Con las investigaciones gubernamentales sobre los llamados “fenómenos anómalos no identificados” (UAP) en curso, el concepto de contacto extraterrestre parece estar más cerca que nunca. Sin embargo, importantes obstáculos logísticos continúan obstaculizando cualquier intento de los extraterrestres de llegar a la Tierra.

En entrevistas con Popular Mechanics, expertos en el espacio de escuelas en Nueva York y California señalaron una tensión fundamental en la búsqueda de vida inteligente. Si bien la Tierra ha tenido biosignaturas durante miles de millones de años, lo que podría haber atraído la atención de civilizaciones espaciales, existen desafíos físicos significativos que dificultarían enormemente el envío de una sonda aquí.

Adam Frank, profesor de astrofísica de la Universidad de Rochester, mencionó que, a menos que los extraterrestres descubran nuevas leyes de la física o tecnologías avanzadas como el impulso warp o los agujeros de gusano, la enorme distancia seguiría siendo un obstáculo insuperable. “Cualquier cosa que vaya más rápido que la luz es ciencia ficción en este momento“, explicó Frank.

Scott McCormack, profesor asistente de ingeniería y ciencia de materiales en la Universidad de California, Davis, señaló otro desafío: la basura espacial. Incluso si los extraterrestres lograran viajar a velocidades extremadamente altas, tendrían que lidiar con la posibilidad de colisiones con escombros en el espacio.

McCormack resaltó la necesidad de materiales extremadamente resistentes para las naves espaciales extraterrestres, que aún no se han identificado. “No creo que tengamos una respuesta aún”, dijo.

A pesar de estos desafíos, los expertos sugieren que seguir buscando es valioso. Con el tiempo y la tecnología en constante evolución, no se puede descartar la posibilidad de que existan civilizaciones extraterrestres que hayan avistado nuestro planeta y estén interesadas en investigarlo.

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