganismos. Estos datos son cruciales para calcular las profundidades y ubicaciones de muestreo donde los aminoácidos podrían sobrevivir a la descomposición radiolítica en Europa y Encelado.

Futuras implicaciones

Este estudio, financiado por la NASA, proporciona información valiosa para futuras misiones de detección de vida en estas lunas heladas, subrayando la necesidad de ser cautelosos al muestrear en regiones ricas en sílice donde la degradación de biomoléculas es más alta.

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