La ciencia ficción nos ha mostrado durante mucho tiempo un futuro en el que las naves espaciales puedan superar la velocidad de la luz. El sueño de poder viajar a través de las estrellas en un abrir y cerrar de ojos vive como residente permanente en la mente de los científicos que estudian los misterios más profundos del cosmos, por medio de la física y la ingeniería.

Aunque esta idea parecía estar destinada a permanecer alojada en series como Star Trek o películas como Star Wars, un grupo de científicos está dando los primeros pasos hacia lo que podría ser uno de los avances más revolucionarios en la historia de la humanidad: el desarrollo de un warp drive, un motor que distorsiona el espacio-tiempo.

El concepto de warp drive, popularizado por series como Star Trek, se basa en la teoría de la relatividad de Albert Einstein, que establece que nada puede moverse más rápido que la luz dentro del espacio-tiempo. Sin embargo, Einstein también predijo que el propio tejido del espacio-tiempo podría ser deformado.

Es precisamente en esta parte en donde entra en juego el warp drive: en lugar de mover una nave a través del espacio, este motor deformaría el espacio-tiempo alrededor de la nave. La idea es comprimir el espacio frente a la nave y expandirlo detrás de ella, lo que permitiría que la nave “viaje” a velocidades superiores a la de la luz sin romper las leyes de la física.

Los genios y científicos locos que trabajan en este motor

Este ambicioso concepto ha captado la atención de Gianni Martire, cofundador de Applied Physics, quien ha liderado investigaciones recientes que podrían acercar el warp drive a la realidad.

En 2021, Martire y su equipo publicaron un diseño teórico que sugiere que es posible crear un warp drive sin necesidad de “materia exótica”, un tipo de material que se creía fundamental para deformar el espacio-tiempo de manera estable. Este avance es significativo porque la existencia de la materia exótica no ha sido demostrada, lo que hacía que las ideas anteriores de warp drive fueran prácticamente imposibles de realizar.

La investigación de Martire ha continuado avanzando, y este mismo año, su equipo lanzó Warp Factory, una herramienta de modelado numérico diseñada para analizar y visualizar las complejas geometrías del espacio-tiempo que se necesitarían para un warp drive.

La herramienta permite a los científicos evaluar diferentes diseños de warp drive, asegurándose de que cumplan con las ecuaciones de campo de Einstein y midan las condiciones energéticas necesarias para su funcionamiento. Según Martire, Warp Factory es como un “túnel de viento virtual” que permite probar y evaluar diferentes diseños de warp drive sin necesidad de construir un prototipo físico.

Aunque la construcción de un warp drive operativo aún está lejos, estos avances son un indicio de que lo que alguna vez fue pura ciencia ficción podría estar acercándose a convertirse en ciencia factible, según reseña de The Debrief.

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